Por Santiago Ballatore
19 de febrero de 1986, Dos Riachos, Brasil. Muchas cosas habrán pasado esa fecha alrededor del mundo. Incluso en ese pueblo de poco más de diez mil habitantes. Pero con el diario del lunes, 33 años después, se puede afirmar que hay uno que destaca: el nacimiento de Marta Vieira da Silva, o como es conocida popularmente, Marta, a secas.
Por una lesión en el muslo izquierdo, la futbolista brasilera no había podido disputar el partido del debut de su seleccionado en el Mundial de Francia ante Jamaica pero, a pesar de no estar aún recuperada al 100%, decidió jugar los otros dos encuentros del grupo. Ante Australia convirtió un gol de penal, aunque al equipo no le alcanzó ni siquiera para rescatar un empate, y frente a Italia volvió a marcar desde los doce pasos, y sin dudas fue vital para el futuro cercano de Brasil, ya que fue el único gol del partido y clasificó al plantel a los octavos de final.
El gol que marcó contra Italia no fue solamente uno más para la futbolista. Gracias a la combinación que tuvo con su compañera Debinha, que sirvió para conseguir la falta dentro del área, y la posterior ejecución del tiro, se convirtió en la máxima goleadora de la historia de los Mundiales con 17 goles, superando a Miroslav Klose. Así que con este tanto, Marta no hizo historia nada más en el fútbol femenino, sino que dejó una fecha marcada para la historia de este deporte.
Es verdad que en cierto punto es decepcionante para las jugadoras brasileñas haber clasificado como terceras en el grupo C, pero teniendo en cuenta las grandes actuaciones de Australia e Italia, es entendible. Y es más positivo si se tiene en cuenta que Bárbara, la arquera de la Verdeamarela, le sacó un disparo en el área chica a la otra Bárbara, Bonansea, que entraba sola por el segundo palo para cambiar el rumbo del partido.
A cuatro partidos está Marta de conseguir lo que tantas veces se le frustró, la Copa del Mundo. Quedó afuera en cuartos de final en Estados Unidos 2003, perdió la final en China 2007, otra vez no pasó los cuartos en Alemania 2011 y se quedó en los octavos de final de Canadá 2015. Teniendo en cuenta que esta puede ser la última copa para varias jugadoras de una generación histórica, como ella y la mediocampista Formiga, sabe que deberá utilizar todos los cartuchos que le queden en los partidos que vengan.