sábado, septiembre 13, 2025

Lionel Messi: los Mundiales jugados y la posibilidad de un último baile

Por Matías Salas 

A Lionel Messi le preguntan siempre lo mismo: ¿Jugás el próximo Mundial? Algo común a esta altura de su carrera y teniendo en cuenta que ya disputó su último partido por Eliminatorias Sudamericanas. Las dudas vienen desde que fichó para el Inter de Miami en 2023, luego de su salida del PSG, lo que generó incertidumbre por las pocas exigencias físicas que hay en la MLS y la competitividad con la que juega el diez.

En 2025, Lionel cuenta con 27 goles y 11 asistencias en 34 partidos con la camiseta de las Garzas, lo que deja en claro una cosa: aún está activo. Asimismo, en la Selección supo acoplarse a esta nueva camada de jugadores jóvenes, como Thiago Almada, Franco Mastantuono y Giuliano Simeone. No se quedó atrás y permanece como una pieza clave en la ofensiva argentina.

A lo largo de su carrera, cada cita mundialista tuvo un condimento especial para Messi; por eso, es útil comparar cómo llegó a sus anteriores Mundiales.

Alemania 2006: los inicios

Un Messi jóven, con ganas de jugar y ese pelo largo que flameaba como melena de león. El técnico, José Pékerman, decidió convocarlo, principalmente, por dos motivos: su precoz explosión en Barcelona y su actuación en el Mundial Sub-20 de 2005.

Sus partidos en el Camp Nou eran todo un evento. Con Ronaldinho a su lado y como su mentor,te se cansaron de hacer goles. En el Mundial Sub-20 de 2005 no sólo fue el goleador, sino que fue nombrado la figura del torneo. Pékerman vio esto y no lo pudo dejar pasar; percibió una oportunidad para que Messi, un chico de 18 años, agarrara experiencia en una Copa del Mundo.

Las expectativas eran altas en el país y las comparaciones con Diego Maradona no tardaron en aparecer. Ver jugar a la Pulga era un atractivo más para esta cita mundialista. El 16 de junio de 2006 fue el día de su debut ante Serbia y Montenegro y participó en la goleada 6-0 al asistir a Hernán Crespo y convertir un gol a tan solo a 16 minutos de su ingreso. Luego jugó de titular en el duelo ante Países Bajos en la fase de grupos e ingresó desde el banco contra México en octavos de final. Lo controversial llegó en cuartos de final, cuando, a pesar de necesitar un cambio de ritmo en el ataque contra la poderosa Alemania, Pékerman decidió dejar a Messi en el banco. El combinado nacional quedó finalmente eliminado por penales. Esto continuó generando revuelo y, años después, le siguen preguntando al exseleccionador por qué tomó esa decisión. En diálogo con TNT Sports, en 2021, dijo: “Yo le expliqué: ‘Mirá, yo sé que en este Mundial vos tenés una capacidad… Vos vas a ser el mejor jugador del mundo, yo vislumbro eso. Pero este Mundial todavía no va a ser el tuyo'”.

Sudáfrica 2010: con D10S en el banco

Lionel llegó al Mundial de Sudáfrica habiendo ganado el Balón de Oro. Su rendimiento en el Barcelona de Pep Guardiola había sido clave y la temporada 2009/10 fue una de las mejores de su carrera, con 47 goles y 11 asistencias en 53 partidos. A su vez, había un detalle que encendía un poco más la chispa de la esperanza: Maradona estaba en el banco de suplentes.

El Diego lo defendió y lo consideró su heredero en el campo de juego; le dio total confianza y lo convirtió en el motor ofensivo del equipo, en lo que fue una clasificación sufrida a la máxima cita futbolística.

La experiencia en el continente africano fue agridulce para Leo, ya que, a pesar de no convertir goles, fue uno de los jugadores con más tiros al arco. Su único aporte de gol en el torneo fue la asistencia a Carlos Tevez en octavos de final ante México. El sueño argentino terminó el 3 de julio, en cuartos de final, nuevamente contra Alemania, tras una aplastante derrota por 4-0. A pesar de la eliminación, la FIFA incluyó al astro argentino en el equipo ideal del torneo.

Brasil 2014: en la puerta de la gloria

La llegada de Messi a este Mundial fue una de las más complejas por dos motivos: su estado físico y la responsabilidad de portar la cinta de capitán en la Selección.

A pesar de tener buenos números en la temporada 2013/14 con el Barcelona, el rosarino sufrió una serie de lesiones musculares, especialmente en el muslo, que lo mantuvieron lejos de las canchas por varios partidos. Por otro lado, tuvo una de sus mejores campañas en las Eliminatorias Sudamericanas bajo la tutela de Alejandro Sabella: fue el máximo anotador del equipo con 10 goles, lo que generó una enorme expectativa en los hinchas, que ya lo veían como un líder que podría conducirlos a la gloria. Las presiones aparecieron, la frase “Messi y diez más” se escuchaba por las calles de Buenos Aires y el capitán llegaba a Brasil con una mochila más que pesada.

La fase de grupos comenzó en el Maracaná el 15 de junio, ante Bosnia y Herzegovina, a la que el equipo argentino ganó 2-1 con un gol de Lionel apilando rivales. El segundo partido fue frente a Irán, que hasta el último minuto fue un 0-0 clavado, pero en el 91´ apareció Messi con un bombazo de ensueño de afuera del área que sentenció el encuentro. Para terminar, hizo un doblete en el 3-2 contra Nigeria y, así, cerró una fase de grupos con puntaje perfecto, demostrando que bajo su capitanía la Selección avanzaba a paso firme.

En octavos de final, Suiza fue el rival. Un partido complicadísimo para los dirigidos por Pachorra, que no podían romper la defensa adversaria, hasta que en el minuto 118, Messi, con una jugada individual maravillosa que comenzó en el mediocampo, asistió a Ángel Di María para que sentenciara el partido y evitaran, así, los penales.

En cuartos de final, contra Bélgica, el partido se definió rápido con un tempranero gol de Gonzalo Higuaín, y en semifinales, el encuentro ante Holanda llegó a penales, donde Sergio Romero fue el héroe al atajar dos disparos.

En la final esperaba Alemania, que había aplastado a Brasil 7-1 en el Estadio Mineirao. Messi enfrentaría a la Selección que lo había eliminado en dos Mundiales seguidos en cuartos. El partido de Leo fue espectacular, generó ataques y erró un mano a mano frente a Manuel Neuer que será recordado por siempre. El partido se escapó sobre el final, con un gol de Mario Gotze. La imagen que recorrió el mundo fue la de Messi mirando fijamente la copa, con cara de frustración y tristeza, que dejó a más de un argentino llorando. El premio a mejor jugador del torneo no le importó, lo sostenía como si fuese una caja de alfajores; él sabía que lo más importante se le había escapado de las manos.

Rusia 2018: el Mundial de los cuestionamientos

La llegada de Leo a este torneo fue una de las más caóticas en su carrera. No por nivel físico, ya que llegaba en un espectacular momento; tampoco por nivel futbolístico, porque en Barcelona venía teniendo temporadas récord, ganaba Balones de Oro y era campeón de la Champions. Esta vez, el caos fue mediático.

Las eliminatorias fueron turbulentas y Argentina se clasificó en la última fecha en Ecuador con tres goles de Messi. El capitán dio la cara y salvó al seleccionado nacional de quedar afuera del Mundial, pero aún existían reclamos: el método de Jorge Sampaoli no convencía a los hinchas y periodistas, el equipo era criticado y cada convocatoria era cuestionada.

Las quejas llegaron a Lionel, ya que muchos lo culpaban a él también del mal nivel del equipo y afirmaban: “En Barcelona juega mejor”, “Le pesa la camiseta”, “No sirve para la Selección” y “El club de amigos de Messi no funciona”. A su vez, entre el Mundial 2014 y este estuvieron las dos derrotas consecutivas en las finales de las Copa Américas ante Chile y la posterior renuncia de Leo al conjunto nacional.

La llegada a Rusia fue movida, y el comienzo de la fase de grupos también. Islandia complicó a Argentina en un partido que finalizó 1-1. Luego Croacia goleó 3-0 a los dirigidos por Sampaoli en la segunda fecha, y se dependía por completo de un resultado de Nigeria y de ganar en la última fecha al enfrentar a los africanos. Messi no tuvo protagonismo hasta ese partido; se lo veía raro, estresado y en el himno se rascaba la frente como signo de preocupación y nerviosismo, pero cuando le cayó el primer pelotazo la mandó a guardar con un doble control aéreo y un bombazo inatajable para el arquero. Él se desahogó, Maradona gritó en el palco, los argentinos en Rusia y en Buenos Aires celebraron y todo parecía perfecto, hasta que Nigeria empató el encuentro. El que apareció en el último minuto para salvar a Argentin fue Marcos Rojo, quien lo celebró con Lionel descontroladamente.

En octavos de final tocó Francia. Una selección jóven, plagada de talentos con hambre de victoria y un Kylian Mbappe imparable. El partido fue fluctuante, pero los galos se llevaron la victoria por 4-3.

Decepción fue la palabra. La temprana eliminación causó frustración y el cambio de generación se olía en el aire.

Catar 2022: llegar a tierra prometida

En contraposición con la edición anterior, esta fue la vez que más tranquilo arribó Lionel a una cita mundialista. La situación de Argentina era más que favorable: habían salido campeones de Copa América 2021 contra Brasil en el Maracaná y habían ganando la Finalissima ante Italia en Wembley, en lo que fue un baile 3-0. A nivel clubes, en 2021 Messi se había desvinculado del Barcelona, en una polémica decisión del club, y había arribado al Paris Saint Germain, conjunto al que nunca terminó de adaptarse, y el proyecto del “super equipo” con Neymar y Mbappe fracasó rotundamente.

La Selección llegó en un momento insuperable a este Mundial. Messi encontró su lugar y por fin se sentía realmente cómodo. La nueva camada de jugadores integrada, entre otros, por Rodrigo De Paul y Emiliano Martinez había llegado para quedarse, pero el verdadero cambio estaba en el banco de suplentes, con Lionel Scaloni. Había empezado como interino, pero se afianzó en su puesto con buenos resultados y gran juego, innovando en las convocatorias y priorizando un buen grupo humano ante todo.

Las circunstancias estaban dadas, la ilusión era más grande que nunca, las figuritas se agotaban y la gente ya quería que fuera diciembre para ver a Argentina. El camino para los dirigidos por Scaloni comenzó el 22 de noviembre, la gente se levantaó temprano y fue a comprar facturas para ver el evento, que era a las siete de la mañana. La caída fue repentina, Arabia Saudita ganó 2-1 en un partido lleno de polémicas y con dos goles en poco tiempo. Muchos dicen que fue el golpe necesario para despertar y que fue en el momento justo, pero en ese instante fue como un tiro en el pecho.

La mentalidad cambió para el segundo compromiso, esta vez contra México. El capitán apareció para meter un gol milimétrico desde afuera del área en el segundo tiempo y así abrir el marcador. Más tarde, Enzo Fernández clavó un bombazo al ángulo y sentenció el 2-0. Para cerrar la fase de grupos, Argentina enfrentó a Polonia en un duelo en el que los dirigidos por Scaloni salieron victoriosos por 2-0.

En octavos, Australia no fue una complicación, pero sí una molestia en el zapato en lo que fue un 2-1 con un gol de Messi y una atajada clave del Dibu sobre el final. Para cuartos apareció Países Bajos, selección que jugó un partido duro y, luego de empatar 2-2 con una asistencia mágica de Lionel a Nahuel Molina y una conversión desde el punto de penal en 120 minutos, Argentina consiguió la victoria desde los doce pasos con otra actuación para la historia de Emiliano Martinez. En semis, La Scaloneta tuvo tal vez su duelo más sencillo del torneo, ya que venció categóricamente a Croacia en un 3-0 con Lionel nuevamente siendo decisivo con un tanto de penal y brindando una asistencia a Julián Álvarez.

Lionel Andrés Messi estaba nuevamente en una final del mundo, esta vez contra Francia, verdugo de la selección en 2018. El 18 de diciembre, en el Lusail Stadium de Doha, se llevó a cabo el encuentro, en el que luego de un arduo partido que finalizó 3-3 en 120 minutos, todo se definió en el punto penal, dando lugar al show de atajadas del Dibu Martínez una vez más. Por fin se le dio la tan deseada copa al astro de Rosario. El país y todos sus fanáticos alrededor del mundo celebraron esta consagración. Él, desde el campo de juego, hacía señas a sus seres queridos diciendo “ya está, ya está”.

Ahora bien, conociendo el recorrido de Messi a través de los Mundiales, ¿Tendrá un último baile en 2026? Solo el tiempo nos dirá la respuesta.

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