Por Adriano Bianchini y Facundo Zungri
A dos años de la histórica victoria en el Mundial de Qatar 2022, la Selección Argentina se encuentra en pleno proceso de renovación, mientras mira hacia el futuro y se prepara para el desafío del Mundial 2026. La consagración de la Albiceleste en Qatar, junto con el título de bicampeón de la Copa América, marcó el cierre de un ciclo dorado para la selección, pero también el inicio de una transición que ha llevado a la salida de varias figuras clave.
Uno de los nombres más destacados en este proceso de cambio es el de Ángel Di María. El “Fideo”, tercer jugador con más presencias en la historia de la Selección y séptimo máximo goleador, decidió poner fin a su ciclo internacional. Tras una carrera llena de éxitos, Di María dio un paso al costado, cediendo su lugar a las nuevas generaciones. La ausencia de Di María ha dado paso a jóvenes promesas como Alejandro Garnacho, quien, tras su consolidación con el Manchester United, se ha ganado un lugar en las convocatorias de Scaloni. Otro de los nuevos rostros es Valentín Carboni, quien fue una de las sorpresas en la lista para la Copa América 2024 y continúa su carrera en Europa, ahora a préstamo en el Olympique de Marsella.
Junto a Garnacho y Carboni, otros jóvenes jugadores comienzan a consolidarse en la selección mayor. Matías Soulé, quien tiene pasado en la Juventus y ahora juega en la Roma, es una de las apuestas de futuro. Además, el mediocampo de la Albiceleste también se ve renovado con la aparición de nombres como Nicolás Paz, la promesa del Real Madrid que fue cedido al Como de Italia, y Facundo Buonanotte, quien, tras su paso por el Brighton, debutó con la selección mayor y es considerado una de las grandes alternativas en el medio campo. Ezequiel Fernández, surgido en Boca y con gran presente en el Porto, también ha sido convocado, ganándose un lugar en las últimas listas de Scaloni.
En la defensa, el futuro de Nicolás Otamendi está en duda, lo que ha obligado al cuerpo técnico a buscar alternativas en la zaga central. Leonardo Balerdi, capitán del Olympique de Marsella, y Nehuén Pérez, defensor del Porto, han emergido como posibles reemplazos. Además, en el lateral izquierdo, Valentín Barco, surgido en Boca y ahora en el Sevilla, se perfila como un sustituto natural de Marcos Acuña y Nicolás Tagliafico, quienes podrían no estar presentes en el Mundial de 2026.
Otro cambio importante se dio en la portería, con la salida de Franco Armani, quien decidió seguir el mismo camino que Di María. La ausencia del arquero de River Plate ha dejado espacio para nuevos nombres, como Gerónimo Rulli, quien ocupa el puesto de segundo arquero, mientras que Emiliano Martínez sigue siendo el titular indiscutido. Walter Benítez, campeón de la Eredivisie con el PSV de los Países Bajos, y Juan Musso, quien fue comprado por el Atlético Madrid tras su gran temporada en el Atalanta, completan las opciones en la portería.
En este proceso de renovación, uno de los logros más destacados fue la obtención de la Copa América 2024. Esta victoria representó otro título continental para la Albiceleste y, al mismo tiempo, consolidó a muchos de los nuevos convocados en el grupo. En la Copa América, Scaloni apostó por una mezcla de experiencia y juventud, manteniendo a 21 jugadores que ya habían sido campeones en Qatar 2022, pero también introduciendo a nuevos nombres como Giovanni Lo Celso, Lucas Martínez Quarta, Nicolás González, Alejandro Garnacho y Valentín Carboni, quienes reemplazaron a figuras como Thiago Almada, Juan Foyth, Paulo Dybala, Ángel Correa y el ya mencionado Di María.
La victoria en la Copa América 2024 fue clave no solo por el título en sí, sino por la consolidación de un equipo que sigue demostrando ser competitivo a pesar de las ausencias de jugadores clave del ciclo anterior. El equipo mostró que, incluso con la renovación en curso, sigue siendo una potencia en el fútbol mundial, con nuevas figuras que asumen responsabilidades y muestran su calidad en la cancha.
La Selección Argentina, dirigida por Lionel Scaloni, sigue buscando el equilibrio entre la experiencia de los campeones del mundo y la frescura de los jóvenes talentos. El proceso de renovación es una tarea difícil, pero necesaria para asegurar que el equipo siga siendo un contendiente en la élite del fútbol mundial. A medida que se acercan las eliminatorias para el Mundial de 2026, la Albiceleste sigue adelante con su visión de futuro, sin olvidar los logros del pasado, pero con la mirada puesta en nuevos horizontes.