miércoles, diciembre 10, 2025

Cielo Rotryng Álvarez, fue abusada en un torneo de tenis de mesa, pero combatió sus miedos y logró justicia

Por Gonzalo Dipiazza

La historia de Cielo Rotryng Álvarez tiene muchas formas de arrancar. Sus inicios como tenismesista a los 12 años en el club Macabi, su oportunidad de representar a la Selección Nacional o, el día que decidió hacer la denuncia más importante de su vida. Todo lo que vivió merece ser narrado desde el comienzo.

Cielo Rotryng Álvarez nació el 7 de mayo de 2003 en la Ciudad de Buenos Aires donde vivió junto a su abuela materna. Sin embargo, Villa Gesell siempre fue su segundo hogar, donde solía pasar el verano, para hacer viajes con amigos y visitar a sus padres, Walter Pichu Rotryng y Paula Álvarez, quienes se separaron cuando ella tenía tan solo cinco años.

El tenis de mesa era su vida, se entrenaba los cinco días de la semana en el Centro de Alto Rendimiento, viajaba a diferentes países como Perú, Paraguay, Guatemala, Panamá, Brasil y Uruguay entre otros, con el fin de disputar torneos, con el sueño fijo de vestir la celeste y blanca. Se perdió cumpleaños, día del padre, de la madre, pero eso demandaba el deporte de alto rendimiento, compromiso, actitud e intensidad. Mientras lo contaba, sonrió con cierta nostalgia: “Para nosotras cumplir los 15 era como un momento especial, pero yo los cumplí en otro país, alejada de mi familia, en ese momento lo eran el equipo y los entrenadores”. De esas experiencias, recabó valores y aprendió a manejarse sola, a estar mucho tiempo fuera de casa, a tener responsabilidad.

El 14 de diciembre de 2017, mientras se llevaba a cabo el primer día de competición del Abierto de la República Argentina de Tenis de Mesa, Cielo Rotryng Álvarez se cruzó en los pasillos del CeNARD a Juan Pablo Lamadrid Barraza, un reconocido tenismesista de origen chileno que, mientras conversaban, la sujetó fuertemente y la llevó hasta una sala de máquinas donde abusó sexualmente de ella. Reiteradas veces la joven le pidió que parara, pero a Barraza no le importó y hasta le ordenó que dejara de gritar y llorar. Armada de valor, relató durante la entrevista: “Íbamos por un pasillo muy largo, repleto de puertas donde tenés desde las calderas, vestuarios, sala de iluminación y más. De manera milimétrica y en cuestión de segundos, terminé dentro de una de esas salas donde el ruido de las máquinas, si me lo preguntan, me lo acuerdo hasta el día de hoy, habiendo pasado 8 años”. La protagonista quedó en un estado de shock y no sabía en qué pensar.

El día de la competencia transcurrió con normalidad, menos para ella, que debió cambiarse para pasar desapercibida y ocultar los rastros de sangre que le habían quedado en la ropa tras el ataque de Lamadrid Barraza e ir a competir. Este mal recuerdo le generó angustias, ataques de pánico y afectó en su rendimiento deportivo, razón por la que en diciembre de 2019 se retiró del tenis de mesa por temor a reencontrarse con el agresor en el campeonato que se iba a realizar en Chile. “Lo oculté en mi cabeza durante años y me convencí de que eso no pasó. Pero entendí que lo que me había pasado tiene nombre y apellido y que había sido un abuso”, reflexionó. Nadie comprendía cómo en ese gran momento que estaba viviendo decidía renunciar a lo que más amaba.

Su vida siguió como si nada hubiera pasado aunque, por intermedio de un amigo, Barraza la amenazó para que no hablara. En paralelo a su incertidumbre de hacer público el abuso que había sufrido, tuvo charlas con chicas que le contaban cómo habían pasado por abusos similares, sin que nadie supiera del suyo. “Fue allí cuando empecé a creer que tenía que hacer algo con esto, que no era algo que podía morir en mí”, expresó con un tono calmo, pero cargado de determinación. La vida volvió a sacudirla, cuando el 8 de octubre de 2020 su padre falleció de un ataque al corazón. A partir de entonces decidió mudarse a Villa Gesell.

A fines de 2021, mientras cursaba el primer año de la carrera de Periodismo Deportivo en Tea y Deportea Online, tuvo que escribir sobre abusos sexuales en la iglesia y cómo ello afecta en la niñez y en la adolescencia. Al momento de redactar, percibía una cuota de sentimiento: “Sentí que algo se prendió en mí. Empecé a investigar, a hablar con psicólogos, psicopedagogas especializadas en el tema y darle forma al trabajo”.

Algo tan sencillo como un trabajo práctico fue lo que finalmente la convenció a que el 13 de abril del 2022, Cielo Rotryng fuese a una Unidad Fiscal especializada en Violencia contra las Mujeres para denunciar a Juan Lamadrid Barraza. Posteriormente, lo hizo público en sus redes sociales, con el apoyo de la Federación Argentina de Tenis de Mesa, y recibió muchos mensajes de acompañamiento, pero también amenazas de Barraza. “Me decía que me iba a denunciar por calumnias e injurias, pero lo que él no sabía es que había una denuncia hecha y todo sirvió como pruebas para la causa”, argumentó.

La Unidad Fiscal empezó a recopilar todas las pruebas necesarias que podrían llegar a solicitarse y, durante semanas, Cielo y las personas que estaban al tanto de la denuncia debieron mantener cautela absoluta, ya que podía haber consecuencias si se hacía pública la investigación. La causa se abrió el 30 de mayo de 2022, a partir de entonces, la fiscalía comenzó a tomar testimonios con el fin de reunir toda la información posible. Nueve días más tarde Lamadrid Barraza fue convocado a dar declaración indagatoria, como no se presentó, se ordenó su captura nacional e internacional ya que estaba en su país natal y, en primera instancia, no quería dañar su reputación.

Dos años y cuatro meses después, luego de un proceso largo de incertidumbre, que fue difícil de abordar para Cielo Rotryng, se condenó a Juan Pablo Lamadrid Barraza a la pena de seis años de prisión y accesorias legales como autor del delito de abuso sexual agravado. Tras la sentencia, la extenismesista escribió un descargo en redes sociales: “Por momentos con miedo y sin esperanzas de que se haga justicia, pero siento que finalmente valió la pena luchar y que no, no todo está perdido”, suspiró con alivio.

En 2023 Cielo Rotryng obtuvo la Tecnicatura de Periodismo Deportivo en Tea y Deportea Online y, desde mediados de 2024 es periodista y fotógrafa en la Liga Madariaguense de Fútbol. Lo que marcó a Cielo fue su valentía para contar los hechos, resistencia ante las amenazas del acusado y su fortaleza ante una gran batalla que comenzó con su silencio por temor a perder su carrera como tenismesista y se selló con justicia.

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