Por Santiago Peñoñori Gaona
El Club Deportivo O’Higgins de Chile atraviesa un proceso de venta que amenaza contra el trabajo de orfebrería realizado por el departamento de Fútbol Joven del cuadro rancagüino desde hace 16 años, cuando Fernando Vergara llegó al club. A pesar de eso, el jefe técnico —equivalente al cargo de coordinador en Argentina— se tomó unos minutos para charlar con nosotros y contarnos su visión acerca de la formación de futbolistas profesionales y los desafíos a los que se enfrenta a diario.
-¿Cómo es tu historia en O’Higgins y cuál es tu rol hoy?
-Fue y sigue siendo mi primera experiencia en el fútbol profesional. Actualmente, soy el jefe técnico con mayor antigüedad en un mismo club en Chile. Vi pasar a más de 20 entrenadores en primera. Antes de llegar, nunca había trabajado a este nivel en Argentina. Llegué con Jorge Sampaoli en 2008, cuando él dirigía en O’Higgins. Nos conocimos porque yo era el “profe” de Los Molinos, una localidad santafesina que está cerca de Casilda, su ciudad natal. Mi rol tiene que ver con algo que siempre me gustó: acompañar procesos.
El argentino oriundo de Ramallo —localidad en la que fue declarado “Ciudadano Destacado” en 2023— tuvo una carrera corta como futbolista profesional: solo jugó en Central Córdoba de Rosario un par de temporadas. Más allá de eso, él siempre lo vivió como si estuviera “jugando en el Barcelona”. Profesor de educación física, novelista, cuentista, director técnico, poeta y hasta actor, Feno construye una mirada holística de la formación a partir de sus múltiples experiencias.
-¿Qué vínculo tenés con la literatura?
-Me gusta leer y escribir desde que soy chico, en parte por mi mamá. Antes me reservaba dos horas por semana para componer, ahora he aflojado un poco. Siempre fue una herramienta para relacionarme con episodios lindos y feos de mi vida. La revista El Gráfico, la Lúpin, la historieta de Condorito y la de Patoruzú son los primeros recuerdos que se me vienen a la cabeza.
-¿Cómo la relacionás con tu trabajo?
-Se relaciona sola. Siempre utilicé historias, cuentos y referencias para charlas técnicas. Por ejemplo, una vez, en el marco del concurso “El fútbol también se lee”, que organizó el Ministerio de Cultura de Chile y dio lugar a un libro de cuentos que se entregaba en los estadios, aprovechamos desde el club para subirnos a la movida. Invitamos al equipo organizador a nuestro centro de entrenamiento, hablamos de la importancia de la lectura, del desarrollo de otros intereses e hicimos entrega de los libros.
–¿Tenés alguna actividad fija que forme parte de la agenda y que vincule estos mundos?
-Actividad concreta todos los años, no. Pero cuando identifico a alguno de los chicos que va por ese lado, me acerco, intento ayudarlo, le sugiero libros. Por ejemplo, había un jugador que le gustaba tocar el ukelele y un día organizamos para que haga una presentación en el vestuario con todos sus compañeros. Estuvo muy lindo.
-¿Qué lecturas les sugerís?
–Hernán Rivera Letelier es muy bueno, me cago de risa. Tiene un lenguaje muy procaz e historias para todos. Además de eso, me encanta la poesía. Me amigué con ella acá en Chile. Vicente Huidobro, Gabriela Mistral, Nicanor Parra y los poetas mapuches, Elicura Chihuailaf, Jaime Luis Huenún y Leonel Lienlaf; te vuelan la cabeza.
El autor de Movete que vas a entrar y La Revancha en Sánchez, dos libros de cuentos deliciosos para conocer cómo se vive el fútbol en las pequeñas ciudades del mal llamado “interior”, también es letrista: homenajeó a Tomás Felipe “Trinche” Carlovich, a Ricardo Enrique “Bocha” Bochini, a Diego Armando Maradona y a Ernesto Grillo. Hugo Reina, quienjunto a su banda, Huitral,le puso música a sus líneas, lo contactó por Facebook al leer sus poesías semanales. Hoy, Fernando se encuentra alejado de las redes.
-¿Qué podés decirme de las redes sociales y la formación de los futbolistas?
-Es una herramienta peligrosa. Un tema de suma actualidad que atraviesa todo el proceso formativo. Por ahora, todo lo que hemos hecho ha sido intuitivamente. Dentro del club tenemos un área de Comunicación y hay un jefe que nos brinda capacitaciones. Si tengo que hacer una autocrítica, creo que debe haber un plan anual en relación a eso, con intervenciones concretas que vinculen a los jugadores, a los padres y a los técnicos.