Por Aitor Godoy
17 de septiembre de 2014, estadio Camp Nou, Cataluña. El mediocampista argentino Tomás De Vincenti, de 25 años, debuta en la fase de grupos de la competencia más importante de Europa, la Champions League. El estreno del jugador nacido en la Ciudad de Buenos Aires fue de visita con el APOEL Nicosia chipriota ante el Barcelona español, equipo catalán comandado por un compatriota que era reconocido como uno de los mejores del mundo: Lionel Messi.
“Era el mejor equipo del mundo, con el mejor jugador del mundo y encima ese año ganaron la Champions”, dice De Vincenti, en la tarde fría del buffet del Club Atlético Excursionistas, al hablar de su primer gran recuerdo en el mencionado por él “el equipo de mi carrera”, el APOEL Nicosia.
Alrededor del mundo se nos conoce a los argentinos como personas muy pasionales. La gente que vive en África, en Europa, en Asia y en los países de América, saben que en todo lo que nos propongamos los argentinos va a haber un arduo trabajo para conseguir el mayor de los éxitos. En el fútbol no es la excepción. El futbolista argentino con la razón de representar con honor la bandera de su país, se esforzará al máximo por dejarla en lo más alto.
Según la casa de investigación de mercado Kantar, el 85% de los argentinos tienen preferencia por un equipo de fútbol. En un país con más de 46 millones de habitantes, hay casi 39 millones de personas que ven este juego.
Hay ínfimos casos de futbolistas que intentan o logran representar a Argentina en el plano internacional. Según AXEM, página que registra el seguimiento de los futbolistas argentinos que juegan en el exterior, durante la temporada 2024/25 hay un total de 6539 jugadores y jugadoras con carreras profesionales fuera del país. Al tomar en cuenta lo que dice la página de seguimiento de futbolistas FBREF, hay sólo 65 argentinos en las cinco ligas más importantes de Europa (Inglaterra, España, Italia, Francia y Alemania). Entonces, en realidad, hay 6474 argentinos que juegan al fútbol en ligas que se consideran como “no tan importantes”.
De Vincenti, retirado a los 35 años en Excursionistas, tuvo una carrera bastante peculiar en cuanto a los clubes donde jugó. Chupete, como le decían en sus dos etapas por 2007 y 2024 en el Verde del Bajo Belgrano, se mantuvo en ligas de menor nivel de Europa como la griega y la chipriota. En el APOEL Nicosia demostró su mejor juego durante las tres etapas que estuvo en el club. En el 2014 cedido desde el PAS Giannina de Grecia, después de forma oficial hasta 2016 y en su última participación en el club principal de la capital de Chipre en 2018. Aunque el volante diestro tuvo tiempo para hacer unas escapadas a la liga de Emiratos Árabes Unidos: “El APOEL me dio todo cuando menos me lo esperaba, pero irme a Dubái me ayudó para asegurar mi futuro económico”, dice De Vincenti (foto) al referirse al momento en el que aceptó la oferta millonaria por parte del Al-Shabab en 2016.
Tuvo sus altibajos en el fútbol árabe. Después de su paso por el Al-Shabab, De Vincenti fue transferido al Al-Ahli, en donde no tuvo mucho protagonismo para el poco tiempo que estuvo (seis meses) y sintió la necesidad de “volver a casa”, a los Thrylos (apodo del APOEL Nicosia) para él.
Algo con lo que se quedó De Vincenti y su familia es con el país. Chipre no es uno de esos países que llame la atención a simple vista en comparación con el resto de los países de Europa. Pero integraban de gran manera a todos los extranjeros que iban a jugar ahí y siempre volvían a la isla.
En relación a países que incluyen muy bien a los extranjeros, la vista va directo a Bangladesh. Este país cuenta con la Premier League, pero no la del formato inglés que produce millones de dólares por partido, sino que una de las primeras divisiones más modernas y de menos equipos en todo el mundo: Bangladesh cuenta con una liga de diez equipos en total y que comenzó en 2007 a ser profesional. Y claro que hubo un argentino, el delantero Raúl Becerra, que en la actualidad milita en el Deportivo Cuenca de Ecuador, y jugó en el Bashundhara Kings del país bengalí durante el 2021.
“El fútbol es un deporte que existe hace poco en Bangladesh, pero que comenzó por un fanatismo enorme por Messi”, dice Becerra sobre los comienzos del fútbol en Bangladesh, desde la tarde húmeda en su casa de Cuenca.
En el país bangladés son muy apasionados por la selección argentina de fútbol; tanto, que hay muchos nacidos de Bangladesh que apoyan al seleccionado dirigido por Lionel Scaloni. Becerra remarcó que la época que estuvo en el club fue un gran momento para habitar este país: “Festejaban todo el día cuando ganaba Argentina; ellos se sentían como uno más. Me sentía en casa”.
Asimismo, el actual delantero del Deportivo Cuenca se refirió al cariño y el agradecimiento que tienen los habitantes de Bangladesh con los sudamericanos. Explicó que es un país que evoluciona de a poco, pero que no quiere dejar sus valores de respeto de lado al hacer este avance. No quiso ignorar a su familia en esta mención, que lo apoyó en todo momento en esta experiencia de la que no se arrepiente de haber vivido. A su vez, su esposa y dos hijos no compartieron esta vivencia con el delantero de 37 años, ya que aunque tenía buenas recomendaciones del país desde un principio, decidieron de mutuo acuerdo no acompañarlo a Bangladesh.
En el continente asiático hubo otro protagonista, Facundo Pereyra. Mediocampista que hoy sigue su carrera en Aldosivi de Mar del Plata y tuvo un breve paso por el Kerala de India en 2020, año del brote mundial por el COVID-19. Nacido en Zárate, provincia de Buenos Aires, Pereyra relató que fue un momento difícil a pesar de haber estado poco tiempo (cuatro meses): “Vivía en una burbuja de un hotel la mayoría del tiempo. Entrenaba por las tardes con el Kerala, jugábamos y después volvíamos al hotel”, dice Pereyra, con vistas al estadio Juan Pasquale, donde juega de local Defensores de Belgrano de la Primera Nacional.
Pereyra quiso dejar en claro la buena organización de la Superliga de India antes del parate por el brote masivo que hubo en el país por los casos de COVID-19. India es el país con más habitantes en todo el mundo, con 1.441 millones de ciudadanos. El Gordo, como le decían sus pares en Gimnasia de La Plata durante su paso en 2012, detalló que muchos compañeros estaban incomunicados con sus familias y, al ser tan jóvenes, les generaba mucho miedo y preocupación.
“Son muy distintos a nosotros”, comenta Pereyra (foto) a la hora de hablar de la cultura y costumbres que tienen los indios en comparación a los argentinos. Es un país con más de 296 millones de habitantes en estado de pobreza, y hubo situaciones que le llamaron la atención, como la felicidad de sus compañeros al poder comer todos los días o celebrar cualquier festividad, algo que la mayoría del plantel no estaba acostumbrado.
En el medio de países como Francia y España, apareció otro argentino para tomar el protagonismo: el defensor cordobés Federico Bessone participó en el FC Andorra, del propio estado independiente. Este equipo del estado autónomo, que cuenta con un poco menos de 80 mil habitantes, es manejado por el defensor español Gerard Piqué. La asociación de la que es propietario el catalán milita en la primera división del principado. En la actualidad, Bessone es entrenador en el Santa Coloma de la Primera División de Andorra.
“Siempre quise ser técnico. Cuando me retiré quería dirigir al instante y en Andorra se me presentó una gran oportunidad”, cuenta Bessone sobre sus primeros pasos como entrenador. Y bien que aprovechó su chance, ya que después de colgar los botines en 2021 en el Inter Club d’Escaldes andorrano, el cordobés comenzó su carrera técnica con este mismo club durante todo un año hasta su destitución en abril de 2022.
El jugador argentino se encuentra en cualquier parte del mundo. Matías Etchegoyen es un experimentado en la materia: fue el primer futbolista argentino en jugar en la primera división de Gales. “Es un placer jugar en este país y representar a la Argentina, siempre con los valores del trabajo y del sacrificio diario”, declaró Etchegoyen al ser presentado en el Aberystwyth de Gales durante la temporada 2020/21. Una liga que es de muy bajo nivel, debido a que los equipos principales del país, como Swansea City y Cardiff City, disputan las competiciones que rige la Football Association (FA) de Inglaterra.
Nacido en Florida, provincia de Buenos Aires, Etchegoyen no solo demostró su calidad en el club británico, sino que tuvo otros pasos en Europa, como en el Mons Calpe de Gibraltar o en el Ypato de Grecia, sumado a sus experiencias en las divisiones semi profesionales de Italia. Al tomar en consideración los dichos de los De Vincenti, Becerra, Pereyra, Bessone y Etchegoyen se repitieron detalles en sus historias: la representación y la comparación con Argentina. Los argentinos tienen como objetivo poder expresar el amor por su nación en cualquier parte del mundo, sea en el continente, liga o torneo que sea. Argentina es un país pasional porque el fútbol une y mueve a casi 39 millones de personas por una misma adoración, el deporte rey.
Argentina es un país donde los futbolistas sienten la necesidad de demostrar su mejor nivel ante el mundo, pero no para llamar la atención, sino para poner al país en el mapa. Los argentinos sienten el orgullo de manifestar el cariño a su país mediante el éxito deportivo, algo que se exige mucho en cualquier competencia. Estas historias solo fueron sobre cinco de los 6474 argentinos que disputan sus carreras futbolísticas en las “ligas exóticas”.