Por Gustavo Bettinotti
Es recordado por su paso en Independiente, y con 32 años ya jugó en 12 equipos de 8 países diferentes. Volvió al club de sus amores y tiene otras pasiones fuera del fútbol.
Chacarita, Independiente, Cruzeiro, Santa Cruz, Tijuana, Talleres, Aldosivi, América de Cali, Al-Ittihad Kalba, Argentinos Juniors, Atromitos, Aldosivi nuevamente, Palmaflor y Chacarita otra vez, como en sus inicios. Todos estos pasos tuvo Matías Pisano a sus 32 años, y con varios años más por delante como futbolista, a pesar de ya contar con el título de entrenador, profesión en la que por ahora no se imagina, y que siente “medio enfermiza”.
Luego de llegar junto a su mujer cerca de las 4 de la tarde a una cafetería ubicada en Villa Ballester, donde él vive y a pocas cuadras del estadio de Chaca, Pisano se sentó en una mesa al aire libre, invitó al entrevistador un café con leche y dio inicio a la charla.
Al haber jugado en 12 clubes distintos a lo largo de su carrera, consultado acerca de dónde cree que logró mostrar su mejor versión, el nacido en Capital Federal respondió: “Mi primer paso por Chacarita fue muy bueno, en Independiente excelente también, y después creo que mi nivel fue muy bueno en Colombia. Me fue muy bien personalmente y justo también salimos campeones con América de Cali”.
Más allá de ser un trotamundos, el enganche tiene un sentimiento especial con el club que lo vio nacer. “Chaca es mi segunda casa. Yo quiero mucho al club pese a que me ha ido más mal que bien. El último año de mi primer ciclo fue muy bueno, pero después fueron etapas duras. A veces jugaba, a veces no y me tocó vivir dos descensos. Llegué con 10 años y literalmente casi me muero, porque tuve un traumatismo de cráneo después de darme la cabeza contra un paredón jugando en el Polideportivo. Pasé por todas, conozco a todos y ahora disfruto de estar de vuelta”, expresó.
Tras destacarse en el Funebrero, llegó a Independiente en el peor momento de su historia, en una operación en la que Ricardo Bochini, máximo ídolo del Rojo, cumplió un rol clave: “Justo Independiente desciende y me llaman, que en ese momento Bochini estaba metido en el club, y era íntimo amigo del Tano Pasini, mi entrenador en Chacarita. No me había pedido (Miguel Ángel) Brindisi, que era el técnico del Rojo, pero el Bocha metió sus fichas y se terminó dando”.
Acerca de esa temporada 2013/14 donde consiguen el tan necesitado ascenso a Primera con el Rojo, el zurdo recordó: “Fue un año súper duro. Era complicado llegar a uno de los clubes más grandes de Argentina estando en la B, y con la gente que necesitaba ascender al toque. La B encima es durísima. Estuvimos hasta la fecha 6 sin ganar, echaron a Brindisi y ahí llega Omar De Felippe, que fue el que me dio más continuidad. Al final pudimos conseguir el ascenso… uno de los tres ascensos, porque fuimos el tercero. Por suerte ascendían tres, porque sino nos quedábamos un año más”.
Ya en Primera, su gran desempeño en el club de Avellaneda generó el interés de Jürgen Klopp, por ese entonces en Borussia Dortmund: “Estaba todo dado, no lo podía creer. Mi año con Jorge Almirón como técnico fue muy bueno, y en un partido con Boca en cancha del Rojo me vinieron a ver de Alemania y la rompí. Al otro día me junté con los alemanes, querían comprarme, y hasta hoy no se bien por qué no se dio. Habrá sido tema de dinero, que pidió más plata mi representante o el club, y se terminó cayendo”.
De todas formas, a Pisano el fútbol le dio el lujo de conocer el mundo, y considera que Emiratos Árabes Unidos es el lugar “más loco” donde le tocó jugar. “Fue una experiencia linda, más allá de que mi mujer en ciertos lugares tenía que estar tapada. Allá mis compañeros ganaban fortuna pero tenían otros laburos. Eran policías, bomberos o abogados, y ganaban muy bien también en esos trabajos”, contó.
Pero además de la pelota, el jugador de 1,62 metros de altura tiene otras pasiones. Apodado Juguete por el Bambino Pons debido a su fanatismo por Toy Story, el surgido de la Sociedad de Fomento Fernando Hidalgo aseguró que en sus viajes a Disney se trae siempre algún muñeco de la película, y que ya le queda poco para tener la colección completa.
A su vez, durante la pandemia hizo streams jugando al Fortnite en la PlayStation, otro de sus amores. “En esa época jugaba 8 horas por día, ahora bajé un poco porque sino la patrona me mata. Es un hobbie que me distrae un poco del fútbol y de los problemas que pueda tener. Disfruto mucho jugando, y ahora no juego 8 pero 3 por día meto seguro”, reveló entre risas.
Por último, y previo a acompañar a su esposa que se había quedado adentro mientras se llevaba a cabo la entrevista, Pisano detalló cuáles son sus objetivos para este final de temporada con Chacarita, y a futuro en su carrera: “Con Chaca nos quedan un par de balas para intentar clasificar al reducido. La idea es ascender, vine a eso. Después veré que hacer, mi contrato vence en diciembre y si surge alguna oportunidad la analizaré con mi mujer. No me cierro a ir a ninguna parte del mundo”.