Por Francisco Rodríguez
Luego de un largo periodo de frustraciones políticas y deportivas, Puerto Rico parece estar recuperando la alegría. Comandados por Renaldo Balckman (14 puntos y 9 rebotes), el equipo americano se clasificó a la segunda fase de un Mundial por primera vez en 13 años. En esta ocasión, frente a Túnez, el encargado de convertirse en héroe fue Gary Browne. Con sus manos, el reggaetón y un pueblo más activo que nunca, se vienen tiempos mejores en la isla boricua.
La Selección de Puerto Rico es una de las más tradicionales del continente americano, pero desde el 2002 que no pasaba el corte de la primera ronda en una cita mundialista. Tanto en Japón 2006 como en Turquía 2010, finalizó 17º, mientras que en el 2014, a pesar de los 22 puntos por partido de JJ Barea -histórico base de Dallas Mavericks que fue goleador de ese torneo- terminó en el 21º lugar.
Esta vez, sin Barea, la Selección dirigida por Eddie Casiano llegó a China con la ilusión de terminar con esta mala racha. Comenzó el Mundial con todo: ganó 83-81 un partido apasionante frente a Irán, que se definió con la gran actuación de David Huertas en el final. Luego, perdió frente a España, lo que los obligaba a vencer a Túnez para no repetir la historia de años anteriores. Hoy, en el último cuarto, el equipo africano desperdició una ventaja de ocho puntos, y a falta de 5,1 segundos, Gary Browne clavó la daga para enviar a Puerto Rico nuevamente a una segunda ronda.
En 2017, justo después de que la isla se declararse en quiebra, el Huracán María destrozó gran parte del territorio. Los manejos corruptos comprobados en los chats de Telegram entre el gobernador Ricardo Rosselló y sus funcionarios, sumado a su incapacidad, son algunas de las razones por la que la reconstrucción de este estado asociado todavía no termina. Además, en estas conversaciones, se podía leer el interior más sexista y homofóbico de quienes hasta el 2 de agosto tenían el poder.
Tantos años de frustraciones hicieron explotar en las calles, durante 12 días, al pueblo boricua. Sin violencia ni colores partidarios, simplemente con su presencia y cientos de representaciones artísticas, la música, y especialmente el reggaetón, se adueñaron de las calles. Ricky Martin, Bad Bunny, Residente y muchos otros también estuvieron presentes.
Hace tiempo que Puerto Rico no hacía más que resistir. Resistió a su corrupto y misógino gobernador, a los huracanes Katrina y María, a los reclamos insólitos de Donald Trump quejándose por Twitter de que debía enviar dinero a la isla debido a la aparición de un nuevo huracán –que ahora se dirige a Florida-, y en el plano deportivo resistió fracasos mundialistas desde el 2006, mismo año de la recesión económica.
Sin embargo, un día todo cambió. Desde esa resistencia histórica puede explicarse la cantidad de artistas puertorriqueños dedicados al reggaetón, la música de los marginados, que hoy son reconocidos mundialmente. Desde esa música y el compromiso de estos cantantes, junto a la movilización de todo el pueblo, puede entenderse la dimisión de Rosselló del gobierno puertorriqueño. Mientras que, desde las victorias agónicas ante Irán y Túnez, se puede entender el fin de la racha de decepciones mundialistas del equipo boricua.
El futuro no será fácil en -y para- Puerto Rico. Wanda Vázquez, la nueva gobernadora, también está envuelta en casos de corrupción. La ex secretaria de Justicia está siendo investigada por su negativa a indagar irregularidades relacionadas con la gestión del huracán María. El pueblo no quiere que ella los gobierne.
Mientras tanto, en China, donde los boricuas por ahora son felices, se viene un grupo de segunda ronda muy complicado. Junto con España, Puerto Rico deberá enfrentar a Serbia -uno de los máximos candidatos al título- y a Italia, comandada por Marco Belinelli y Danilo Gallinari. Solamente los dos mejores del grupo avanzarán de ronda. Sin duda, se vienen tiempo difíciles, pero mejores.