lunes, septiembre 15, 2025

Fue testigo del último gol de Maradona, luchó por los derechos de los árbitros y hoy es candidato a presidente de El Porvenir

Por Lourdes Castaño y Adrián Schneir

El exárbitro Rubén Pascualino, actual candidato a la presidencia de El Porvenir, club que cumplió el pasado 12 de septiembre 110 años desde su fundación, es un luchador nato que tiene una historia particular. Fue suspendido del arbitraje por Julio Humberto Grondona y unos años antes fue testigo del último gol de Diego Armando Maradona como profesional.

Un 14 de septiembre como este domingo pero de 1997 se enfrentaron Boca y Newell’s en La Bombonera, por la tercera fecha del Torneo Apertura. Pascualino, árbitro principal, sería partícipe de uno de los partidos más recordados en la historia del fútbol argentino, no por el resultado ni la instancia sino porque fue el último grito del 10 de manera profesional.

No solo Diego fue protagonista de dicho encuentro, ya que Sergio Goycochea hacía su debut oficial en el conjunto rosarino, en el que dos años más tarde se retiraría. Como primer desafío, Goyco debió enfrentar a un viejo conocido desde su especialidad, los penales. Y nada más ni nada menos que a su amigo Diego, quien terminó convirtiendo tras un remate abierto con su zurda inmortal.

El partido finalizó con dos tantos contra uno a favor del local y casualmente el gol de la victoria lo convirtió alguien que años más tarde se convertiría en ídolo del conjunto de La Ribera. En su debut oficial en el club, Guillermo Barros Schelotto reemplazó a Julio César Toresani a los 68 minutos y 11 más tarde anotó el segundo gol Xeneize. El partido lo disputaron figuras como Claudio Caniggia, Roberto Abbondanzieri, Jorge Bermúdez, Diego Cagna y un joven Martín Palermo recién llegado de Estudiantes de La Plata.

Maradona fue reemplazado a los 61 minutos por Diego Latorre y al finalizar el encuentro le obsequió su camiseta a Pascualino, quien atravesaba una difícil situación familiar. El día anterior al partido había fallecido su abuela y en aquella jornada cumplía años su padre, por lo que el árbitro estuvo muy cerca de no dirigir pero su padre le pidió que le rinda homenaje dentro del campo, algo que considera una de las mejores decisiones de su carrera.

Años más tarde, Rubén protagonizó uno de los eventos más determinantes de su vida. Enfrentó a Julio Humberto Grondona y luchó por los derechos de los árbitros que, por un nuevo contrato de la AFA, habían perdido la relación de dependencia. Horas después de su reclamo, lo echaron. A raíz de esto vivió diversos problemas de salud y tras cinco años de juicio, ganó el caso, que hoy forma parte de la jurisprudencia para los derechos laborales de los árbitros.

Hoy es candidato a presidente en el club de sus amores en el partido “Refundemos el Porve”. Los socios y socias de El Porvenir volverán a elegir democráticamente después de 44 años, ya que la última vez fue en 1981 cuando Enrique Merelas tomó el cargo y no lo soltó más. Siempre fue reelecto por asambleas, muchas discutibles, y en el 2006 hubo una lista opositora pero esas elecciones fueron cuestionadas por fraude.

Pascualino se compara con Maradona y se apropia de la palabra “rebelde”: cree en las causas y en la lucha que tienen detrás. Con la misma pasión y autoridad que hace más de 20 años se plantó ante el presidente de la AFA, hoy se pone en frente de los hinchas de El Porvenir y les promete refundación, humildad y fútbol, tal y como le enseñó el ídolo argentino aquella tarde de 1997.

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