martes, noviembre 26, 2024

Los neumáticos en la Fórmula 1, un ciclo sin fin

Por Luca Luvino

Hasta los mejores autos del mundo necesitan ruedas para correr, pero saber gestionarlos nunca fue tarea sencilla.

Se dice que el motor es el corazón de un auto, pues bien podríamos entonces decir que los neumáticos son sus piernas, no hay coche que funcione sin ellas. Si le pedimos a un niño que nos dibuje uno, las ruedas estarán siempre presentes.

La Fórmula 1 comenzó en la década del 50, con carreras en las que era frecuente que la mitad de los pilotos no llegaran a la meta, incluso se estima que el 30% de los retiros eran debido a problemas con los neumáticos.

Sin importar la marca, fueran Dunlop, Englebert, Firestone, Continental o Goodyear carecían de la tecnología necesaria para la actividad en tan altas velocidades. Las ruedas, que tenían una forma más bien diagonal, no contaban con un buen agarre y se desgastaban con mucha facilidad.

Juan Manuel Fangio no solo fue campeón con cuatro escuderías distintas sino también con tres neumáticos diferentes: Pirelli, Continental y Englebert.
Juan Manuel Fangio no solo fue campeón con cuatro escuderías distintas sino también con tres neumáticos diferentes: Pirelli, Continental y Englebert.

Pasaron años de prueba y error en busca de un mejor neumático. Hasta que en 1977, la empresa francesa Michelin arribó a la Fórmula 1 con su famoso invento las Radial Tyres, o en castellano, llantas de radio. Esta forma, es la que tienen hoy los autos tradicionales.

A diferencia de las ruedas diagonales, las de radio tenían una carcasa de cuerdas de metal perpendicular a la parte de caucho. Pero no solo evolucionó eso, también aumentó la durabilidad de los mismos y la velocidad de los autos, lo que ayudó a que tuvieran que parar menos en los pits.

Aunque lo que siempre se buscó en la Fórmula 1 fue ser más veloz que los demás, la estrategia también empezó a formar parte de las carreras, y fue en esta misma década que empezaron a surgir más compuestos especiales.

Previamente, en 1971 y de la mano de Goodyear aparecieron las slick tyres, que tenían la particularidad de que la textura de la rueda era totalmente lisa para un mejor agarre. Por otro lado, Firestone comienza a implementar neumáticos especiales para la lluvia con el objetivo de lograr una mejor estabilidad en ese clima. En la actualidad, ambos se siguen utilizando.

En 2011, tras varios idas y vueltas con distintos proveedores de neumáticos, Pirelli vuelve tras 30 años de ausencia en la categoría y firma un contrato de exclusividad con la Fórmula 1 con vigencia hasta, por lo menos, 2027.

Las primeras tres victorias en la historia de la Fórmula 1 con neumáticos Michelin fueron por parte del argentino Carlos Reutemann en 1978.

La compañía italiana trajo consigo muchas innovaciones. A lo largo de su primer año, los distintos compuestos empezaron a tener detalles en color para evitar confusiones y poder ser diferenciados tanto por los mecánicos como por los fanáticos.

A pesar de eso, entre neumáticos secos y de lluvia, la cantidad de colores seguía sin ser clara para algunos. Por eso, en 2019 a pesar de ser cinco compuestos para pista seca, solo habría tres aspectos: rojo para los blandos, amarillo para los medios y blanco para los duros.

También se le suman, para casos especiales como lo fue en Interlagos el pasado 3 de noviembre, el azul para las fuertes lluvias o precipitaciones y verde para ligeros diluvios o para momentos en los que el asfalto empieza a secarse. Estos dos tienen un relieve diseñado para poder drenar el agua.

Pirelli busca seguir innovando y para 2025 añadirá un nuevo compuesto, el C6, que pasaría a ser el mayor de los soft. La idea es que se usen en los circuitos urbanos, como el de Mónaco, en el que ocurren pocos sobrepasos.

En el pasado Gran Premio de México, se dedicó media hora en una de las prácticas para que los pilotos puedan probarlo y acostumbrarse a su uso. Se espera otro testeo tras la última fecha de esta temporada que se realizará en Abu Dhabi del 6 al 8 de diciembre.

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