Por Ezequiel Argento y Pablo Maximiliano Zubiri
Emanuel “Manu” Ginóbili no solo fue un campeón dentro de la cancha: fue un revolucionario. El bahiense transformó la manera en que el básquet entiende el rol del “sexto hombre”, ese jugador que no comienza los partidos como titular, pero que cambia el ritmo, el espíritu y hasta el resultado del juego. Su paso por los San Antonio Spurs y la NBA marcó un antes y un después en la concepción del equipo moderno.
Cuando Gregg Popovich decidió que Manu saliera del banco, muchos pensaron que era un desperdicio. Pero el argentino convirtió ese papel en un arte. Su ingreso traía energía, creatividad y una lectura única del juego. En lugar de sentirse relegado, asumió el desafío con humildad y mentalidad ganadora. Desde ese rol, Ginóbili fue cuatro veces campeón de la NBA, elegido Mejor Sexto Hombre en 2008 y pieza clave de una dinastía que redefinió el juego colectivo.
Su impacto trascendió los números: inspiró a una generación entera a entender que el liderazgo no depende de los minutos iniciales, sino de la influencia real sobre el equipo. El “Manu modelo” mostró que se puede brillar sin ser el protagonista principal del show, que el talento se mide también en la entrega, la inteligencia y la generosidad. En el 2008 una temporada después de conseguir su tercer anillo gano el premio al mejor sexto hombre de la temporada y hoy en día muchos especialistas lo consideran el mejor suplente de la historia.
En la selección argentina, su juego competitivo llevó a la Generación Dorada a conquistar el oro olímpico en Atenas 2004 y a dejar una huella imborrable. En la NBA, su legado se refleja en jugadores que hoy asumen con orgullo el rol de sexto hombre, entendiendo que desde el banco también se puede cambiar el juego.
Manu Ginóbili no solo ganó títulos. Cambió una mentalidad. Su forma de jugar, arriesgar y reinventarse convirtió al básquet en un deporte más abierto, más creativo y más humano. El sexto hombre ya no es un suplente: desde Manu, es el motor invisible que puede transformar cualquier partido.