Por Valentino Carluche
El 5 de octubre de 1985 Eddie Robinson escribiría su nombre en la historia del deporte estadounidense de manera definitiva. Aquel día, como entrenador del Grambling State University, alcanzó la victoria número 324 superando el récord de Paul “Bear” Bryant como el técnico universitario con más triunfos de todos los tiempos.
Pero más allá del número, lo más extraordinario fue el contexto en el que lo supo lograr. Grambling State es una universidad históricamente afroamericana y Robinson dirigía a sus equipos en un momento en el que la desigualdad racial aún marcaba al deporte universitario estadounidense de manera rotunda. Con recursos limitados y rivales con mayor presupuesto, Eddie no sólo entrenaba jugadores: los formaba como hombres, líderes y profesionales.
Su filosofía era simple pero potente a la vez: disciplina, pasión y respeto por el juego y sus rivales. Sus equipos producían no sólo jugadores de calidad sino también personas preparadas para enfrentar la vida más allá del campo, con una visión mucho más extensa y realista para afrontar la adversidad que sea. De los pupilos que supo entrenar, hubo más de 200 que llegaron a la NFL, muchos de ellos, incluso, se convirtieron en grandes figuras gracias a la formación integral que habían recibido, entre ellos Willie Davis, miembro del Salón de la Fama del fútbol americano profesional y ganador de 5 Super Bowls o Doug Williams, quien fue el primer quarterback afroamericano en iniciar y ganar un Super Bowl en la historia del deporte.