Por Francisco Rodríguez
En el partido inaugural de este Mundial, los dirigidos por Sasha Djorjevic vencieron sin despeinarse 105-59 a Angola. Comandados por su “7” bravo, la figura del partido con 24 puntos y 3 asistencias -en solo 20 minutos de juego- el verdadero candidato dice presente en China.
El mejor de Serbia es Nikola Jokic, un base encerrado en el cuerpo de un pívot de 2,13 metros. La estrella de Denver Nuggets encabeza tanto a su equipo como a su selección. Sin embargo, el vigente subcampeón del mundo también cuenta con un jugador que tiene cosas tanto de Emanuel Ginóbili como de Juan Carlos “La Bomba” Navarro. Cada vez que el escolta de Sacramento Kings, Bogdan Bogdanovic, viste los colores de su país, se transforma en una superestrella.
El 18 de agosto de 1992, mientras los conflictos bélicos en Yugoslavia se volvían una constante, Bogdanovic nació en Belgrado, Serbia. Empezó a hacerse notar desde el principio, especialmente en la temporada 2013-14, jugando para el Partizán, un histórico equipo de su ciudad natal. Allí, fue elegido como el mejor basquetbolista joven de la Euroliga, torneo que luego ganaría en 2017, con el Fenerbahce turco, antes de dar el salto a la NBA. A pesar de haber sido drafteado por Phoenix Suns en 2014, el escolta llegó a Estados Unidos tres años después. ¿Su destino? Sacramento Kings.
Hoy en día, el serbio de 27 años comparte el perímetro en su equipo con De’Aaron Fox, un joven base talentoso y atlético. Estos dos, muchas veces, invierten sus roles, como lo hacían Tony Parker y Ginóbili en San Antonio: Bogdanovic se disfraza de armador y el estadounidense se encarga de anotar. Su talento, garra y personalidad hacen del MVP del Risings Stars Challenge 2018 un jugador peligroso, especialmente en el plano ofensivo, con la capacidad de anotar desde el perímetro como Juan Carlos “La Bomba” Navarro.
Por otro lado, en China 2019, con Estados Unidos “debilitado” por la ausencia de sus estrellas, el mejor equipo del mundo actualmente -según el ranking FIBA- se ilusiona con terminar una racha de tres subcampeonatos en los últimos cuatro grandes torneos. Ya que, al igual que en el Mundial del 2014, también se quedaron con la medalla plateada en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y en último Eurobasket (2017).
En este primer partido, Serbia mostró ser un equipo generoso y con mentalidad colectiva. Dominador de todos los aspectos de juego –es cierto, ante un rival de menor envergadura- sin exigirse demasiado. Repartieron un total 32 asistencias y bajaron 41 rebotes, sumados a una efectividad del 65% en sus tiros de campo. Bogdanovic fue la figura, pero también hay que destacar al dúo de internos NBA formado por Jokic (14 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias en 22 minutos) y el gigante recién llegado a Dallas, Boban Marjanovic (12 puntos y 10 rebotes en 17 minutos). Mientras Nemanja Bjelica, ala pívot de los Kings, ni siquiera entró esta vez.
Al igual que en 2014, Serbia comenzó el Mundial con una paliza a Angola. Esta vez, con la conducción de Jokic y el poder de fuego de Bogdanovic -sumado a un aceitado juego colectivo imposible de obviar- el equipo de Djorjevic espera que el destino le tenga preparado un mejor final. China 2019 es la oportunidad perfecta para que Serbia, por fin, se quede con todo.