Por Ramiro Cerviño
Vélez Sarsfield contrató en 1992 como entrenador a Carlos Bianchi, quien había sido jugador del club y máximo goleador en 2 torneos y que ya tenía experiencia como técnico en 2 equipos en la Ligue 1 de Francia. En su etapa por Vélez obtuvo 3 torneos locales y 3 internacionales, entre ellos la Copa Libertadores de 1994 y la Copa Intercontinental del mismo año tras haberle ganado 2-0 al Milan y marcar lo que fue la mejor época del club. En 1996 se despidió de Vélez para irse a dirigir a la Roma. Vélez ganaría la Supercopa ese año y la Recopa Sudamericana en 1997 con Osvaldo Piazza como técnico. En 1997 llegó Marcelo Bielsa, que venía de ganar dos campeonatos locales con Newell’s en 1990/91 y en 1992 y que después tuvo un paso por la liga mexicana en la que dirigió a Atlas de Guadalajara y al América. Cuando llegó a dirigir al club de Liniers en su primera temporada terminó en la cuarta posición, pero al campeonato siguiente obtuvo el Torneo Clausura de 1998.
Raúl Cardozo, exjugador de Vélez que formó parte de los planteles de Bielsa y de Bianchi dijo que Marcelo era un técnico que siempre buscaba estar en el punto más alto de la concentración y trabajaba sobre el rival en la semana tomando precauciones, pero sin cambiar su sistema de juego, y a veces los atacantes terminaban más atrás de él que era defensor. “En cambio, con Carlos era diferente. Si vos jugabas de marcador de punta tenías que marcar y era muy raro que los delanteros bajaran a defender”, agregó Cardozo.
Christian Bassedas exjugador de Vélez contó que con Bianchi había un entendimiento total del líder con sus jugadores, en el que hubo pocos cambios y por eso se lograron tantas cosas. La diferencia con Bielsa fue que la transición y la adaptación no fueron tan sencillas al comienzo, en el que hubo algunas confrontaciones. Él era un entrenador más vertical e influenciado por el fútbol holandés. En su primer semestre hubo un cambio pronunciado pero terminaron ganando por que el equipo terminó saliendo campeón con otro estilo de juego.
El exjugador Carlos Compagnucci expresó que con Bielsa tuvieron un sistema defensivo que era el seguimiento al hombre en todo el campo y cuando perdían la pelota tenían un jugador a quien marcar. En cambio, con Bianchi hacían más zona, el equipo trabajaba en bloque y para Compagnucci era un abismo la diferencia entre un sistema defensivo y el otro. Además, agregó: “El equipo de Bianchi era más pausado, había jugadores que por ahí tenían otro ritmo con la pelota, esperaban el momento indicado y no había tanto vértigo. Con Bielsa era recuperar e ir para arriba lo más rápido posible. El equipo dominaba siempre los partidos y poníamos los ritmos”.
Federico Novello, periodista e hincha de Vélez, comentó que ambos técnicos tenían 2 estilos diferentes y una manera de llegarle al jugador distinta, pero que los 2 lograban un convencimiento absoluto en el futbolista.