Por Erik Mester
Un joven Nicolás Tagliafico, de unos diez años de edad, posa con el sol de frente en el predio deportivo Luis Guillón para una foto, con una remera de mangas largas verde y blanca de Banfield, el club de sus amores. La casaca está dentro de un short deportivo negro, disimula el gran tamaño de la camiseta en comparación a su cuerpo en desarrollo. Que con su pelo de color castaño algo despeinado, mira fijo a la cámara mientras desprende una leve sonrisa. Esa es una de las primeras fotos de Tagliafico en su paso por inferiores, una etapa que lo marcó como jugador y como persona.
Tagliafico nació el 31 de agosto de 1992 en Rafael Calzada, partido de Almirante Brown, lugar en el que creció. El único deporte que practicó en su niñez fue el fútbol, en el Club Atlético y Social Rafael Calzada, en donde dio sus primeros pasos. En esa institución también se forjaron leyendas como Fernando Redondo, que jugó el Mundial de Estados Unidos 1994, o Héctor “El Negro” Enrique, campeón en México 1986. Al mismo tiempo, Tagliafico empezó a desarrollar uno de sus hobbies: el dibujo. El arte fue una afición que empezó a desarrollar en el colegio, sin la necesidad de tomar clases particulares. En sus cuadernos dibujaba escudos de Banfield, taladros y personajes de la serie “Dragon Ball Z”.
El fútbol y el arte siempre estuvieron relacionados; artistas que pintaron una jugada o un jugador. Una de las tantas promesas del fútbol que quedaron en el camino fue Matías Fondato, surgido de Newell’s y que formó parte de la selección Sub 17 en el Sudamericano de Uruguay 1999, torneo en el que Argentina terminó cuarto. Abandonó el deporte por una lesión en una de sus rodillas y redirigió sus energías a la pintura. Al igual que Tagliafico, también empezó como un hobbie y hoy puede vivir del arte retratando a jugadores, mezclando dos pasiones de cuando era un niño.
“A Banfield fue por su propia cuenta a probarse en infantiles. Toda la familia es hincha de Banfield por mi abuelo y mis hermanos mayores también jugaron ahí, pero el único que llegó a primera fue Nico”, cuenta Florencia, la hermana de Nicólas, que trabaja en Banfield como encargada de área de prensa. Tagliafico empezó jugando de volante por izquierda en sus primeros años en la categoría preinfantiles de Banfield, con ocho años, hasta que un día, en un partido contra Lanús, pasó de jugar en la mitad de la cancha a ser el marcador de punta izquierdo, ya que el coordinador de inferiores en ese momento, Silvio Marzolini, le dijo que el extremo del conjunto granate era muy rápido y si se animaba a marcarlo. Luego de ese encuentro, Nicolás se dio cuenta de que si quería llegar a primera, esa era su posición.
Marzolini, para muchos el mejor número tres de la historia del fútbol argentino, empezó su carrera en Ferro y luego pasó por Boca. Considerado ídolo en ambos clubes, también fue internacional con Argentina: disputó 37 partidos y jugó la Copa Mundial de Chile 1962 e Inglaterra 1966 (en la última fue elegido el mejor defensor por izquierda del torneo). Su juego se caracterizó por su firmeza en la marca, su salida precisa y su personalidad, características que parece haber transferido a Tagliafico.
El buen nivel de Nicolás en las inferiores de Banfield le dio la oportunidad de vestir los colores de la selección juvenil argentina, en la que jugó en la Sub 15, 17 y 19. Participó en la Copa Mundial Sub 17 de 2009 en Nigeria y luego disputó la Copa Mundial Sub 20 de Colombia 2011. En ambas ediciones completó un buen papel, siendo titular en la mayoría de partidos. “Corría a todos”, cuenta Lucas Kruspzky, excompañero en el Mundial Sub 20 de 2011.
Tagliafiico en el Mundial sub 20 Colombia 2011, Cuartos de final vs Portugal.
11 de marzo de 2011, ya de noche en Victoria. Tigre y Banfield empatan 1a 1. Marcelo Bustamante, defensor del conjunto del sur, es expulsado al minuto 70 y deja al Taladro con diez. El entrenador del conjunto visitante, Sebastián “El Gallego” Méndez, decide poner a un pibe surgido de Luís Guillón. El árbitro de ese encuentro, Pablo Díaz, avisa el cambio y detiene el partido. Sale con el número 11 el delantero paraguayo Jorge Achucarro e ingresa con el 31 en la espalda Nicolás Tagliafico, de 18 años, que corre rápidamente a cubrir la zona de la cancha que su técnico le asignó, el lado izquierdo de la defensa, cumpliendo así uno de sus sueños, debutar en primera.