Por Joaquín Prieto
María Candela Ratibel tiene 21 años, comenzó haciendo tenis, después pasó por lanzamiento de bala y hoy practica lanzamiento de disco en alto rendimiento en la Escuela Municipal de Morón. Representa a la selección nacional en U23 y Mayores. Además, estudia kinesiología.
Su perseverancia la llevó a ganar los últimos Juegos de Alto Rendimiento (JADAR), disputados en septiembre en Rosario, alcanzar el segundo puesto en el Nacional de Mayores y el séptimo en el Sudamericano en Mar del Plata. Practicó tenis y atletismo a la par durante cuatro años, hasta que a los 18 tomó la decisión de apostar por el lanzamiento.
-En los JADAR, ¿por qué representaste a la Ciudad de Buenos Aires y no a la Provincia?
-Porque, al estar en la Federación Atlética Metropolitana, que es del AMBA, nos metieron a todos los atletas como si fuéramos de CABA, a pesar de vivir en la Provincia. Encima, el que nos financió el viaje y la estadía fue el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, no el de la Ciudad.
-¿Cómo es la actualidad de la Escuela Municipal de Morón?
-Me ayudan a pagar la cuota de la federación y los viajes y torneos que sean del CENARD. Cuando el torneo es nacional, me pagan un tanque de nafta, por ejemplo. A veces me dicen que no pueden darme una mano por temas de presupuesto, por lo que tengo que pedir todo con anticipación para que ya lo tengan en cuenta.
-¿La municipalidad les da la ayuda y comodidad suficiente a todos los deportistas?
-En la municipalidad no tengo discos oficiales (de competencia), solo dos de entrenamiento. Uso dos discos míos y uno que me dieron ellos. Las zapatillas las compré afuera del país y el otro par lo conseguí acá, a pesar de lo complicado que es.
-¿Cómo fueron tus inicios?
-Jugué al tenis desde los 7 hasta los 18 años. A los 14 entré en el mundo del atletismo. Entrenaba tenis hasta las 18 y a las 19.30 ya estaba en la pista para hacer lanzamiento. Era mucho entrenamiento. Me la pasaba lesionada debido al desgaste físico, pero el tenis me ayudó a adaptarme rápido a la técnica del lanzamiento, que es bastante parecida.
-¿Cómo fue el cambio de deporte y empezar a hacerlo en el alto rendimiento?
-Fue una apuesta. Lo ideal es arrancar a los 9 o 10 años, y yo lo hice a los 14 buscando algo nuevo para hacer, no pensaba en el alto rendimiento. Cuando salimos de la pandemia quedé segunda en los Juegos Bonaerenses y, al año siguiente, los gané.
-¿Hay mucha diferencia entre practicar de manera recreativa y hacerlo en el alto rendimiento?
-Sí, mucha. Yo me comparo con los demás chicos que vienen a la Escuela Municipal. Quizás vienen tres veces a la semana y entrenan un poco de todo, mientras que yo hago doble turno de lunes a sábado y me focalizo en cosas específicas.
-¿Cómo se prepara una atleta de lanzamiento de disco?
-En la semana anterior a la competencia tengo dos días de carga, es decir, levanto pesas como siempre, y tres de descarga, en los que solo hago técnica de lanzamiento para llegar bien al fin de semana.
-¿Te preparás para todos los torneos de la misma manera?
-Siempre lo intento. Tengo dos entrenadores: el de la selección, Julio Piñeiro, que me da la planificación de manera virtual porque vive en Azul, y Naty de Maneses, mi profesora de la Escuela Municipal.
-¿Cómo manejás los nervios antes de una competencia?
-Sufro demasiado. Cuando jugué el Sudamericano de Mayores, que justo terminaba la clasificación a los Panamericanos, fue el momento más duro. Sentí los nervios de representar al país, lo cual me parece muy loco, pero me llena de orgullo. Uso toda esa presión como combustible.
-¿Qué balance hacés de este año en lo deportivo?
-Me queda un sabor amargo, ya que no mejoré mi marca (48,40 m) y me quedé a las puertas de los Panamericanos. Por otro lado, me siento orgullosa de representar al país en Mayores y por haber ganado el Nacional U23, los JADAR y la Copa de Clubes.
-¿Cuáles son tus próximos objetivos?
-A mediados de noviembre arranco la pretemporada hasta febrero, porque en abril tengo el Sudamericano U23 en Paraguay. Para el año que viene apunto a los Nacionales U23 y de Mayores, y a los Juegos Odesur que se disputarán en Santa Fe.
-¿Y tus sueños?
-Quiero ser atleta olímpica y mejorar mis marcas. Mi sueño es clasificar a los Juegos Olímpicos y a un Mundial de Mayores. No llegué a clasificar a los Panamericanos por muy poco: entraban las primeras 10 y quedé 13ª. Lo ideal sería clasificar a Los Ángeles 2028 o a Brisbane 2032.
-Además del deporte, estudiás kinesiología y fisiatría. ¿Cómo te organizás?
-Entre el primer y el segundo turno de entrenamiento voy a la facultad, y si no curso, aprovecho para estudiar. También uso las horas de cursada para sacarme todas las dudas y prestar atención, ya que no tengo mucho tiempo para estudiar. Ahora entiendo qué músculos trabajo con cada ejercicio. En el futuro me gustaría ejercer en algún hospital o club.
-¿Tenés referentes?
-Natalia de Maneses, que fue campeona nacional ocho veces y ahora es mi entrenadora. Aprovecho toda su experiencia para seguir creciendo. Suelo pedirle consejos a ella y a mi otro entrenador, Julio Piñeiro.
-¿Dejaste cosas de lado por el alto rendimiento?
-Principalmente, juntadas con amigos, novio y familiares. No fui a cumpleaños o me volví antes. Todo lo relacionado a lo social. A veces hay que dejar de hacer cosas a cambio de lo que más te gusta para cumplir los objetivos. Creo que en el futuro voy a poder vivir todo.
-¿Cómo influye tu entorno en el día a día? ¿Te sentís apoyada?
-Siempre que necesito ayuda o una contención, ellos están para mí, me apoyan. Valoro mucho que mis papás me acompañen en mi deseo de ser atleta de alto rendimiento, a pesar de que, de tres hermanos, yo sea la única que se dedique a esto. Noto que están orgullosos de mí.



