viernes, octubre 10, 2025

Nadie lo vio llegar a Manu Ginobili

El martes 29 de octubre de 2002, cerca de la medianoche argentina, Emanuel Ginóbili debutó en la NBA con la camiseta de los San Antonio Spurs. Su estreno fue nada menos que frente a Los Angeles Lakers, uno de los equipos más emblemáticos de la liga. Aquel partido marcó el inicio de una gran carrera que incluyó cuatro anillos de campeón, un rol decisivo en una de las franquicias más importantes y un legado que trascendió al deporte argentino.

Sin embargo, lo más llamativo fue cómo la prensa argentina vivió ese estreno. Mientras que Ginóbili comenzaba a escribir su historia en los Estados Unidos, en el país la noticia no ocupó los lugares centrales de los diarios ni fue tratada como un acontecimiento de alto impacto. La manera en la que los medios abordaron el debut reflejó no solo el lugar secundario que tenía el básquet en la agenda deportiva, sino también el contexto social y político de la Argentina de aquel 2002.

El debut de Ginóbili en la NBA no fue un suceso que pasó completamente desapercibido,
pero la cobertura reflejó un país en plena ebullición. Mientras el básquet llegaba a su punto de inflexión con la generación dorada, la agenda mediática estaba dominada por la crisis política y social.

El caso más curioso fue el del diario La Prensa, un medio que tradicionalmente no se
destaca por sus secciones deportivas, ni mucho menos por el seguimiento del básquet. Sin
embargo, fue el único periódico que mencionó el debut de Ginóbili antes de que pasara. El mismo 29 de octubre, en la sección Deportes, se adelantaba con una nota de que el bahiense iba a tener los primeros minutos en la NBA con los Spurs frente a los Lakers.

A 16 años del debut de Manu :: Olé - ole.com.ar

El anticipo, breve y sin estridencias, apareció casi como una rareza dentro de la línea
editorial de un diario que no suele hacer foco en el deporte como otros medios más
masivos. Esa nota, perdida entre otras informaciones, quedó como una pequeña pieza de
archivo que demuestra que alguien reparó en lo que estaba a punto de suceder, aunque
difícilmente con la dimensión que cobraría después.

El 30 de octubre de 2002, al día siguiente del partido, ni La Prensa ni Clarín mencionaron el debut de bahiense en las tapas o secciones deportivas. Ambos diarios abrieron con la interna del PJ entre duhaldistas y menemistas, y con la erupción del Etna. Clarín además destacó el secuestro del padre del actor Pablo Echarri. La política, la inseguridad y un fenómeno natural de gran magnitud coparon la escena de estos dos diarios. El estreno de Ginóbili, aunque histórico en retrospectiva, no llegó a la primera plana.

En contraste, Olé, el unico diario deportivo de la época, ofreció una cobertura al
día siguiente. Por el horario del partido, la noticia no llegó a la tapa, pero el 30 de octubre le dedicó una doble página bajo el título “Un pibe modelo”. Allí lo mostró frente a los Lakers y resaltó la humildad con frases en las que Manu admitía que no creía lo que vivía, que no siempre iba a robarle la pelota a Kobe y que solo aprobó el debut. El tono fue entusiasta y marcó que el estreno había sido positivo, aunque sin darle la dimensión que luego tendría.

Además, las páginas incluyeron jugada por jugada, estadísticas, declaraciones y hasta
comparaciones con Toni Kukoc como espejo para el futuro. Fue un enfoque minucioso,
propio de un medio que sigue lo deportivo con detalle, pero sin elevar el hecho a la
categoría de histórico.

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Recién el 31 de octubre, dos días después del estreno, llegaron las menciones más visibles
en los grandes diarios de tirada nacional. En Clarín, el bahiense figuró en la portada general en un pequeño recuadro y encabezó la sección deportiva con un contundente “Ginóbili en la NBA Made in Argentina”. La Nación siguió un esquema similar, no lo incluyó en la tapa principal, aunque sí lo colocó como figura central en la sección Deportes, donde fue la tapa del suplemento con el título “En lo más alto”.

En esas ediciones, Clarín presentó una cobertura amplia con una crónica central titulada
Manu caliente”, acompañada de estadísticas, testimonios y repercusiones internacionales,
además de recuadros sobre otros argentinos en acción y elogios de colegas europeos como
Pau Gasol. Por su parte, La Nación cubrió el estreno con “A mano con los grandes”, una
entrevista a él; un seguimiento minuto a minuto de su partido; y notas complementarias
como “Un ladrón suelto en la fiesta de los Lakers” y “Lluvia de elogios por el mundo”, donde se destacó el impacto inmediato de su estilo y la atención que despertó en medios
internacionales.

El mismo 31 de octubre, Página/12 y La Prensa no lo pusieron como tapa, pero sí hablaron de él en sus secciones de deportes. En Página/12 tuvo una página completa donde sedestacó el debut con una crónica titulada: “Emanuel Ginóbili la rompió con los Spurs en su debut en la NBA”; luego una nota de opinión de Ariel Greco; y por último una nota sobre las declaraciones post partido. En cambio, La Prensa que le había dedicado una nota previo aldebut, le dedicó solo media página, ubicada debajo de una nota sobre tenis.

La mirada de las ediciones de esos días deja una conclusión evidente: ninguno de los
grandes diarios -Clarín, La Nación, La Prensa y Página/12- le otorgó al debut la relevancia de una primera plana, porque la agenda estaba dominada por temas políticos y sociales. Todos reaccionaron luego, algunos con mayor despliegue que otros, pero siempre después de consumado el hecho. Olé fue el único en cubrirlo al día siguiente, aunque sin poder destacar en su tapa. Paradójicamente, La Prensa fue el único que se adelantó, pese a ser el menos identificado con la cobertura deportiva.

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Ese panorama de la prensa argentina en octubre de 2002 refleja no sólo cómo era la época,sino también una paradoja, ya que el debut de quien luego sería uno de los deportistas más importantes de la historia argentina pasó casi desapercibido, como una noticia más. No hubo grandes despliegues previos ni expectativas mediáticas, aunque sí se destacó que su actuación había sido buena. El eco llegó tiempo después, de manera comprensible.

Revisar esas páginas va más allá de un simple ejercicio deportivo o un repaso de archivo.
Es entender cómo la historia se escribe sin que nos demos cuenta, cómo incluso los hechos
que parecen rutinarios pueden convertirse en algo más grande con el tiempo. Nadie imaginaba que el pibe de Bahía Blanca, que entró tímidamente a la cancha frente a los Lakers, iba a transformarse en una leyenda mundial. La discreción de las crónicas y el tímido anticipo en un diario poco acostumbrado al deporte reflejan de manera paradójica lo inesperado de todo lo que vendría después.

Porque lo cierto es que Ginóbili no solo debutó en la NBA, sino que aquel 29 de octubre de
2002 comenzó a escribir una de las historias más extraordinarias del deporte argentino.
Una historia que cambió la forma de ver el básquet en el país, y que convirtió en
documentos históricos estos recortes de diarios que entonces parecían notas pasajeras.
Hoy con la perspectiva del tiempo, se puede ver cómo el futuro irrumpió sin que casi nadie
lo advirtiera.

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