miércoles, diciembre 4, 2024

Mateo Albanese: “No creo que la URBA se profesionalice en un futuro, la profesionalización va por otro lado”

Por Manuel Martínez Cataldo

Tiene 21 años y es el medio scrum titular del San Isidro Club, semifinalista del URBA Top 12. A principio de año disputó el Súper Rugby Américas, torneo profesional, con la franquicia argentina Pampas. Hace algunos años fue capitán de Los Pumitas y es hijo de Diego Albanese, ex jugador de Los Pumas.

-¿Cómo fue tu proceso de adaptación al incorporarte al SIC a mitad de temporada después de tu experiencia en Pampas?

-En mi caso fue difícil porque estuve con varias lesiones. Cuando quise volver a Pampas después de la primera lesión me volví a romper, así que cuando volví al SIC tenía cero ritmo. En cuanto a la adaptación, el grupo humano en el club es muy lindo y nos sentimos parte sin estar, porque no te terminás de alejar por completo del club. Desde el juego capaz tardás un poco más en acostumbrarte, pero pasan una o dos semanas y ya te adaptas. 

-¿Cómo afrontaste desde lo mental el hecho de sufrir dos lesiones seguidas?

-Antes de este año no me había lesionado nunca. Fue de golpe y no me había dado cuenta lo difícil que era hasta que me pasó. La primera fue un bajón pero la segunda fue más fuerte mentalmente porque ya había hecho un esfuerzo bastante grande, y tenía que volver a arrancar de cero. Es un proceso de altibajos y tenés momentos que estás bien y otros que estás a las puteadas. La compañía del grupo te hace pasar las cosas mejor, pero es un ida y vuelta emocional complicado. 

-¿Sentís que esta experiencia te hizo crecer como jugador?

-Sí, crecí como jugador desde el aspecto mental, pero es difícil crecer desde el juego porque al estar parado tanto tiempo no tenés ritmo, no jugás. Por ahí podés aprender si vas por un lado más de análisis de juego. Yo trataba todo el tiempo que podía de hacer pases, ya sea sentado, arrodillado, parado o con una bota. Traté de sacarle el jugo lo máximo que pude a la lesión. Ahora, lo que te da la cancha de estar ahí adentro y poder jugar, tomar decisiones y todo el ritmo que un jugador necesita, lo perdés. De alguna forma le pude encontrar la vuelta y traté de mejorar otros aspectos, y ese proceso me hizo ser mejor jugador.

-¿Qué diferencias encontrás entre el rugby profesional y el rugby amateur?

-La diferencia más grande hoy en día que me toca vivir entre el Súper Rugby Américas (SRA, profesional) y URBA (amateur) está en la preparación. Cuando estás en Pampas te dedicás cien por cien al rugby y hay un nivel de detalle que por ahí dentro de lo que es URBA no se le da tanta importancia. Creo que igualmente la URBA está cada vez más profesionalizada y se ve en el nivel del juego, cada vez más competitivo, aunque físicamente la SRA esté un escalón por arriba.

-¿Crees que el rugby de Buenos Aires puede llegar a ser profesional en algún futuro? 

-Yo creo que es muy difícil por su estructura. Es muy difícil cambiar ese amateurismo que hay en los clubes. A nivel Sudamérica y también Argentina, de a poquito se va armando un sistema más profesional, pero lo que es el torneo del interior o la URBA no se va a profesionalizar. Cada vez más provincias se suman al SRA y es a lo que se está apuntando, cada vez hay más provincias profesionales, pero lo veo más por ese lado y no tanto por lo que es los clubes. Creo que los clubes van a ser siempre los clubes.

-¿Cómo es la dinámica familiar con tu papá desde el rugby?

-El trato con mi viejo está buenísimo. Se mete si yo le pido, no es que está encima mío molestándome. Termina un partido y si yo no le pregunto por ahí no me dice nada. Muchas veces me da consejos que me hacen mejorar. Otras veces por ahí estamos en casa y de lo último que queremos hablar es de eso. Por ahí él vuelve de laburar y yo estuve toda la semana pensando en rugby y le digo: “Viejo, no quiero hablar más de rugby, estoy cansado”, y creo que nos pasa un poco a los dos.

-¿Qué tan cerca ves una posible convocatoria a Los Pumas?

-Sería un sueño, pero no lo pienso mucho. Trato de enfocarme en el día a día y en mejorar como jugador. Si hago eso, sé que voy a crecer muchísimo y que ese sueño va a estar más cerca, pero trato de no pensarlo mucho y enfocarme más en el ahora.

 

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