martes, diciembre 3, 2024

Caniggia, Brasil y ese gol que lo marcó para siempre

Por:Diego Yudcovsky y Valentín Irisarri

El gol de Caniggia a Brasil, sin dudas, marcó un antes y un después en la historia del fútbol argentino. Tanto que a día de hoy, casi 30 años después, se lo sigue recordando.

Le planteamos el siguiente desafío. Acérquese a la pantalla más cercana. Abra el buscador. Ingrese a YouTube. Escriba: gol de Cani… Automáticamente, casi por arte de magia, podrá visualizar el resultado de una búsqueda que conduce al mismo destino. Un gol, un partido y una victoria que marcaron un antes y un después de aquella epopeya.

La tiene Maradona en el círculo central contra Alemão. Escapa Diego. Se lleva la pelota Maradona, también contra Dunga. Ahí va Maradona, ahí va Maradona para Caniggia, ta ta ta…gol gol gol…”, narraba Víctor Hugo Morales en aquel épico partido en el Estadio Delle Alpi de Turín.

Pelotas en los palos, camisetas amarillas arrinconan a las celestes y blancas contra su propia valla como cerdo que es llevado al matadero y un bidón que nada tenía que ver con el desarrollo del juego, sellaron un resultado digno de una película de Hollywood. Ante semejante adversidad carioca, un petiso con rulos que superó su propia limitación física y un pájaro que escapó de su jaula lograron emular la historia de David contra Goliat.

El 24 de junio de 1990 se enfrentaron Argentina y Brasil por los octavos de final del Mundial que organizó Italia. En aquel encuentro, el campeón vigente se disputaba el pase a la siguiente ronda ante una selección que llegaba al mismo con figuras como Taffarel, Branco, Romário, Dunga, que brillaban a nivel mundial.

Durante el partido, el conjunto brasilero demostró una notoria superioridad en el juego. Generó numerosas ocasiones de gol que concluyeron en varios tiros en los palos y atajadas de Sergio Goycochea. Transcurrían los 35 minutos del segundo tiempo, cuando Maradona apiló cuatro rivales y filtró la pelota para que Caniggia amague al arquero y defina con su pierna inhábil al centro del arco.

El pitazo final del árbitro desató la locura, no sólo en los jugadores, sino también en millones de argentinos que fueron contemporáneos de dicha hazaña. Ésta, sigue siendo recordada a lo largo de los años, como un hito que selló la carrera de Claudio Paul Caniggia en la Selección y la historia de los enfrentamientos entre argentinos y brasileros.

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