Por Ignacio Bretto Riveira
Una de las principales situaciones que acostumbramos a ver es que muchos jugadores de fútbol, en actividad o retirados, se acercan al automovilismo, ya sea como fanáticos o para convertirse ellos también en pilotos de competición. Uno de los casos más conocidos es la historia de la familia Pernía, cuyo apellido es sinónimo de fútbol y motores, con Vicente Pernía a la cabeza. Pero no son los únicos.
El exdefensor de Boca Juniors, que consiguió un total de 6 títulos, se retiró en 1982 y unos años más tarde decidió ingresar en el automovilismo nacional, compitiendo en Turismo Nacional y en Turismo Carretera. En su carrera obtendría un pequeño número de victorias y un subcampeonato en 1997.
Sus hijos, Mariano y Leonel, siguieron los pasos de su padre años más tarde. Mariano, quien tuvo una amplia carrera con pasos en Independiente y Atlético Madrid, y que disputó un Mundial para España, se retiró en 2011 para, un año más tarde, comenzar a competir en la Fiat Línea Competizione y en el TC Mouras. En 2013 debutó en la Clase 2 del Turismo Nacional y participó allí hasta el 2015. En 2016, lo contrató el Ambrogio Racing, representante oficial de Renault, para competir en el TC2000.
Leonel, quien llegó a jugar en la reserva del Xeneize, compitió en las cuatro categorías más importantes del país, es actual bicampeón del Súper TC2000 con Renault, logró un campeonato de Turismo Nacional en 2018 y es de los pilotos más reconocidos en el Turismo Carretera, donde a lo largo de los años da pelea por la Copa de Oro.
Otro de los casos es el de Bruno Marioni, familiar de los Pernía. El delantero de gran carrera en México y campeón de la Copa Libertadores en 2007 con Boca, comenzó en el automovilismo con un Subcampeonato en la Fiat Línea Competizione y un campeonato en la Abarth Punto Competizione, teloneras del Súper TC2000. En 2011 corrió en TC2000 con un Honda Civic de la Escudería Rio de la Plata.
Otra de las situaciones más resonantes fue la de Sergio Agüero. El “Kun” siempre fue fanáticos del automovilismo, por lo que en 2012 probó una chevy de Turismo Carretera durante el anuncio de la creación de su equipo JL Kun16.
Martin Palermo y Roberto Abbondanzieri fueron otros dos que probaron suerte en el automovilismo. Los ídolos xeneizes corrieron en la categoría Top Race Series en 2011 y dicha carrera, disputada en el autódromo Oscar y Juan Gálvez, finalizó con el “Pato” en 16º lugar y el máximo goleador en la historia de Boca en el 19º.
Hay muchos casos en los que los jugadores no se transforman en pilotos pero demuestran el fanatismo hacia el deporte y uno de ellos es Ignacio Scocco, que confesó ser hincha de Chevrolet y que desde los 10 años tiene la tradición de levantarse temprano los domingos para mirar las carreras. El actual jugador de Newell’s también mencionó que cuando concentraba en River, quien lo acompañaba en esa situación era Leonardo Ponzio.
Este último fue quien estuvo presente de una manera especial en el automovilismo, ya que en 2018 el equipo SportTeam, cuyo director es hincha del “millonario”, colocó el número 23 en el auto que el equipo utilizó ese año en Súper TC2000. Tiempo después, ambos jugadores tuvieron la posibilidad de subirse a un TC en el autódromo Roberto Mouras de La Plata.
Otro piloto comprometido es Marcos Di Palma que, fiel a su estilo, presentó en la exposición “ExpoBoca” su Chevrolet de Turismo Carretera ploteado con los colores del club en 2016.
Pero sin duda alguna, uno de los acercamientos más importantes entre ambos deportes fue lo sucedido en la temporada 2005 del Top Race v6. En aquel año, la categoría decidió pintar sus autos con los colores de Boca, River, San Lorenzo e Independiente, entre otros, y, en muchas ocasiones, se podía observar a los autos de la categoría como a los pilotos en las distintas canchas del fútbol argentino. Es por eso que esa temporada nos dejó imágenes como la del Flaco Traverso saliendo al Monumental con un buzo que simulaba la camiseta o a Guillermo Ortelli saliendo campeón con los colores del club del cual es hincha, Boca Juniors.
Estos acercamientos generan que el público futbolero se involucre más en el automovilismo y logra, de alguna manera, que tanto pilotos como futbolistas se muestren juntos en muchas ocasiones, ya sea en un autódromo o en una cancha.