jueves, noviembre 21, 2024

El verdadero Oliver Atom

Por Marcos Cressi

Salen los jugadores del Yokohama FC a la cancha. Los hinchas centran su mirada en el número 11. Un jugador no muy alto. Cabello negro con canas. Una pequeña barba y arrugas en la cara. Ese es Kazuyoshi Miura y tiene 52 años, un futbolista histórico para el fútbol nipón: jugó en Brasil, Japón, Italia y en Croacia y fue la inspiración de Yoichi Takahashi, el autor de los Súper Campeones, para crear a la estrella del programa.

“Dentro de Japón es muy popular. Es una persona que no parecía japonés. No es introvertido, sino que es más un extrovertido. Tampoco jugando al fútbol parecía nipón. Es un jugador que protestaba. Durante su etapa en Brasil aprendió mucho de esto”, recordó el defensor argentino Fernando Moner, quien durante su paso por el fútbol de Japón conoció a Kazu Miura, tras enfrentarlo en varias oportunidades.

Nació en febrero de 1967 en Shizuoka, una importante ciudad ubicada a unos 200 kilómetros de Tokio. Durante su adolescencia, dominó por completo los campeonatos estatales con su colegio. Ganó cuatro títulos seguidos entre la Secundaria Básica y la Preparatoria. Cuando tenía 15 años, se rebeló ante su familia, abandonó sus estudios y viajó a Brasil, la tierra del jogo bonito y donde nacieron grandes cracks como Pelé, Garrincha o Sócrates.

Kazu Miura llegó a Sao Paulo, una importante ciudad brasilera con importantes clubes de fútbol y que en aquel momento tenía más de ocho millones de habitantes. Buscó ayuda en una numerosa colonia de descendientes japoneses. Trabajó de guía turístico y de vendedor ambulante para poder pagar su estadía y para mantener vivo su sueño de convertirse en futbolista profesional. 

Al principio se encontró con muchas complicaciones como el idioma y el maltrato recibido por sus compañeros de equipo que le hicieron pensar en volver a su país, pero finalmente  decidió quedarse. Comenzó a jugar en las inferiores del Clube Atlético Juventus, hasta que, con 19 años, firmó su primer contrato con el Santos. Luego jugó en el Palmeiras, Matsubara (un club fundado por un empresario japonés), Regatas de Brasil, XV de Jau y el Coritiba antes de volver al conjunto blanquinegro en 1990.

Mientras Kazuyoshi intentaba ganarse un lugar en el fútbol brasileño, en Japón empezaba a ganar popularidad el anime Súper Campeones. Su creador, Yoichi Takahashi, reconoció que quería que la carrera de Oliver Atom tuviera similitudes con la que tenía Miura. Ozora Tzubasa, como era conocido el personaje principal en el país nipón, creció en Shizuoka, dominó los campeonatos intercolegiales y con 15 años viajó a Brasil para desarrollar su fútbol, pero en vez de jugar en el Santos formó parte del equipo de FC Brancos (Sao Paulo) para luego jugar en el FC Cataluña (FC Barcelona) y disputar el Mundial 2002 con su selección.

Tras su paso por el fútbol brasileño, Kazu Miura regresó a su país de origen para jugar en el Yoimuri SC, un club semiprofesional que cambió su denominación a Verdy Kawasaki a partir de la profesionalización del deporte. Durante su primera etapa en el equipo, ganó 4 títulos de liga, 2 Copa de la Liga, 1 Copa del Emperador y 1 Supercopa de Japón. Además, en 1993, fue premiado como MVP de la J. League y Futbolista del Año en Asia.

Su llegada a Japón, en 1990,  fue importante para la profesionalización del fútbol japonés. Kazu Miura era la estrella que la J. League necesitaba para darse a conocer. Su nivel futbolístico fue importante para aumentar el nivel competitivo de la liga, su personalidad de estrella de pop y su preocupación por su cabello y la moda atrajo la atención de varias adolescentes. Su particular festejo conocido como “Kazu Dance” multiplicó las escuelas de samba y fue bailado por los jóvenes en las discotecas japonesas.

En 1992 Miura fue una parte fundamental de la histórica consagración de su selección como campeón de la Copa de Asia por primera vez en su historia, en la que el futbolista nacido en Shizuoka fue elegido como mejor jugador del torneo. Dos años después, sufrió el empate más doloroso de su vida. Japón ganaba 2-1 ante Irak en Doha y clasificaba a su primer mundial, pero, en el último minuto, el conjunto árabe empató el partido y dejó afuera del mundial a la selección nipona. Este suceso fue marcado por los hinchas como la “Tragedia de Doha”.

Cuatro años después de su vuelta al país del Sol Naciente, Miura fue transferido al Genoa, convirtiéndose en el primer asiático en jugar la Serie A. En su debut contra el AC Milan de Fabio Capello, que venía de ganar la Champions League de la temporada pasada tras derrotar 4-0 al Barcelona de Johan Cruyff, tuvo un fuerte choque con Franco Baresi que le rompió los huesos de la nariz y le provocó una conmoción cerebral. El único gol que convirtió en el club italiano fue en el 1-0 en el clásico contra la Sampdoria

Luego de una temporada en el fútbol italiano, King Kazu, como era conocido por los japoneses, regresó al Verdy Kawasaki donde disputó tres temporadas en las que se confirmó como uno de los referentes del fútbol nipón. A pesar de esto y de que contribuyó a que su selección se clasificase al Mundial de Francia 1998 por primera vez en su historia, no fue convocado a la edición de dicho torneo por diferencias con el entrenador Takeshi Okada.

En 1999 Kazu Miura volvió a Europa, más concretamente a Croacia, para formar parte del Dinamo de Zagreb, club en el que jugó 6 meses y donde ganó la liga de dicho país. Luego de su segunda etapa en el fútbol europeo, regresó a Japón para jugar primero en el Kyoto Sanga y después en el Vissel Kobe.

En 2005 Kazuyoshi  firmó contrato con el Yokohama FC y luego salió cedido al Sydney FC de Australia para disputar el Mundial de Clubes de ese año. Luego de participar en ese torneo, Kazu Miura regresó al conjunto japonés con el que aún continúa jugando a pesar de ya haber cumplido 52 años. En 2017, con 50 años y 14 días, anotó el único gol de la victoria de su equipo ante el Thespaku Gunma y se convirtió en el jugador más longevo en anotar un gol, superando a Stanley Matthews, un ex futbolista inglés que jugó en el Stoke City, el Blackpool y la Selección de Inglaterra.

Hoy en día Kazu Miura continúa siendo una importante celebridad en Japón. En 2011, luego del terremoto y tsunami en el que se murieron más de 15 mil personas, participó en un partido amistoso entre un seleccionado de estrellas de la J. League y el combinado nacional de Japón para recaudar fondos para los damnificados por la catástrofe. Además, subastó unos botines suyos que se vendieron por más de 70.000 dólares, mientras que los de jugadores de los Samurais Blues como Tulio Tanaka se vendieron tan sólo a 3.000.

A pesar de tener 52 años y no tener la misma cuota goleadora que antes, Kazu Miura quiere continuar jugando al fútbol por unos años más. “No me interesa convertirme en entrenador, presidente, director deportivo o comentarista de televisión. Mi único deseo es ser jugador. Y hasta la muerte si es posible. Cuando muera, no quiero que se informe que el ex jugador Kazu Miura ha muerto, sino que el jugador Kazu Miura ha muerto”, declaró al diario francés L’ Equipe en abril de este año.

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