domingo, julio 6, 2025

Solana Sierra: una grata sorpresa en la superficie más adversa

Por Francisco Gentile

“Solana está por las nubes” es una frase que hasta hace una semana parecía estar ligada únicamente al mundo cripto para referir a la moneda homónima, sin embargo, esta primera semana de Wimbledon hizo que el tenis también pueda acuñarla, con un histórico ingreso de Solana Sierra al cuadro principal. Los primeros pasos fuertes en el profesionalismo para una fuerza dominante en las categorías menores.

Sierra consiguió una hazaña que no tiene precedentes, jamás una tenista en la Era Abierta (1968) había llegado a octavos de final de esta competencia clasificando como “lucky loser” (término para referir a quienes perdieron la clasificatoria pero ingresan por una baja). Fue la lesión en la espalda de la belga Greet Minnen la que la hizo participar del cuadro a pesar de haber caído en los clasificatorios. Esta segunda oportunidad fue aprovechada y con tan solo quince minutos de preparación en los que se vistió del blanco característico del certamen, ingresó al césped y calentó, logró vencer a la australiana Olivia Gadecki en dos sets, desde ahí, cosechó victorias ante la local Katie Boulter con una remontada en tres sets en la cancha uno del All England Lawn Tennis and Croquet Club ante más de 11.000 espectadores y posteriormente a la española Cristina Bucsa por 7-5; 1-6; 6-1, con el dedo mayor de su mano derecha vendado tras un golpe de frustración al encordado de su raqueta en ese segundo set. Su participación finalizó frente a la alemana Laura Siegemund, que venía de eliminar a la vigente campeona del Australian Open Madison Keys, en un encuentro que se detuvo por lluvia en dos ocasiones.

El festejo de Sierra en el court principal.

La epopeya de la marplatense se da en una superficie históricamente adversa para el tenis argentino, tanto por su casi nula práctica en el país, como por su alta velocidad. De hecho, la última compatriota en haber llegado a esta instancia fue Paola Suárez en 2004, mientras que en la rama masculina fue Guido Pella en 2019, ambos clasificaron a cuartos en el único Grand Slam que nunca pudo ganar un singlista nacional, por el que Guillermo Vilas declaró que “el pasto es para las vacas”.

Aunque esta actuación representa una sorpresa, ya que antes del certamen se ubicaba en la posición 101º del ranking (ya escaló como mínimo a la 65º), se condice con la obtención de su primer título WTA, conseguido a inicios de abril en Antalya, y con su instalación este año en la Rafael Nadal Academy de Manacor, además de contar con un dominante pasado en el circuito de menores, fue la número uno de Argentina a nivel sub-12, sub-14 y sub-16 e internacionalmente llegó a las semifinales del US Open 2021 y la final de Roland Garros 2022, los dos en categoría junior, donde alcanzó la séptima posición del ranking, luego de pasar la pandemia entrenando en la cochera de su entonces instructora y en la terraza de su departamento.

Su iniciación en el deporte de raqueta comenzó cuando tenía dos años, jugando a pegarle a pelotas con caras dibujadas por su padre Omar, y aunque practicó también danza y natación, a los cinco, comenzó clases de tenis en el club Teléfonos, en la escuelita de Bettina Fulco (ex número 23º del mundo en 1988), más tarde, comenzó a competir en torneos de menores, a los que llevaba una muñeca que la acompañaba. En uno de ellos coincidió con Vilas, quien tras un duelo con su hija Andanin, aseguró que le gustaba como jugaba y le aconsejó que recordará que el tenis es “sacrificio, sacrificio y sacrificio”.

Solana Sierra junto a Betina Fulco y Gabriela Sabatini.

Con su crecimiento en la actividad y la necesidad de viajar para competir, cuando tenía 16 la federación italiana se ofreció a apoyarla económicamente en su carrera a cambio de que ella representara a la nación europea, pero la posibilidad fue desestimada por su familia, que creía que esto podía ser una incomodidad a futuro.

Sin cambiar de bandera y siendo la octava mejor clasificada entre las jugadoras de 21 años o menos, la carrera profesional de Sierra da sus primeros pasos en vistas de un porvenir prometedor.

 

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