Por Catalina García
Con tan solo 18 años ya conquistó las pistas y los corazones de los amantes de las carreras. Con una sonrisa que ilumina hasta el último kilómetro del circuito, y un carisma que despierta cariño y deseo por que logre un título mundial, Andrea Kimi Antonelli llegó este año a la Fórmula Uno para quedarse y convertirse en una de las leyendas de esta categoría.
La pasión por el automovilismo corre en sus venas, su padre, Marco, quien lo acompaña a todos lados, es un expiloto y actual propietario del equipo AKM Motorsport que compite en la Fórmula 4 italiana. Él le enseñó todo lo que sabía sobre el deporte.
“Cuando era chiquito solía jugar con autitos en el piso de casa. Me acuerdo que armaba mi propia pista, movía los autitos y hasta comentaba la carrera, ‘Y aquí viene Kimi Antonelli, por fuera en la horquilla ¡Toma la delantera! ¡Qué maniobra!’”, contaba el piloto italiano sobre uno de sus primeros recuerdos.
Su ligadura con los deportes de motor es tan fuerte que es notable en sus resultados a lo largo de su corta carrera. A partir de los siete años que comenzó a competir y alcanzado los 15 ya había salido campeón de Europa cinco veces.
Su gran destacamento en las categorías inferiores llamó la atención del Team Principal de la escudería Mercedes, Toto Wolff, quien conversó con el padre de Kimi para que formara parte del equipo junior a los 12 años de edad.
“La manera en la que corría era muy madura considerando su edad y su experiencia”, comenta el francés Gwen Lagrue, quien trabaja en Mercedes y se encarga de fichar a la próxima estrella, respecto al momento en que puso el nombre de Kimi sobre la mesa.
Más allá de que durante los fin de semanas logrará victoria tras victoria, fue una etapa dura para el oriundo de Bolonia, ya que no solo debía sacar buenas notas en el colegio, sino que también viajar y aprender inglés. La presión lo llevó a replantearse si valía la pena, pero cuando notó que era un orgullo para su padre decidió continuar para adelante. “Todo esto no es solo para mi, sino que también es para él. Llevo su legado”.
“Probablemente te estaba pidiendo más de lo que podías dar”, confiesa el progenitor del joven corredor sobre las peleas que mantenían cuando tan solo era un niño encontrando su lugar en el mundo de las competencias internacionales.
Sin embargo, Marco siempre supo que era especial. “Me di cuenta que tenía algo extra ese día en que, con 10 años, manejó un Lamborghini de carreras conmigo en la pista de Adria. Ahí fue cuando pensé que podría lograr algo bueno en el automovilismo”.
No obstante, la exigencia dio frutos. Tras pasar por la F4 saltó abruptamente a la F2 en la que finalizó sexto en el campeonato. A pesar de este resultado, Wolff ya había confirmado a la prensa que Antonelli sería uno de los pilotos principales de la escudería alemana en 2025.
“¿Cómo será trabajar con un piloto joven? La cosa es que no sé. Kimi no tiene su licencia de conducir aún. Por lo tanto, es un tipo diferente de presión porque hay mucha expectativa en un muchacho tan jóven, super talentoso, pero que todavía no fue probado. Ese es mi trabajo, probarlo y asegurarme de que podamos convertirlo en otro campeón del mundo”, se cuestionaba Peter “Bono” Bonnington, ingeniero de Mercedes, acerca de la llegada de Antonelli a la Fórmula Uno.
El joven piloto fue bien recibido por sus compañeros de parrilla, todos destacan la madurez y frialdad en la pista. Sin embargo, todavía le queda un largo camino por recorrer. “Hay demasiado para aprender y uno no sabe cuánto no sabe, por eso debemos enseñarle un montón”; “Una gran parte de preparar a un piloto es hacerlos sentir cómodos estando incómodos”, destaca Bono quien trabaja de cerca con la futura promesa del automovilismo.
Pese a las adversidades que se le presentan, Kimi opta por aprender de cada error, utiliza métodos como la manifestación o la visualización para comprender sus fallas y poder mejorar para la próxima carrera.
“Visualizo un montón, con todo pero mayormente cuando corro. Cometo un error en la carrera y comprometo un poco el resultado, me imagino ‘¿Y si hubiera defendido mejor?’ ‘Si frenara más en el ápex y no volviera para atrás ¿qué podría haber sido?’ También visualizo un poco sobre el futuro. Manifiesto”.
El éxito es una palabra que identificará la carrera del tercer piloto más joven en haber debutado en La Máxima. Todavía tiene un largo camino por recorrer, pero los expertos se adelantan en asegurar que el futuro del muchacho será igual o más grande de lo que alguna vez fue Senna, ídolo de Kimi Antonelli.