Por Lucas Sotelo
En tiempos en los que el Mundial de Clubes coloniza todas las agendas deportivas, la Copa América femenina 2025 está a la vuelta de la esquina. El certamen, a disputarse en Quito entre el 12 de julio y el 2 de agosto, tendrá a Argentina compartiendo el grupo A junto a la anfitriona Ecuador, Uruguay, Chile y Perú, con la esperanza de cortar la hegemonía de Brasil -ganador de ocho de las nueve ediciones celebradas- como ya hiciera en 2006. Aquel 26 de noviembre, los goles de Eva González y de Belén Potassa sellaron un histórico 2 a 0 contra la Canarinha en Mar del Plata, que le dio el primer y único título continental albiceleste. Ha corrido mucha agua bajo el puente desde entonces: seis años después de la semi profesionalización del deporte en el país, ¿es posible pensar en otra coronación de gloria?
Además de periodista deportiva, Ángela Lerena es una de las principales voces autorizadas para hablar sobre fútbol femenino que tiene la región. Comentarista, campo de juego y conductora del programa “TNTGolFem” en TNT Sports, está en contacto permanente con la realidad que atraviesa a la categoría: “Hay una brecha de noventa años (de profesionalismo respecto al fútbol masculino) que no se puede soslayar. Se está intentando revertir esa distancia, seguramente no tan veloz como quisiéramos, pero se está creciendo a pasos muy importantes”. Con la claridad de un “10”, Lerena abre el juego e invita a la reflexión.
-¿Cuál es el objetivo en la próxima Copa América?
-Por primera vez, no nos vamos a jugar la chance de ir al Mundial, sino que va a haber eliminatorias aparte. La Copa América sí clasifica para los Juegos Olímpicos, pero va a ser una buena prueba para Argentina. Pareciera en la previa que Brasil y Colombia están arriba. Que tal vez estamos en una paridad con Chile y con Paraguay, que es con el que definimos el tercer puesto de la Copa América pasada. Y bueno, hay que ver cuánto se puede plasmar en el juego el trabajo que se viene haciendo, que es muy bueno.
-¿Qué tan importante es el regreso de Florencia Bonsegundo?
-Es muy importante porque es una de las mejores jugadoras que tuvo nuestra selección en su historia. Estaba retirada desde el último Mundial, y la última imagen que había quedado era ella yéndose en camilla porque se había roto los ligamentos en el partido en el que Argentina quedó eliminada contra Suecia. Nos está costando mucho de mitad de cancha hacia adelante, y ahí es muy importante el regreso de Florencia, que además puede aportar una experiencia que las más chiquitas todavía no tienen.
-¿Qué le falta a Argentina para estar más cerca de las potencias?
–Tenemos muchas jugadoras prometedoras, pero es muy difícil a nivel internacional que puedan imponerse en los duelos contra otras que son más fuertes, más rápidas, más altas, y que vienen trabajando en sus países desde hace muchos años. Esto a diferencia de Argentina, que viene trabajando con seriedad hace menos. Falta un poco esa sorpresa que se puede generar con atacantes, con delanteras a las que le falta el fogueo europeo.
-Cómo está conformada la estructura de esta selección?
-Los dos técnicos más importantes de la era profesional están en la estructura de la Selección: Germán Portanova (mayor) y Christian Meloni (juveniles). Hace poco sumaron a Ezequiel Vidal -futbolista con más presencias en la historia de UAI Urquiza masculino-, que mostró muchas condiciones como DT en UAI Urquiza femenino, y a Diego Mirabella, preparador físico del River de Martín Demichelis y ex-jugador de básquet de River. Es decir: traen talentos del masculino también.
–¿Qué papel tienen las juveniles en este proceso de selección?
–Argentina tiene la misma estructura desde la sub-15 hasta la selección mayor, y eso está buenísimo porque se aprovecha todo el recurso humano. Así es como las nenas ya van trabajando la táctica, la alimentación, el cuidado del cuerpo y lo físico, todo desde muy chiquitas. Ya se notó la diferencia, porque por primera vez logramos pasar una fase inicial, que fue en el último Mundial sub-20, con figuras importantísimas como Kishi Núñez y como Milagros Martín, que están llamadas a tener un rol importante en el futuro. En el segundo semestre vamos a tener eliminatorias y ahí vamos a poder medir un poco hasta dónde llegó esta mejoría que Argentina está teniendo en comparación con otros países.
–Con respecto a la selección masculina, ¿se tiene la misma búsqueda protagonista desde el juego?
-Argentina, desde 2021 y con Germán Portanova (foto), cambió por completo su idea para la selección femenina. Antes, con condiciones que eran muy malas, se jugaba muy defensivo: a resistir, a aguantar, a perder por lo menos posible. Y ahora, que la situación es muy diferente, se decidió tener un juego más ofensivo. De tratar de pararse en campo rival sabiendo que los primeros resultados iban a ser negativos, porque Argentina tiene que moldearse, tiene que aprender, tiene que foguearse, pero la idea era que lo hiciera contra rivales importantes. Por eso se jugó contra Brasil, contra Colombia, contra México y contra Estados Unidos, todos rivales fuertes. En mayo se consiguió un triunfo importantísimo sobre Canadá por 1 a 0.
-¿Cómo se trabaja la táctica? ¿Se hace tanto hincapié en ella como en el masculino?
–La táctica en el fútbol femenino es interesantísima porque está en continuo crecimiento. Muchas de las jugadoras que están en Primera División desde hace años, que tienen treinta o más, no tuvieron a lo mejor tanto hincapié en la táctica en su formación y están aprendiendo de grandes. Y muchas nenas que están surgiendo están aprendiendo a la edad adecuada, más apta, que es cuando son chiquitas, pero todas están muy abiertas a aprender. Portanova y Meloni son los dos muy conocedores de la táctica. Meloni viene del futsal también, así que ha incorporado un montón de conceptos. Las vuelven locas a las chicas: les mandan ejercicios en el teléfono anticipando los ejercicios que van a hacer para que los vayan pensando. Se trabaja un montón.