Por Martina Espada
La artista plástica y diseñadora de indumentaria estuvo presente en los Juegos Olímpicos 2024 para mostrar sus pinturas. En 2022 participó como jurado de un concurso artístico en la FIFA, previo al mundial, y exhibió una obra de Lionel Messi y Diego Armando Maradona. Es fanática de San Lorenzo de Almagro y retrata la esencia del fútbol.
El trabajo y fervor de Ludmila Sedova recorre el mundo, extendiéndose a sus brazos adornados con tatuajes de mándalas. Ha llegado a diversos destinos como la FIFA, antes del mundial de Qatar 2022, y a los Juegos Olímpicos de París. Su arte también tocó la puerta de los ídolos y astros de la Selección Argentina, los 10: Lionel Messi y Diego Armando Maradona.
Le regaló a Diego el cuadro “entre Fiorito y el cielo” antes de que falleciera el 25 de noviembre de 2020. Dedicó cuatro meses solo a eso para que llegara al día de cumpleaños número 60 como regalo. No logró ver cómo reaccionó, ni tampoco qué le pareció; sólo recibió la foto de él con su hijo. Le quedó un vacío muy grande. Para ella fue durísimo: no pudo pintar por un mes tras su muerte. En medio del mundial 2022 siguió el camino del cuadro por las redes sociales y vio que sería subastado. Se pagó alrededor de 3 millones de pesos. Ahí Lú se volvió a encontrar con Maradona.
Desde chica lo quería retratar. Estaba en un palco de la cancha de San Lorenzo, lo vio y le dijo: “Yo dibujo, algún día te voy a pintar”.
—¿Hay alguna obra que consideres más significativa o desafiante?
— Varias según de qué lado lo mire. La obra que pinté para Diego fue la más significativa para mí, hacerle un regalo no es fácil. La de la FIFA es la más desafiante, se iba a ver en todo el mundo y solo eligieron a siete artistas. Era un poco de presión. La que pinté de Diego y Messi besando la copa fue el desafío más difícil porque inventé la imagen de cero y fue una búsqueda complicada. Lo bueno es que después la firmó Lionel.
Empezó creando una obra en la que Maradona estaba grande y Messi abajo chico. Después lo volvió a hacer, pero al revés. Luego los unió a los dos astros con la Copa del Mundo –obra que le costó porque la diseñó desde el principió–. Walter Kolm, un productor musical que manejó la carrera de Juanes, Carlos Vives y Maluma, entre otros artistas, le compró esa pieza y le prometió que Messi la firmaría. Cumplió. Ludmila ya había tenido contacto con el capitán de la selección en el mundial de Rusia 2018. Le había dado un cuadro pequeño que –dicen– lo tiene colgado en su habitación.
Sus retratos de Leo y Diego no solo inmortalizan a estos íconos, sino que también reflejan la intensidad y la pasión de sus gestas. Antes de Qatar se dedicó a pintar a los 10 de la Selección Argentina, aunque había un traba que no le permitió mostrarlas: no sabía si subirlas por un tema de cábala. Divulgó su trabajo, con una canción de Valentín Oliva (Wos), y se viralizó: a mucha gente le gustó. Desde entonces, el público ha respondido con entusiasmo a su trabajo, encontrando en sus pinturas una conexión profunda con sus héroes y sus pasiones. Ludmila no sólo pinta, sino que transforma cada imagen en un relato épico que repercute en el corazón de los aficionados al fútbol.
—¿Qué impacto esperás que tus pinturas tengan en el público?
—Siempre es lindo impactar en ellos. Recibo montones de mensajes de personas que no me conocen devolviéndome mucho amor y agradecimiento por lo que hago. Evidentemente les llega. Yo creo que lo que uno hace con el corazón siempre tiene impacto.
—¿Y cómo deseás que se sientan al ver tus obras?
—Me gusta mucho cuando se emocionan. Me ha pasado con clientes que se han puesto a llorar cuando ven el resultado de lo que me pidieron. Eso habla de que fue bien interpretado y es una sensación muy linda saber que llega a emocionar a quien lo ve. Hay gente que pinta mucho mejor que yo y quizás cuando ves su obra no te transmite nada. Siempre intento transmitir mi alma y mi esencia para que quien lo vea lo reciba.
Viajó rumbo a París para exponer unas obras en la embajada argentina de Francia durante los Juegos Olímpicos pasados. En el metaverso de fútbol Guardians Of The Ball (GOB) presentó una muestra denominada “El Olimpo de los Dieces” –por un homenaje a los dioses del fútbol– con obras de Messi, Maradona y Mario Kempes.
Su participación en los Juegos Olímpicos de París y la creación de una obra para la FIFA demuestra su habilidad para fusionar el deporte con el arte de manera impactante y con su estilo distintivo. Fue elegida por la FIFA en agosto de 2022 para representar a Argentina y ser jurado del concurso artístico “Your Dreams”. Además, plasmó en un lienzo la gloria inmortal: la Copa del Mundo.
—¿Cómo fue el momento en el que te dijeron que ibas a hacer algo para la FIFA?
—Fue increíble, mucha presión, nervios y miedos. Pero también felicidad y orgullo por haber sido elegida para representar a mi país.
Según la situación en la que se encuentre, se inspira con melodías para poder crear. Suele escuchar cánticos de las canchas, rock, cumbia, tango o música clásica. La pasión por el arte y el fútbol se fusionó un mes antes de la pandemia. Comenzó este episodio cuando trazó a la hinchada azulgrana en su atelier que ella llama su edificio de arte. En el lienzo, la cancha de San Lorenzo se convirtió en un escenario casi místico, donde cada pincelada recuerda la historia y la emoción del juego.
Es hincha –fanática– del Cuervo desde pequeña y su papá le transmitió la pasión. A los siete años ya era socia. Con 38 lo sigue siendo y suele ir siempre a la cancha. En sus obras inmortaliza a la hinchada, los colores y los alrededores del campo de juego. Hizo una obra para el club que luego tomó la decisión de donarla para que se lleve adelante una subasta y que los fondos aporten al regreso de Boedo. El 2 de diciembre de 1979, la institución fue obligada a vender el terreno durante la dictadura militar que tuvo lugar en el país desde 1976 a 1983 .
—¿Cómo influye la cultura del fútbol argentino en tu trabajo artístico?
— Bastante. Lo que más amo del fútbol es el folclore. Si bien me gusta que me pidan retratos de Messi y Diego, poder jugar con la cultura, los colores y la música.
Para ella lo más lindo que tiene el fútbol es la gente. En sus obras del Ciclón captura el sentimiento y la gracia de las personas.
— ¿Cómo es la preparación previa y cómo hacés para motivarte?
— Cuando voy a arrancar una obra siempre encuentro un vacío antes, en dónde está la búsqueda. Más allá de que muchas veces me baso en referencias, es un proceso sentirla para poder comenzarla. No me sale pintar automáticamente o copiar algo porque sí, necesito inspirarme antes para que realmente transmita algo. La motivación muchas veces la encuentro en la música, en videos de referencia de lo que tengo que pintar, o simplemente viendo videos míos pintando otras obras. A veces cuando la inspiración no nace hasta leo comentarios y mensajes que me manda la gente. Eso me da mucha energía para seguir.
— ¿Hay algún artista que te haya influenciado?
— No, siempre digo lo mismo. No soy de mirar lo que hacen otros ni compararme. Influenciarse por otro significa en cierto modo tomar cosas de ese artista o copiar. Por suerte nunca necesité eso, estudié muchas cosas y encontré mi propia identidad.
Ludmila tiene un estilo único con un enfoque innovador y una capacidad para fusionar elementos tradicionales con técnicas contemporáneas. No solo hace cuadros relacionados con el fútbol, sino que su creatividad y la habilidad artística se extienden más allá de ese campo. Pinta por encargo y sus ilustraciones giran alrededor del mundo gracias a su cuenta de Instagram.