Por Juan Pedro Tomaghelli
Argentina Leyes expone la intimidad de su hogar en Parque Patricios. Jueves 10 de julio de 2025. Afuera llueve y truena; adentro no hace falta. El silencio espeso del interior se escucha más que cualquier grito. El olor a humedad y los muebles viejos y gastados son testigos de un dolor que persiste. Argentin toma asiento en su living. De fondo, un cuadro con una foto de su hijo Javier Gerez, asesinado por la policía en 2013 en el marco de un partido entre Estudiantes de La Plata y Lanús en La Plata, acompañada por un lema: “Nunca te voy a olvidar”.
Argentina saca otra foto de su hijo, una selfie con amigos de aquel fatal 10 de junio de 2013, yendo al estadio Único de La Plata. La mira en silencio por dos minutos. Su mano tiembla sobre el marco de madera y exclama, con la voz quebrada: “A mi hijo lo mataron en la tribuna, y nadie se hace cargo”.

-¿Qué le genera observar estas fotos, Argentina?
-Dolor, mucho dolor. Él iba siempre a ver a Lanús, amaba ir -responde, y agrega-. Yo sufría cada vez que iba a la cancha, pero sabía que era lo que más le gustaba hacer.
-¿Por qué sufría?
-El ambiente en los estadios siempre fue muy violento. Las represiones policiales eran constantes y temía que en algún momento le tocara a él.
Es una madre que no desiste en el pedido de justicia por su hijo, al que sigue sintiendo cerca. “Los homenajes y los recuerdos me hacen sentir orgullosa del hijo que tenía, y que me arrebataron de un momento a otro unos delincuentes vestidos de policías”, dice sin poder ocultar su resentimiento, antes de quebrarse en un llanto cargado de impotencia.
En el Estadio Único Ciudad de La Plata hay un cartel de señalización en recuerdo a Gerez, acompañado por la leyenda “Memoria, verdad y justicia” y firmado por la Secretaría de Derechos Humanos, con el objetivo de repudiar los hechos de violencia institucional.
A 54 kilómetros, en el Estadio Néstor Díaz Pérez de Lanús, también está latente el recuerdo, con dos plaquetas colocadas por el club en homenaje al asesinado, que tenía 42 años. Una de ellas dice: “Acá fue feliz el Zurdo Gerez, víctima de violencia estatal en La Plata”. Y la otra: “En homenaje a Javier ‘El Zurdo’ Gerez”.

“El caso de Gerez está archivado y enterrado por la justicia. Es muy difícil que haya una resolución en algún momento. Ya nadie pelea por una sentencia”, cuenta Bruno Russo, director de Fortaleza Granate, medio digital de Lanús, que compartió años con Gerez en la Subcomisión del Hincha, organismo que se disolvió luego del asesinato, punto de quiebre para que las autoridades decidieran prohibir los hinchas visitantes en la Primera División del fútbol argentino. Una medida que se había adoptado antes en el Ascenso, cuando el 25 de junio de 2007, Marcelo Cejas, hincha de Tigre, fue asesinado por barrabravas de Nueva Chicago que invadieron el campo de juego del estadio de Matadores, en un partido clave para el ascenso de Tigre. Los disturbios se extendieron a las afueras de la cancha, donde Cejas fue agredido con pedradas y patadas a traición.
A 35 kilómetros del hogar de Argentina Leyes, en el barrio San Rafael I de la provincia de Buenos Aires, vive Mónica Cejas, hija de Marcelo, a quien recuerda como la mejor persona que conoció en su vida. “Mi papá no tenía un gramo de maldad”, dice. En el interior del hogar, en una cocina desoladora, hay cuadros torcidos, platos sucios y un tacho de basura desbordado que entristecen al ambiente en el que Mónica se sienta a rememorar a su padre. “El tiempo sigue pasando y nadie se hace cargo. A mi papá lo mataron unos cobardes encubiertos por la corrupción. Me voy a morir pidiendo justicia”, expresa Mónica, quien, aún 18 años después, no puede ocultar su furia y dolor.
“No hay nadie a cargo de la investigación por el asesinato de Cejas; hay que estar unidos como familia que somos para solidarizarnos siempre con los cercanos a Marcelo Cejas”, confirma Martín Suárez, presidente de Tigre, quien además, sobre la prohibición de la hinchada visitante, agrega: “Es tiempo de que vuelvan de manera permanente, como sociedad estamos preparados y los clubes lo necesitan”. En las afueras del estadio José Dellagiovanna de Tigre se puede observar un mural en homenaje a Cejas, con su rostro y la siguiente frase: “Por un fútbol en paz y sin violencia”.
A pesar de los homenajes, los deseos y las posturas, el regreso de los visitantes continúa siendo un debate abierto. La AFA, las agrupaciones de hinchas y los organismos de Seguridad y Derechos Humanos analizan los riesgos y condiciones para decidir de qué manera es conveniente llevarlo a cabo.
El 19 de julio de 2025, en la cancha de Lanús, tuvo lugar la primera prueba oficial de regreso de parcialidad visitante en la Provincia de Buenos Aires desde 2013, en la que el local enfrentó por el Clausura a Rosario Central, que llevó alrededor de 7.000 hinchas. No se registraron incidentes y, para Nicolás Russo, presidente del Granate, fue todo un éxito. “Salió como esperábamos; ojalá sea el puntapié para recuperar la identidad futbolera”, comentó.
Entre los hinchas del Granate que presenciaron el encuentro, se encontraba Argentina Leyes, sentada en la Platea Sur junto a su hermano, Walter Leyes, y su hija, Ana Gerez, hermana de Javier. Argentina no iba a la cancha desde 2017, y cataloga su vuelta a los estadios como uno de los días más felices de su vida, aunque la tristeza, de a ratos, siga invadiendo su cuerpo.
-¿Qué significó para usted volver al estadio después de tanto tiempo?
-Me encantó. Estaba muy nerviosa porque todo saliera bien y, la verdad, no tengo reproches. El partido casi no lo vi. Miraba la tribuna en la que debería estar el Zurdo y, de reojo, miraba a la tribuna visitante, como esperando que algo ocurra. Fue muy chocante.
-¿Cree que los hinchas visitantes pueden volver de forma permanente a los estadios argentinos?
-Sí, creo que se puede. La gente maduró, pero nunca hay que dejar de lado que los violentos siguen existiendo en todos lados. Con los cuidados necesarios, pueden volver sin problema, ¿por qué no? La gente estaba contenta, los niños miraban las dos tribunas sorprendidos. Es lindo, le da color.
Uno de los clubes que, dirigencialmente, se manifestó en contra del regreso visitante es River. Aunque en la previa al partido ante San Lorenzo, el 27 de julio de 2025, apareció una pancarta en las afueras del Monumental. “Queremos ir y recibir visitantes, respeten a los hinchas”, rezaba el mensaje brindado por la Subcomisión del Hincha de River, postulándose en contra a los dirigentes de su propio club, que no creen conveniente el regreso. “El cartel lo pusimos porque el fútbol argentino necesita recuperar la identidad”, comenta Christian Krom, uno de los líderes de la Subcomisión del Hincha de River, quien afirma que los dirigentes “van en contra del hincha y subestiman a la gente porque solo les importa su negocio”. Si bien reconoce que todavía es difícil una vuelta permanente a los estadios, Krom plantea que “al menos deberían probarlo en partidos aislados, como hicieron en Lanús”.
“En el fútbol argentino toda la vida hubo intereses cruzados entre el poder, los clubes, los hinchas y los organismos, y esta medida no es la excepción”, comenta Javier Vijande Penas, gerente de los órganos jurisdiccionales de la AFA, y agrega: “Sabemos bien a quiénes les conviene y a quiénes no la vuelta de los hinchas visitantes, y hoy la tendencia más fuerte es mantener las cosas así como están”. Vijande Penas cierra, mostrando la postura interna que mantiene la AFA sobre el tema: “Las esporádicas pruebas piloto sirven para ver si rinden económicamente o no los visitantes. Por eso, desde AFA nos aseguramos de que los clubes que tengan esa prioridad, de que sean clubes convocantes”.
Según la organización Salvemos al Fútbol, desde 2013 a 2025, se registraron 77 muertes dentro de los estadios, víctimas de violencia, 15 más que entre 2000 y 2013. Lo que se había planteado como solución en su momento, no funcionó.
“Con la eliminación de las hinchadas visitantes, se solucionaron buena parte de los problemas administrativos de los actores políticos relacionados a garantizar la seguridad de la gente en los estadios”, dice Darío Ricardo Díaz, encargado de la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la nación, que tiene un rol preponderante en la supervisión de los integrantes de la fuerza policial. La policía y su accionar siempre fueron foco de crítica en el fútbol, por lo que Díaz afirma y aclara que las fuerzas de seguridad “son transparentes y previenen muchísimas más muertes de las que se ven en las estadísticas”. Además, comenta que “no han cambiado su forma ni su preparación a lo largo del tiempo. El manejo es el mismo sin importar si hay una o dos parcialidades”.
El sociólogo y docente Pablo Alabarces, catalogado como “experto en la violencia del fútbol”, critica: “En todos estos años, los operativos policiales en los estadios han sido más relajados y eso representa un problema en este contexto. Habiendo una sola parcialidad, son incontables los casos en los que las fuerzas policiales quedan expuestas por no poder neutralizar los hechos violentos. Entonces, si esto se trata de política, ¿por qué los dirigentes de alto rango querrían a los visitantes si no pueden con una sola hinchada?”.
Policías, dirigentes, periodistas, autoridades e hinchas. Todos son parte de esta bola de nieve llamada “hinchada visitante”. Los intereses cambian, las posturas también. Lo que no cambiará jamás es el dolor. De Argentina Leyes, de Mónica Cejas y de todos aquellos que continúan buscando respuestas. Su lucha es por algo más profundo: memoria, verdad y justicia. Mientras, el fútbol argentino debate su futuro.



