Por Morena Baulde
En Argentina, a diferencia de países europeos, el hockey sobre césped es amateur y a pesar del alto nivel de los jugadores, no tienen contratos pagos. Los jugadores, que tanto tiempo le dedican y con el desgaste que eso conlleva, no pueden vivir del hockey. Individualmente les pagan a sus clubes para poder jugar: la cuota; el fichaje; el arbitraje y la vestimenta (incluyendo los materiales necesarios para jugar, como el palo, las canilleras y el protector bucal).
El hockey sobre césped llegó a Argentina en la primera década del siglo XX. Fue el primer país sudamericano en el que se practicó este deporte y según publicó la página de la Selección Argentina: “Por la constante participación femenina desde sus inicios, se trata de una de las actividades que más impulsaron el ingreso de las mujeres al deporte en Argentina”.
Delfina Merino, histórica jugadora de Las Leonas desde el 2009 hasta el 2021 y ganadora del premio a Mejor Jugadora del Mundo en 2017, en una entrevista del 2023 que tuvo para TNT Sports, confesó: “Yo no estoy tan de acuerdo con que se profesionalice el hockey en Argentina porque amo mi club (Banco Provincia) y a casi nadie se le ocurre cambiarse a otro. Tampoco tenemos la infraestructura ni la economía para que eso pase. En Países Bajos yo tuve contrato y me pagaron por jugar. En nuestro país es completamente al revés. Por eso la gran diferencia de nivel, allá es un hockey elite. Sin embargo, hay un montón de cosas, cuando estás allá, que extrañás del hockey argentino”.
Desde de los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 a París 2024, el hockey argentino estuvo en el podio consecutivamente. Siete juegos seguidos. Seis medallas para el conjunto femenino y una para el masculino en total. Respecto a copas del mundo, Las Leonas han ganado dos campeonatos y Los Leones consiguieron el tercer puesto en La Haya 2014.
La mayoría creería que a raíz de todo lo conseguido, la Selección argentina tendría como mínimo su propio lugar para entrenarse en las preparaciones de cada torneo. Si bien cuentan con la cancha del CeNARD, es de público conocimiento, ya que los propios jugadores lo han dicho, que las condiciones del césped sintético no son aptas en lo absoluto para un entrenamiento de un nivel de Selección.
Actualmente hay 50 jugadores pertenecientes al Seleccionado argentino, entre femeninos y masculinos, que se encuentran en la lista de becados del ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo). Para los Juegos Olímpicos de este año, se dividieron en tres categorías:
- Excelencia ($689.907): Medallista Olímpico o Paralímpico Tokio 2020, revalidado en el último Campeonato Mundial.
- Proyección ($524.329): Tendencia en los resultados que pronostiquen condiciones objetivas de podio olímpico.
- Clasificado Nominal a París 2024 ($300.729): Clasificado Nominal Individual a los Juegos Olímpicos o Paralímpicos París 2024.
La manera en la que más dinero suelen recaudar los jugadores que tienen la suerte de que los reconozcan por su nivel, es a través de los sponsors y los acuerdos publicitarios. Lo más común es en marcas de indumentaria de hockey, pero sobre todo proveedoras de palos, ya que en la actualidad cuestan entre $500.000 y $1.000.000. Valentina Raposo, jugadora de Las Leonas, que actualmente se desempeña en el club HGC de La Haya, Países Bajos, mediante una charla con este medio, confesó: “Acá en Países Bajos se vive el hockey de otra manera, es algo parecido o similar a lo que es el fútbol en Argentina. La principal diferencia es que cuentan con muchos más recursos, como que todos los clubes tienen entre dos y tres canchas de agua. En nuestro país la gran mayoría tiene cancha de arena”.
“Jugué dos finales contra Países Bajos y no le pudimos ganar, si con los pocos recursos que contamos, casi siempre llegamos a instancias finales, empezando con cambios como tener nuestra propia cancha de agua en buenas condiciones, podrían ayudarnos a conseguir mejores cosas. Me encantaría que el hockey en Argentina se profesionalizara, pero creo que es una cuestión económica y política. Aunque no contemos con una buena economía, igualmente podríamos ir de a poco cambiando o adquiriendo nuevas cosas para empezar a dar un giro en el profesionalismo, ya que así es la única manera de superar a las potencias mundiales”, agregó Raposo.
Durante el año, muchos se van a jugar a equipos de Europa, algunos con la suerte de ir a Países Bajos quien ocupa el primer puesto a nivel mundial, con la finalidad de conseguir más roce y tratar de estar a la par en cuanto a nivel. Además, en el Viejo Continente tienen la posibilidad de firmar contratos con los clubes, es decir que les pagan por jugar.
Giuliana Gamondi es una jugadora de Chubut que actualmente se desarrolla en la Primera División de San Isidro Club. Además de jugar al hockey, estudia kinesiología y con 19 años y lejos de su familia maneja su vida de deportista y de estudiante a la vez. “Creo que el hockey debería dejar de ser amateur. Hay que tener en cuenta la disciplina que debemos tener en tanto las horas de entrenamiento, el desgaste físico, la alimentación saludable y demás. No siento que se le dé el suficiente reconocimiento a nuestro deporte, sumándole la situación económica del país. En mi caso, entre vivir sola, ir a la facultad y hockey se me hace mucho gasto. Las cuotas en el club son mucho más caras que en Chubut. El equipamiento deportivo es muy costoso y no dura tanto como uno espera: $70.000 unas canilleras, $50.000 un guante y los palos que salen más de $500.000 te duran entre tres y seis meses. Por suerte hace poco tuve la posibilidad de que conseguir una marca que me deja todo a mitad de precio y eso me ayuda bastante”, expresó Gamondi.
En definitiva, los jugadores de hockey en Argentina, a pesar de haber tenido un gran desempeño a lo largo de los años dejando al país en lo más alto, no pueden vivir solo del deporte. El poco reconocimiento por parte del Estado y la economía del país tienen como consecuencia que la gran mayoría de los jugadores estudien y trabajen a la vez, muchos acudiendo a los contratos publicitarios. A su vez, los que forman parte de la Selección y cumplen con los requisitos del ENARD, cuentan con la beca.