Por Felipe Trotta
Emma Knobl comenzó a jugar al hockey casi de casualidad. Su historia con este deporte no fue planeada desde un principio, sino que fue el resultado de circunstancias familiares y de una conexión que fue creciendo poco a poco hasta convertirse en una verdadera pasión. Según contó, su llegada al club Lomas Athletic fue a través de su hermano, quien ya formaba parte del mismo, aunque en otra disciplina. De este modo, desde muy pequeña estuvo vinculada a ese entorno deportivo y social que ofrece el centro deportivo, un lugar que con el tiempo se volvió fundamental en su vida.
Cuando Emma tenía apenas seis años, sus padres decidieron inscribirla en la escuelita de hockey que ofrecía Lomas Athletic. Fue una decisión que cambió su vida, ya que desde ese momento nunca se alejó del deporte. Más allá de la práctica física y el entrenamiento, para Knobl “Arenales 663” es mucho más que un espacio deportivo; lo describe como su segunda casa, un lugar donde creció, se formó y creó lazos que aún hoy mantiene. Allí conoció a sus mejores amigas, y encontró un canal para expresar y canalizar su energía desde muy pequeña. Para la defensora del Tricolor, el club representa un hogar, un refugio donde siempre se sintió acompañada y motivada a seguir adelante.
Durante toda su formación como jugadora, hubo dos personas que dejaron una marca especial en ella, dos referentes que fueron claves en su desarrollo tanto dentro como fuera de la cancha: Alejandra Gulla y Agustina Duarte. Emma destacó que ambas la acompañaron desde sus primeros años en el club, brindándole guía, apoyo y enseñanzas que marcaron un antes y un después en su carrera. Estas dos figuras no solo aportaron desde lo técnico y táctico, sino que también fueron un sostén emocional y un ejemplo a seguir. La Campeona del sudamericano con Las Leoncitas sostiene que Alejandra y Agustina siempre tendrán un lugar muy importante en su corazón, y que sin su influencia, probablemente su camino en el hockey no hubiera sido el mismo.
El debut en Primera División llegó cuando tenía casi 17 años, un momento que recuerda con mucho cariño y emoción. Ese día fue, para ella, la concreción de un sueño largamente acariciado al poder compartir cancha con las jugadoras que había admirado desde niña, como Agustina Albertario o Milagros Forcherio aquellas que veía como referentes dentro del club y del hockey nacional. Knobl considera que haber llegado tanto a la Primera de Lomas Athletic como a la Selección mayor es el resultado directo del esfuerzo constante, la disciplina y la dedicación que le puso al deporte desde sus primeros años. Más allá de la parte física y técnica. También destaca el aprendizaje en valores, como la constancia, el trabajo en equipo y la resiliencia, que fueron parte fundamental en su desarrollo como persona y deportista.
Emma se sumó al plantel de Las Leonas en diciembre del año pasado, una convocatoria que para ella significó un paso enorme en su carrera. Tuvo su debut internacional nada menos que ante Alemania, durante un encuentro de la Pro League que se disputó ese mismo mes. En relación a su experiencia con la Selección Mayor, Knobl confesó que al principio le costó adaptarse desde lo hockístico, principalmente por el ritmo vertiginoso de juego y las características individuales de cada compañera. Sin embargo, subrayó que el grupo humano dentro del equipo es excelente, y que se sintió bien recibida desde el inicio, lo que facilitó enormemente su integración. Aseguró que mantiene una buena relación con todas las jugadoras y que el clima dentro del plantel es muy positivo, un factor que según ella, ha sido clave para que pueda adaptarse y aportar rápidamente.
De cara a las próximas fechas de la Pro League, donde Argentina jugará contra España el 7 y 8 de junio en Valencia y contra Inglaterra el 14 y 15 en Londres, la número 29 de Las Leonas afirmó que ve al equipo en un muy buen momento. Contó que han estado entrenando mucho durante los últimos meses, poniendo especial foco en varios detalles técnicos y tácticos que esperan reflejar en el rendimiento durante los partidos. La jugadora mostró confianza en que ese trabajo constante dará resultados y destacó la motivación del grupo para seguir creciendo y enfrentarse a estos importantes compromisos con la máxima concentración.
Más allá de su presente deportivo, Emma dejó en claro que no vive exclusivamente del hockey y que valora enormemente el respaldo que recibe de su familia quienes siempre la apoyaron y realizaron un enorme esfuerzo para que pudiera dedicarse al deporte que ama sin descuidar otros aspectos de su vida. Actualmente, estudia Economía Empresarial en la Universidad Nacional de Lanús, una carrera que la apasiona y que considera fundamental para su desarrollo integral. Valoró especialmente el programa de “doble carrera” que ofrece la universidad, el cual le permite compatibilizar sus estudios con el alto rendimiento deportivo, algo que considera vital para poder construir un futuro sólido tanto dentro como fuera de la cancha.
En cuanto a sus planes a futuro, Knobl expresó su deseo de seguir creciendo no solo como jugadora sino también como persona, fortaleciendo su juego y aportando lo mejor en cada entrenamiento y competencia, tanto en su club como en la selección nacional. En lo inmediato, su objetivo es continuar disfrutando con sus amigas y compañeras en Lomas, dejando al club en lo más alto y aportando a su historia. Además, confesó que sueña con disputar un Juego Olímpico, una meta que para ella representa el máximo anhelo deportivo. Más adelante, también le gustaría tener la experiencia de jugar en el exterior, sumergirse en otros ambientes y culturas deportivas que le permitan seguir desarrollándose y aprendiendo.