martes, diciembre 3, 2024

Zona Norte: ¿cómo es la actualidad del fútbol en Zárate y Campana?

Por Manuel Escudero

25 de febrero de 1989. Villa Dálmine 0-Nueva Chicago 0. Una vuelta olímpica histórica: El Viola se consagra campeón de la B Metropolitana y se convierte en el primer equipo zárate-campanense en jugar en la B Nacional. Dálmine debutó en la categoría en la temporada 89/90, logró un hito para el fútbol de Zárate y Campana y el Club Atlético Defensores Unidos (CADU, como se le llama), es el único equipo en jugarla siendo la 2024 la segunda temporada en su historia. A lo largo de la historia, Dálmine, ahora en la B Metropolitana; Puerto Nuevo, en la C desde 2021 y Defensores Unidos; los tres clubes afiliados a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) de la zona, nunca fueron los más fuertes ni competitivos de sus categorías.

De todas formas, los últimos diez años fueron fundamentales en el desarrollo del fútbol en Zárate-Campana, ya que la vuelta a la B Nacional de Dálmine en 2015 marcó un antes y un después. Crecieron las tres instituciones, Puerto Nuevo ascendió a la Primera C en 2021 y CADU a la B Nacional. 2023 fue el primer y único año en que dos clubes de la zona compartieron la segunda categoría. Durante los últimos cinco años, el paradigma cambió de manera radical y comenzó a darse una redistribución de prestigios enorme iniciada por quien supo ser el principal exponente del fútbol en la zona: Villa Dálmine.

En 2021, Dálmine y Barracas Central disputaron la última fecha de la zona B del campeonato de la B Nacional que significó un partido clave en la lucha por el ascenso a la primera división del fútbol argentino. Barracas debía ganar en Campana para jugar la final por dicho ascenso y Dálmine ya no tenía chances de ingresar al reducido. La actuación de los futbolistas de Villa Dálmine, que ya no jugaba por nada, levantó sospechas y los futbolistas del Viola acabaron acusados de arreglar el encuentro. La dirigencia, con el objetivo de limpiar su imagen, rescindió el contrato de 16 de ellos. La decisión condenó al club a una crisis económica que desencadenó en el descenso a la B Metropolitana en 2023.

Dálmine se encontraba en un buen momento económico en 2021, antes del supuesto arreglo del partido contra Barracas que marcaría un antes y un después en su historia moderna. Fernando Lera, tesorero de la actual Comisión Directiva, y abogado de la anterior, explica que la economía del club quedó destruida de cara a 2022 y que todas las rescisiones afectaron de manera directa los recursos de la institución. Aquel año Dálmine tomó deudas hasta por 30 millones de pesos (equivalentes a casi 140 millones al valor actual) y, a pesar de que AFA y la Municipalidad de Campana le hayan destinado dinero al club, el monto fue bajo y solo sirvió para solventar el mantenimiento mínimo de las instalaciones. El club salió adelante con los ingresos por las cuotas de sus 2100 socios y los sponsors, fundamentales para la reconstrucción económica. Sin embargo, la realidad de Dálmine ya es otra: “Hoy el club no debe un peso. Se llamó a una Comisión Directiva Organizadora en 2023 que logró saldar todas las deudas y hacer que Villa Dálmine logre ordenar su economía”, concluye Lera.

Las inferiores de Dálmine también sufrieron los efectos colaterales de aquel Dálmine – Barracas. Al haber sido imposible para el club incorporar tantos futbolistas, muchos jóvenes subieron a Primera y quemaron etapas de crecimiento vitales. “No está en ningún historial pero tuvimos muchos coordinadores y muchos técnicos en poco tiempo. Hubo muchos chicos que no estaban capacitados para subir a Primera y perdieron un proceso de aprendizaje por culpa de la mala gestión”, recuerda el actual arquero de la Primera Francisco Salerno, surgido de las inferiores.

Por este desorden, Dálmine se vio obligado a cambiar de rumbo y comenzar una reconstrucción. Luego del descenso a la B Metropolitana en 2023, el club organizó un seleccionado con los 14 mejores jugadores de las inferiores y nueve de ellos juegan en el plantel actual. Se adoptó una metodología de trabajo innovadora que consiste en fomentar la convivencia de los jóvenes con el plantel de Primera e integrarlos tanto desde lo humano como también desde lo alimenticio y lo psicológico, con el fin de que los juveniles se sientan profesionales desde temprana edad y tomen así todas las responsabilidades que conlleva. Del plantel actual, 16 jugadores surgieron en el club.

Paralelo al descenso de Dálmine, CADU comenzó a crecer y tomó la posta como el equipo más fuerte de la Zárate-Campana tras afianzarse en la B Nacional en 2023. El hecho de ser una institución que frecuentaba la Primera C, categoría en donde jugó la mayor cantidad de temporadas en AFA (36 de 61), lo obligó a invertir en sus instalaciones. Desde su ascenso el 4 de noviembre de 2022, el club construyó una nueva tribuna de hormigón con capacidad para 3500 personas, sumado a dos ampliaciones: la tribuna que da a la calle Justa Lima de Atucha ahora alberga 2500 personas y la ubicada sobre Bernardo de Irigoyen igualará a la platea tradicional en 2200 parcialidades. De cara a 2025, proyecta construir una nueva tribuna para 8000 personas con la idea de cerrar el estadio. Además, Defensores Unidos posee un predio para sus inferiores, ubicado a 20 cuadras del Gigante de Villa Fox y cerca de la Ruta 12, que cuenta con cinco canchas de fútbol 11.

Desde su ascenso a la Primera Nacional, Defensores Unidos trabaja en formar un departamento de psicología con la idea de que abarque a todos los deportistas que se desempeñen en el club, ya sea en divisiones formativas o profesionales. Martín Viñas, psicólogo del CADU, trabaja a diario con el plantel profesional de fútbol.

Puerto Nuevo logró ascender en 2021 a la Primera C y, aún con la renovación de la categoría en 2023, la cual unificó a la C y la antigua Primera D, logró mantenerse. Fundado en 1939, tiene su predio en el barrio Don Francisco, a tres kilómetros del centro de Campana, y es el club más antiguo y tradicional de la ciudad. Es un club autogestionado, independiente de cualquier organismo en cuanto su economía y su toma de decisiones; que recuerda a quienes lo ayudaron a lo largo de su historia. El estadio Rubén Carlos Vallejos, donde es local Puerto Nuevo, recuerda en su nombre a un hincha y ex dirigente que hipotecó su casa en dos oportunidades para salvar al club de deudas y que pagó de su bolsillo desde viáticos hasta pelotas para que los jugadores puedan entrenarse y participar de los torneos.

Las instalaciones de Puerto Nuevo, en las que predominan el azul y amarillo, colores del club, cuentan con una pequeña tienda donde venden su indumentaria oficial (producida por Avatar Sport, una marca campanense) y un gimnasio usado por casi todo el barrio (siempre con descuento a los socios), sumado a una pileta y ambas canchas, la profesional y auxiliar, que además de ser utilizadas para los partidos de Primera e inferiores las usan para entrenar. Los jóvenes entrenan primero y tienen el hábito de quedarse a ver el entrenamiento de la Primera, que lo hace después.

Las inferiores de Puerto Nuevo se encuentran en un gran momento en cuanto a lo deportivo e institucional. Luego de un complicado 2023 en el que el club perdió a muchos jóvenes por malos manejos desde su coordinación, por falta de comunicación y constantes cambios en cuanto a traslados y entrenamientos; la realidad durante el 2024 es diferente. Se formó una estructura de entrenadores sólida, que acompañados por sus equipos técnicos y físicos reúnen 36 personas que trabajan de manera directa con los chicos del club. Además, se formó la primera subcomisión de padres en la historia, que se ocupa de mantener contacto directo entre las inquietudes de los jóvenes y la dirigencia.

Sin embargo, no se puede hablar de inferiores en Puerto Nuevo sin mencionar a Federico Mossier, uno de los fundadores de las divisiones juveniles del club. Llegó en 2013 con Puerto Nuevo desafiliado. Junto con Ignacio Gómez, miembro del cuerpo técnico de Gastón Dearmas (histórico entrenador que logró el ascenso a la C), fundaron la primera escuelita que consiguieron afiliar a las infantiles de AFA en 2014, junto con su vuelta a la Primera D del fútbol argentino. En 2017 Mossier comenzó a ocupar el puesto de coordinador de inferiores. “De ahí en adelante, año a año, fuimos creciendo hasta poder concluir en 2021 con el tal ansiado ascenso: 14 chicos de las inferiores que fundamos formaban parte del plantel, sumado al cuerpo técnico con Gastón a la cabeza”, recuerda Mossier. Hoy el club tiene 23 categorías entre AFA, Liga y Escuelita.

Una de las cosas que distingue a Puerto Nuevo de Dálmine y el CADU del resto de clubes de la zona es su presencia en el fútbol femenino. Fue el primer club de la zona en afiliar el femenino a la AFA y el único en jugar en la Primera División.

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