Por Federico Flossdorf
Con una brillante tarea en ofensiva, Argentina supo contrarrestar la altura de los serbios y se metió en las semifinales del Mundial de China 2019.
En el primer tiempo Argentina no lo logró. Nikola Jokic fue la figura con 14 puntos. En apenas 5 minutos, los internos argentinos ya estaban cargados de faltas, Marcos Delía y Luis Scola tenían dos y Tayavek Gallizzi tres. Sin embargo en la segunda etapa Argentina intensifcó la marca y el pivot serbio convirtió dos puntos. Los otros dos pivots, Miroslav Radujlica y Boban Marjanovic, no conviertiron puntos.
Frente a un equipo con tanta altura, la lucha aérea la dominó Serbia. El elenco balcánico tomó 42 rebotes de los cuales 18 fueron ofensivos. Sin embargo Argentina pudo suplir ese déficit con un altísimo porcentaje en lanzamientos. Desde la línea de tres arrojó un 44% y un 61% desde la línea de dos.
Otra de las claves era aprovechar cada error de los europeos. Y Argentina lo hizo. Los dirigidos por Hernández convirtieron 27 puntos tras perdidas del rival y 11 de ellos fueron de contragolpe, marca registrada de este equipo.
Mas allá de la enorme tarea de Facundo Campazzo (18 puntos; 12 rebotes) y de Luis Scola (20 puntos; 12 rebotes) fue fundamental el protagonismo en ofensiva de algunos jugadores. Uno de ellos Patricio Garino quien anotó 15 puntos con tres de cinco en triples. Otro fue Lucas Vildoza, el base que vino desde el banco, hizo 11 puntos y fue importante es pasajes del segundo cuarto.
Lo cierto es que Argentina se mete por cuarta vez en una semifinal de un mundial tras vencer a uno de los candidatos. Cada vez más confiado el equipo de Sergio Hernández se medirá ante el ganador de Estados Unidos y Francia el viernes en Pekín.