Por Conrado Maguna Martorell
El fútbol femenino argentino experimenta desde 2019 un serio avance como actividad deportiva, cultural y profesional. Distintos cambios y, sobre todo progresos en lo formal y las estructuras sociales, permitieron desde entonces una puesta en valor del ámbito.
La Copa América de dicha disciplina se está disputando hasta el 2 de agosto. El seleccionado argentino se clasificó a semifinales como líder del grupo A (compartido con Chile, Ecuador, Uruguay y Perú) tras haber sumado los 12 puntos posibles. Una producción similar ocurrió en la pasada edición realizada en Colombia: 9 puntos en cuatro partidos y una derrota ante Brasil, combinado histórico que está varios pasos adelante del resto de sus pares en Sudamérica. En la instancia previa al partido definitorio, el conjunto dirigido por Germán Portanova cayó ante las Cafeteras por 1 a 0. En la competencia en Chile en 2018, y con un corte en el tiempo allí debido a que las futbolistas nacionales estaban en las vísperas de su blanqueo, la Albiceleste obtuvo el mismo papel en fase de grupos, siendo derrotada por el Scratch, y subiéndose al escalón más bajo del podio tras una breve liguilla.
Un año después llegó la profesionalización. El fútbol femenino ya no era amateur en su totalidad. Las jugadoras podían hacerlo a cambio de dinero bajo un contrato. Por reglamento, debían ser como mínimo ocho las protagonistas que gocen de un salario en blanco y equivalente al de un jugador de Primera C. El club pionero fue San Lorenzo, cuando el 12 de abril de 2019 anunció bajo el título de “¡Santitas y Profesionales!” el paso a dicha condición de 15 integrantes de su plantel femenino: con Macarena Sánchez como líder del proyecto y a la cabeza, la lista también estaba compuesta por Eliana Medina, Sindy Ramírez, Federica Silvera, Cecilia López, Débora Molina, Maricel Pereyra, Milagros Vargas, Rocío Correa, Lavinia Antequera, Vanina Preininger, Florencia Coronel, Rocío Vázquez, Ariana Alvarez y Florencia Salazar. En el mismo comunicado, la institución confirmó que la dirección de la liga transfirió 120.000 pesos para costear las firmas requeridas.
Con respecto a esto último, según el sitio web periodístico Chequeado, en 2023 más del 40% de las jugadoras de la Primera División local eran amateurs, solo cinco equipos tenían más de 20 protagonistas abrochadas (ninguno el total), y el 90% de las futbolistas domésticas consideraban utópico el hecho de ser madres mientras se dedicaban a la pelota, en parte porque el sueldo mínimo no llegaba a la canasta básica.
El Mundial de la disciplina se produjo en Francia poco menos de dos meses después del hito de quiebre en esta historia. Argentina conformó el Grupo D junto a Inglaterra, Japón y Escocia. La cosecha fue de 2 puntos, producto de dos empates (frente a las asiáticas y el equipo de Shelley Kerr) y una caída. Dato de color: Laura Fortunato fue designada como jueza principal para el torneo. Las dirigidas por Carlos Borrello llegaban al torneo con más atención mediática que nunca, en pleno auge de la relación entre el género y la redonda, y con figuras como Vanina Correa, Mariana Larroquette, Florencia Bonsegundo y Estefanía Banini, entre otras. En el último cruce ante El Ejército de Tartán, el combinado nacional igualó lo que era un 0-3, y quedó a un gol del pase a la siguiente ronda. Con las tablas, el equipo dependía de dos resultados ajenos para meterse por la ventana en octavos de final, pero la suerte no estuvo de su lado. De todas maneras, este encuentro quedó marcado: 28.000 almas en el Parque de los Príncipes de París atestiguaron una muestra de coraje, orgullo, amor propio e identificación.
En la cita sucesora, disputada en 2023 en Australia y Nueva Zelanda, el elenco argentino sumó tan solo una unidad en el Grupo G, tras enfrentar a Suecia, Italia y Sudáfrica. El encuentro ante las Bayanas Bayanas alcanzó 12.3 puntos de rating bajo la producción de la TV Pública.
El siguiente gran salto en el ámbito parece individual, pero nuevamente fue colectivo: en diciembre de 2020, Mara Gómez se convirtió en la primera futbolista transgénero del país en ser habilitada por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para ser parte del torneo de elite doméstico. La oriunda de La Plata, amparada por la Ley de Identidad de Género sancionada en 2012, escribió su página en la historia a los 23 años, cuando debutó con Villa San Carlos frente a Lanús. Actualmente, ella viste los colores del Pincharrata de su ciudad bajo un contrato profesional que posee desde enero de 2023. Sin lugar a dudas, Gómez se sienta en la mesa histórica del deporte femenino.
En cuanto a los clubes locales y su participación en Copa Libertadores, cabe destacar que Argentina posee un cupo por edición (dos en caso de anfitriona y la última). En 2021 hubo doble disputa (la de la temporada pasada pospuesta por la pandemia, y la correspondiente). Boca Juniors y River Plate participaron en la primera, que se jugó en los estadios de Deportivo Morón y Vélez Sarsfield, aunque los clasificados no pasaron de los Cuartos de Final. En la segunda, el Ciclón dijo adiós en la etapa inicial. En 2022, las Xeneizes sellaron la mejor actuación nacional, tras caer 1-4 frente a Palmeiras en Quito. Al año siguiente, las comandadas por Florencia Quiñones se despidieron en el tramo de estreno. En el último trofeo continental, la camiseta auriazul llegó hasta semifinales, donde fue vencida por Corinthians. La próxima competencia no será en tierras extranjeras, con Boca y San Lorenzo (campeones del Apertura y Clausura 2024 respectivamente) como representantes.
Con respecto a la televisación, la transmisión de un puñado de partidos domésticos está a cargo de TNT Sports como espacio privado (aunque también por Youtube), mientras que la TV Pública y Depor TV lo hicieron por unas temporadas desde el ámbito público, gratuito y de calidad, donde la disciplina tuvo una difusión mayor y abierta, al alcance de los ojos de quienes no pueden suscribirse a un Pack Fútbol que fomenta la privatización del espectáculo, deporte y la cultura, con los ingresos dirigidos hacia unos pocos.
Si bien los resultados dentro del campo de juego cuando la pelota se transnacionaliza no son los mejores, lo llamativo y a destacar es el mensaje que hay por detrás: un proyecto en el que está implicada toda la sociedad; el anhelo de clasificar a instancias decisivas en una Copa del Mundo con integrantes profesionales; la consolidación como candidatas en la Copa América y de la disciplina en el ámbito local; las pantallas como transportadoras de esta lucha hacia los hogares; periodistas, relatoras y comentaristas haciendo un excelente trabajo en las mayores emisoras y competiciones; mujeres en las ternas arbitrales; demás factores que se engloban en un desarrollo en el cual los estereotipos se derrumban a nivel cultural y deportivo, y al que le falta mucho, sobre todo apoyo dirigencial y económico, pero mientras tanto las pibas van.