Por Joaquín Caban
En 1960 Newell’s Old Boys pisó por primera y única vez la segunda división de Argentina, allí convivió durante tres años para finalmente ascender mediante un decreto de AFA. Con el triunfo de ayer ante Huracán por 2 a 0, logró respirar y despegarse de la zona roja, aunque aún debe esperar resultados para confirmar la permanencia.
Los leprosos acumulan solo tres victorias en lo que va del segundo semestre, sin chances de clasificar a los playoffs, al igual que en el Torneo Apertura. En estos momentos está a seis puntos del último de la clasificación anual y, teniendo en cuenta las recientes malas campañas, pueden complicarse de cara a la próxima temporada.
El 2012 lo arrancó en el fondo de la tabla de promedios junto a River, Independiente y San Lorenzo, pero la gran campaña de Gerardo “Tata” Martino lo dejó en el segundo puesto, por debajo de Boca. Ese fue el momento del reflote.
Sin embargo, hace doce años que el rojinegro no entra en el top 5 de la liga argentina: la última vez fue en el Torneo Inicial 2013, en el que llegó con chances de campeonar hasta la fecha final. Esa temporada, logró obtener la corona en el Torneo Final, aunque desde allí la debacle.
Sin un rumbo claro, Newell´s fue de más a menos. Desde el 2021 pasaron 14 directores técnicos, lo que deja en evidencia la falta de un proyecto futbolístico serio. La reserva compitió durante varias campañas, peleó definiciones de campeonato hasta el último momento y alcanzó semifinales.
Los pibes tuvieron que poner la cara durante estos años debido al mal momento económico. Fueron vendidos a cotizaciones bajas por el poco tiempo en primera que les brindaban y la urgencia con la que la directiva precisaba el dinero. Algunos de ellos fueron Enzo Barrenechea, vendido a Sion de Suiza por 3.1 millones de dólares, sin haber debutado en territorio nacional. Otro caso fue el de Mateo Silvetti, quien tuvo un puñado de partidos con la rojinegra, para luego ser transferido a Inter Miami por cinco millones de la moneda estadounidense.
El club rosarino convocó a los socios el próximo 14 de diciembre para que se designe al nuevo presidente y se efectúe la salida de Ignacio Astore, quien asumió a fines de 2021. La oposición reveló que esperan encontrarse con una deuda cercana a los 25 millones de dólares.
La Lepra es el tercer club con mayor vigencia en la élite del fútbol argentino después de Vélez y Boca, que nunca descendió. Ahora le queda aguardar el resultado de Banfield – Aldosivi esta tarde y esperar que el Tiburón empate o pierda para asegurar la permanencia. De lo contrario, estará obligado a llevarse un punto en la última fecha ante Racing.



