Por Marcos Giménez, Lourdes Caruso, Nicolás González y Joaquín Porto
La selección argentina de básquet consiguió un hito histórico cuando el 29 de agosto de 1980 le ganó a Brasil 85-75, consagrándose campeón invicto del segundo torneo Panamericano Junior en la historia, que se disputó en Buenos Aires.
El torneo se desarrolló entre el 24 y el 29 de agosto en los estadios de Obras Sanitarias y Ferro Carril Oeste, siendo únicamente para jugadores nacidos a partir de 1961. El campeonato fue un todos contra todos a una vuelta, en el que participaron las selecciones de: Argentina, Brasil (último campeón en 1976), Venezuela, México, Uruguay y Paraguay. Fueron los únicos equipos en competencia, ya que Estados Unidos, Panamá y Canadá no se presentaron.
La albiceleste, dirigida por Alberto Trama, estaba integrada por Héctor Haile, Rubén Ibarra, Aldo Yódice, Fernando Romero, Adrián Filloy, Eduardo Andreoli, Daniel Barrales, Miguel Mesiano, Javier Maretto, Jorge Faggiano, Daniel Aréjula, y Marcelo Duffy. Los últimos cuatro, junto con Trama, venían de conseguir el año anterior el tercer puesto en el primer mundial sub19 de la historia, que se llevó a cabo en Fortaleza, Brasil quedando por detrás de Estados Unidos y el anfitrión.
En la fecha inaugural, desarrollada el 24 de agosto en Ferro, Argentina aplastó a Paraguay 106-51. Destacando la actuación del escolta Aréjula, que fue el máximo anotador del partido con 37 puntos, seguido por Duffy (22), Maretto (20) y, los restantes, se dividieron entre los demás.
Al día siguiente se jugó la segunda fecha, nuevamente en Ferro, donde la albiceleste venció 90-68 a Uruguay. Fue un partido parejo en los primeros minutos, pero en el segundo tiempo Argentina logró estirar la diferencia y calmar las aguas. En algunos lapsos apareció Duffy, la figura del partido, quien cambió el juego y anotó 20 puntos, Aréjula (18), Faggiano (17) y el resto fue hecho por los demás.
La tercera jornada, disputada el 26 de agosto, Argentina volvió a mostrar su jerarquía derrotando 93-81 a México,con otra gran actuación de Duffy que hizo 31 puntos, en un partido en el que la única vez que estuvo en desventaja fue a los 4 minutos del primer tiempo. Durante el final de la primera mitad, el partido estuvo momentáneamente interrumpido debido a que Aréjula, en una volcada, dobló el aro y obligó a que fuera cambiado.
Para la cuarta fecha, la Selección, que llegaba como puntera con ocho unidades, tenía la oportunidad de consagrarse campeona una jornada antes, si lograba vencer a Venezuela (que aún mantenía chances) y si Brasil, que estaba un punto por debajo, caía ante Uruguay. En el partido, el conjunto albiceleste fue contundente y ampliamente superior ante la Vinotinto, a la que venció por 92-74. Destacaron las actuaciones de Maretto y Duffy, quienes anotaron 20 puntos cada uno, y de Barrales, que aportó 14 unidades. Por su parte, Brasil logró una ajustada victoria por 69-65 frente a Uruguay, dejando la definición del campeón para la última fecha del torneo.
La jornada final se disputó en el Estadio de Obras Sanitarias el 29 de agosto a la noche, con Argentina como líder con un punto por encima de Brasil. A pesar de que en la previa el partido parecía parejo, fue un dominio de los dirigidos por Trama, quienes estuvieron siempre por encima en el marcador hasta que, a falta de tres minutos, el conjunto brasilero se puso a 5 puntos.
Afortunadamente, la reacción argentina fue inmediata y terminó logrando una ventaja de 10 puntos, que dejó un resultado final de 85-75 a favor del seleccionado albiceleste, terminando así el campeonato de manera invicta y con un promedio de 93 puntos por partido. La figura del partido fue Maretto, quien anotó 27 puntos, seguido por Aréjula (24) y Duffy (16). Este último terminó siendo el MVP del torneo y el máximo anotador de la selección, haciendo un total de 109 puntos en todo el Panamericano y un promedio de 21,8 por partido.
En una entrevista hecha en 2018 para el canal de youtube “Ciudad del Básquet”, Jorge Faggiano habló sobre esa generación y destacó: “Fue una selección que fue un recambio generacional importante para la época”. El ex basquetbolista enfatizó la relevancia de esta camada debido a que tuvieron varios éxitos deportivos juveniles después de varios años, como los mencionados anteriormente.
De aquella destacada generación, Faggiano, Duffy, Maretto, Aréjula y Barrales fueron los que tuvieron trayectorias más destacadas en el básquet nacional, con convocatorias a la selección mayor y participación en distintos torneos internacionales.