viernes, noviembre 22, 2024

Diego Placente: “El que no comete errores, no aprende”

Por Valentín Gogorza 

Se denomina error a todo juicio o valoración que desobedece el criterio que se reconoce como válido, a toda acción que no se acata a lo que, de momento, juzgamos correcto. Erráticos o no, existen quienes tratan de evitar el error a toda costa, temerosos. Quienes se ven, tarde o temprano, inhibidos ante el temor del posible desacato que produciría el pensar que todo podría ser de otra manera. ¿Cómo vas a consolar a otro semejante tuyo luego de haberlo derrotado, si el criterio prevaleciente sostiene que el rival es tu enemigo? Ni hablar si el enemigo viste de verde y amarillo. Los verdaderos maestros son quienes logran hacernos pensar en todo lo que no pensamos, en todo lo que pasamos por alto. “Cultivar valores en los chicos es muy importante en esta etapa. No sé si influye en el juego, pero sí en la vida. Ellos son futbolistas dos horas por día, el resto son personas”, declaró Pablo Aimar, uno de los pilares del proceso de formación de juveniles, a cargo de la sub 17. Valores que exceden el campo de juego.

Diego Placente es otro de los involucrados en el proyecto. Desde julio de 2017 se encuentra al mando de una de las divisiones troncales en el desarrollo formativo de un jugador de fútbol: la sub 15. Influenciado, como tantos otros, por un formador de formadores, cuenta en ésta entrevista qué incidencia tuvo y tiene en su vida el trabajo realizado bajo las órdenes de José Pékerman y detalla la finalidad de su labor con los chicos. Además, revela sus intenciones de cara a su futuro como entrenador (ajenas a las que suelen circular a diario).

-¿Qué valores intentan transmitirle a los chicos? ¿Cuál es el objetivo primordial?

-Lo que intentamos transmitirle a los chicos cuando vienen al predio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) es que no solo queremos que mejoren en la parte futbolística y conceptual, que puedan decidir por ellos mismos y sepan para qué hacen cada cosa, sino que todo esto esté ligado al comportamiento, a la conducta, a ser respetuosos, a que aprendan a saber ganar y perder un partido o un campeonato. Los chicos que están ahí, no son solo los que juegan bien, sino los que reúnen todas las condiciones. Deben tener en claro que ellos están formándose para el día de mañana jugar en equipos grandes y/o en la selección mayor. La idea es conservar y trazar una línea para que los chicos la respeten.

-¿Cómo educan a los chicos con respecto a los medios y la exposición?

-Sabemos la importancia que tiene la exposición, ahora, en las redes sociales o en los medios de comunicación. Tratamos de brindarles charlas y talleres con la gente de prensa de la AFA para que sepan que las redes sociales pueden usarse bien o pueden usarse mal. Es decir, que desde chicos puedan tener conocimiento que todo el mundo, incluso los clubes del exterior, ven sus redes sociales para observar los comportamientos de cada uno. Entonces, actualmente, es muy importante saber usarlas correctamente y que los chicos tomen consciencia de lo que hacen.

-¿Y con la fama?

-Muchos son conocidos sin llegar aún a jugar en primera por medio de las redes sociales, porque tienen futuro. Deben saber que todas las puertas que están abiertas ahora, pueden cerrarse en cualquier momento. No deben sacarse de la mente el querer ser jugadores de fútbol, cómo llegaron hasta el día de hoy y todo lo que les resta para llegar a tener un nombre en el deporte.

-¿Qué notaste en los chicos que están atravesando el proceso formativo?

-Lo que nos habíamos enterado, antes de asumir, era que los chicos no tenían la ilusión de venir a la selección. Sin embargo, notamos que no era verdad. Todos quieren estar. Vienen con una sonrisa, con ganas, se esfuerzan en sus clubes para ser citados y cuando los ves entrenar, se nota que quieren aprender. En su comportamiento se ven las ganas que tienen y eso es lo más importante, lo que más contentos nos puso. Saber que sigue firme la misma ilusión y las ganas de jugar con la selección.

-¿Qué demandan los chicos, en general?

-Al verlos tan formados física y técnicamente, la gente se olvida de que son chicos. Lo que demandan es contención, alegría, atención. Hay muchos que están en las pensiones y no ven hace mucho a su familia y el poder estar en un lugar alegre, donde se sienten contenidos, hace que vayan más contentos.

-¿Qué te dejó José Pékerman y notás que ahora aplicás en tu trabajo?

-De José rescato la simpleza que tenía para que entendiéramos todo lo que nos decía, y su estilo de juego, con el que estoy identificado y siempre me gustó. Él nos enseñó que el comportamiento es muy importante en la formación. Nos transmitió lo que quería de un jugador de selección. No importaba si era el mejor jugador o no, si tenía un mal comportamiento, no era citado o convocado. Siempre me sorprendía verlo dando ejemplos de algo y luego llevándolos a cabo, algo muy complejo. Ahí, como jugador, empezás a creer en tu maestro o formador. Creo que por eso a José lo respetamos tanto. Nos sirvió mucho mantener esos comportamientos en nuestras respectivas carreras.

José Pékerman dirigió a la selección argentina sub 20 desde 1994 hasta 2001. Tres títulos mundiales (Catar 1995, Malasia 1997 y Argentina 2001) fueron algunos de los tantos frutos que dejó, quizás, uno de los mejores proyectos deportivos de la historia argentina. Diego Placente, Pablo Aimar y Lionel Scaloni tienen algo en común: fueron dirigidos por Pékerman en el Mundial Juvenil de Malasia, también en la Copa del Mundo de Alemania 2006. Hoy, forman parte del cuerpo técnico de la selección argentina, en sus respectivas divisiones.

-¿Un formador que se limita al exitismo es, justamente, un formador? ¿O un mal formador?

-A veces el día a día de las inferiores, en la locura de querer ganar cada fin de semana, se hace difícil. Uno se olvida que entrena o mejora todas las semanas para jugar el sábado, pero con los ojos puestos en un objetivo: jugar en la primera división. La urgencia de los clubes, entrenadores o coordinadores por ganar, obviamente, hace que se salteen cosas o que, por el miedo a equivocarse, no se cometan errores. Y el jugador que no comete errores, no aprende.

-En el futuro: ¿te gustaría seguir ligado a la formación de juveniles o tenés pensado dirigir a algún plantel mayor?

-Por ahora me veo con los juveniles, en la formación, ya que disfruto ver cómo mejoran en lo futbolístico, en lo técnico, en el entendimiento del juego, cómo se comportan dentro y fuera de la cancha, como en estos torneos van creciendo. Es impresionante vivirlo. Me encantaría saber que será de su carrera, más que de la mía.

FICHA TÉCNICA:

Diego Placente nació en Capital Federal en 1977. Comenzó y terminó su carrera futbolística en Argentinos Juniors. Fue campeón de tres torneos locales con River, su segundo club. Luego migró a Alemania, al Bayer Leverkusen, donde tuvo la oportunidad de disputar una final de Champions League en la temporada 2001-02. Logró cuatro títulos en el Girondins de Bordeaux, luego de jugar en el Celta de Vigo y San Lorenzo. Integró el plantel de la selección argentina en la Copa del Mundo de Alemania 2006, comandado por José Pékerman –quien lo había dirigido en el Mundial Juvenil de Malasia en 1997–. Disputó la Copa América de 2004 y fue convocado para la Copa Confederaciones del año siguiente. En el seleccionado registró 22 participaciones y ningún gol. Durante su carrera, también defendió la camiseta de Nacional de Uruguay –con el que fue dos veces campeón–, bajo las órdenes de Marcelo Gallardo. Acumuló 486 partidos y nueve goles en clubes.

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