Por Magalí Willems
Gael Galván, jugador de Pucará y Pampas, integra la selección argentina de rugby categoría M20 que se prepara para el Campeonato Mundial de la World Rugby, que se disputará en Italia con solo 12 equipos. Comienza el 29 de junio y ese día debutará Argentina ante Gales. Los otros encuentros son el 4 y 9 de julio frente a España y Francia, todos a la misma hora, 15.30 hora argentina.
Gael Galván frente a Australia en el Rugby Championship M20.
-¿Cómo estás viviendo este momento en la selección?
-En lo personal, muy bien, la verdad, sintiéndome mucho más cómodo que el año pasado y sintiéndome en un buen presente sobre todo. Actualmente estamos trabajando mucho, quizás, lo que nos faltó en el anterior torneo. También enfocándonos más en nuestros puntos fuertes, ya sea las formaciones fijas, el pack de forwards.
-¿Qué sentiste la primera vez que te pusiste la camiseta y saliste a la cancha?
-Es una mezcla de emociones medio rara. A mí me tocó la primera vez en un sudamericano, que justo fue acá en Argentina, en Rosario, y estaba viendo a mis viejos ahí en la tribuna. Y nada, fue un poco de orgullo, un poco de cómo se puede decir, de agradecimiento hacia ellos por todo lo que dejaron para que yo pueda llegar allá, también por mí, por todo lo que dejé. Pero nada, te tengo que decir una emoción… sería esa. Una emoción.
-¿Qué pensás de que Argentina en el rugby está acostumbrada a la derrota digna?
-Yo creo que hubo un gran avance porque ahora estamos en el top cinco del ranking y recientemente comenzamos a tener una base sólida en el seleccionado hace menos de 20 años, con lo que son las academias de alto rendimiento, a tener un equipo que abarque todo el país y se dé visibilidad a todos los jugadores con el Torneo del Interior, Top 12 y Súper Rugby Américas. En los países como Australia, Sudáfrica, Nueva Zelanda lo tienen hace 40 o 50 años y nosotros comenzamos, medianamente bien, hace 10 años. Estamos en buen camino pero es un poco conformista la derrota digna y no me gusta decirlo.
Gael Galván frente a Australia en el Rugby Championship M20.
¿Cuándo te diste cuenta que podías llegar a ser jugador profesional?
-La verdad que me di cuenta más o menos a los 18 o 19 años. Antes era mucho más una corazonada y por algo de que me gustaba el deporte. Me decían que tenía el físico y después con el paso del tiempo que era bueno y podía llegar lejos.
-¿Qué metas tenés para la selección en el futuro?
-Mi sueño es jugar en los Pumas. Y, la verdad, me veo jugando en la selección mayor de acá a un par de años. Todo lo que estoy haciendo hoy en día es para llegar a eso.
-¿Cómo es el apoyo de tu familia?
-Yo cuando entro a la cancha, trato de no distraerme, pero los busco a ellos, siempre en la vista periférica trato de ubicar a mi familia. Igualmente, a las giras internacionales todavía no pudieron ir, pero cuando tengo partidos en el país están siempre, es difícil separarse tanto tiempo, la verdad que no me cuesta tanto porque sé que están.
-¿Dónde te gustaría estar jugando en unos años?
-Me gustaría estar en un club de afuera, quizás buscando el máximo nivel, ya sea la Premier o el Top 14 de Francia. Para llegar a eso tengo una alimentación controlada, el entrenamiento ya en esta etapa de mi vida no puede faltar y después la parte de dejar algunas cosas de lado, ya sea en eventos familiares, con amigos.
-¿Esos son los sacrificios del deporte?
-En la selección nos hablan de que no hay sacrificios porque estamos buscando un bien para nosotros y un objetivo. Hay esfuerzos, como se le dice hoy en día. Es algo mental más que nada, es decir deja de ser un sacrificio cuando es algo que te gusta.
-¿Quién es tu referente en el deporte?
-Yo tengo dos, uno que está directamente asociado con mi posición, se llama Owen Franks, es un All Blacks ya retirado. Es uno de los jugadores en mi posición más icónicos, por lo disciplinado que era, lo técnico y que tenía un juego callado. No vamos a salir por ahí en todas las fotos, pero por ahí te ganamos un partido sin que nadie se entere. Y después, uno que me cambió un poco la cabeza en un momento, fue Juan Imhoff, que tiene una historia muy linda sobre el desarrollo personal dentro del deporte de su vida.
-¿Cómo fueron tus inicios?
-Yo soy la primera generación de mi familia que juega al rugby, fue de casualidad. Comencé en Rugby Social Lomas a los 13 años porque mi mama quería que haga un deporte y tenía las condiciones, y ese mismo año conocí a un chico que venía a Pucará, fui a probar e inmediatamente lo instale como mi estilo de vida. Después a los 16 o 17 ya marcaba mucha diferencia por mi contextura y por mi estado físico también, siempre me gusto mucho entrenar, practiqué mucho tiempo Boxpro y es algo que todavía comparto con mi papá cuando tengo tiempo.
-¿En algún momento dudaste de seguir?
-En la pretemporada de 2024, era mi primer año como invitado de Pampas y no me fui de vacaciones para quedarme entrenando. Después me di cuenta que fue un error porque no había descansado la cabeza y no tuve una pausa, me sentí sobrepasado. Además, se me acercaba el Championship que era mi primera convocatoria grande, me llegué a plantear de no querer jugar o entrenar y estar frustrado pero con el apoyo psicológico y ayuda de mis padres lo pude llevar bien. Actualmente, estoy con mucha confianza, busco estar en el momento y dar el cien por ciento y después si me seleccionan o no es decisión del entrenador, yo me quedo tranquilo.
-¿Hacés algo más aparte de entrenar?
Empecé a estudiar nutrición en la UBA y me coincidió con el primer año de academia en la UAR, casi termino el CBC y mis padres me dijeron que me apoyaban si quería dejar porque me veían cansado. Este año iba a arrancar la carrera virtual pero sacaron esa área. Me gustaría estudiar, seguro retome el año que viene. Igualmente, yo quiero que mi vida sea el rugby, me gustaría en mi futuro ser un gran entrenador antes que jugador.