Por Juan Tobías Graib.
La noche veraniega de Porto recién empezaba a vivir. Periódicamente, Gastón Alto se hizo familiar de esas veladas de clima mediterráneo: fueron años de viajar desde su árida Mendoza hacia Europa para competir en las ligas profesionales de tenis de mesa, los que lo acostumbraron a rondar las calles portuguesas. Mientras coleccionaba medallas sudamericanas y panamericanas en la Selección Argentina, ponía su acento cuyano y lento en el circuito europeo del deporte que practica desde que tenía nueve años.
Para 2024, lo asiduo pasó a ser permanente: se mudó al Viejo Continente y cambió los pantalones cortos por el conjunto del COA (Comité Olímpico Argentino). Con 39 años, el mendocino dio por terminada su etapa como jugador de la Selección -en el WTT Contender, festejado en su provincia- y agarró el puesto de entrenador que dejó Gustavo Levisman, meses antes de los JJ. OO. de París.
Dos meses después de la cita máxima, Alto levantó el teléfono. Eran las diez de la noche en Portugal, y se hizo un rato antes de tener una videollamada con la Federación Argentina de Tenis de Mesa (FATM).
“Con los demás argentinos, jugamos ligas profesionales y algunas semiprofesionales”, contó Alto, saturando el micrófono entre suspiros. “Hace ocho años que hago esto y entreno. Está el equipo argentino en Europa, entonces entrenamos acá. Todos los chicos de la Selección, Preselección y algunos menores están por acá. La mayoría está en Portugal, entonces estoy a cargo de todo este grupo. Y además juego ligas, que es lo que me da de vivir”.
-Hay una movida muy grande. No sé si es un éxodo, pero hay mucho argentino compitiendo en Europa.
-Sí, hay entre 15 y 20 argentinos dando vueltas por Europa. Están (Horacio) Cifuentes y (Santiago) Lorenzo acá en Porto, y yo estoy con ellos ahora. Martín Bentancor, que es otro chico de la Selección, está en Mirandela, a dos horas de acá; (Francisco) Sanchi anda por Italia. Ellos son los que van a jugar el Panamericano el mes que viene, son los cuatro jugadores argentinos que van a jugarlo. Después, hay una selección sub-15 que está en Mirandela, y otros argentinos más también están dando vueltas por ahí.
-Hace poco, Benjamín Archúa y Agustín Asmu ganaron la medalla de plata en el Panamericano Sub-15. ¿Qué expectativas tenés con los chicos?
-Los menores están haciendo su camino, pero hay una diferencia; prácticamente juegan un deporte diferente. Entre menores de 15 y mayores de 18 cambian mucho. Vienen bien los chicos, pelean podios en el continente. Lo han demostrado hace poco. En esa categoría, hoy en día estamos un escalón abajo de Brasil, Puerto Rico… Pero bueno, están trabajando. Todo el seleccionado Sub-15 está acá, en Europa, haciendo nuevas experiencias y preparándose con lo que pueden para poder buscar su techo.
-Según la FATM, se van a Europa a limarse.
-Sí, están mucho más cerca. Hay un circuito en el tenis de mesa que es muy parecido al de tenis. La mayoría de las competencias están por acá. Si bien todas las competencias son caras, y tampoco hay tanto presupuesto para que participen, por lo menos entrenan y juegan algunos torneos. Algunos ya están en ligas y tienen la posibilidad de competir. No ganan dinero con esa edad, pero invierten un poquito y pueden competir. Estando en Argentina o en Sudamérica, como no hay ligas y la distancia es mucho más larga, queda mucho mejor hacer el camino desde el lado del continente.
-Hace unos meses, trascendió la historia de Valentino Marcial, un nene de 10 años que no podía viajar al sudamericano de Bolivia y que vendía rifas mientras iba al CENARD. ¿Habla de un deporte que está todavía en desarrollo?
-Creo que es parte del deporte amateur y de la realidad que está viviendo nuestro país. El tenis de mesa no es la excepción y lamentablemente pasa esto, pero está en todos los ámbitos. A diferencia del fútbol y de otros como el tenis, que son los que están bien, la mayoría de los deportes amateur por ahí les cuesta un poquito más y hay que poner plata, y no hay plata para viajar para menores, para mayores por ahí tampoco. Si bien está el apoyo del ENARD y de la Secretaría. Bueno, se compite muchísimo. Hay un circuito paralelo al del tenis, que es difícil de costear. Y para mantener un buen ranking, hay que competir mucho. Pasan esas cosas, hay que ir buscando recursos porque es la realidad de nuestro país. A medida que vas creciendo, más caro se hace: cambiás más seguido la paleta y se hace más costoso. Y si no hay sponsors, empresas o marcas que te apoyen, que no hay por ahora, se hace difícil. El esfuerzo de los padres, que es muy grande… Y bueno, como en todos los deportes.
En Tokio 2020, Gastón Alto disputó sus primeros y últimos Juegos Olímpicos como jugador. Si bien se despidió ante el español Álvaro Robles por 4-1 en la primera ronda, le hizo justicia a sus tres intentos previos de llegar a la mayor competición, en los que compartió delegaciones con jugadores de su edad y hasta más jóvenes. Entre ellos, Horacio Cifuentes, que tenía 23 años cuando acompañó al mendocino a Japón, y Santiago Lorenzo, que conoció los cinco anillos en París 2024 y la faceta de entrenador de Alto.
-A dos meses de París, ¿cómo analizás el rendimiento de Lorenzo?
-Fue muy positiva. Para nosotros, que haya clasificado es el premio. Por todo el esfuerzo, porque es muy complicado entrar a los cuatro clasificados del continente. Es muy difícil y de todos esos jugadores, hay veinte con el mismo nivel. Que haya quedado ya entre esos cuatro; ese es el gran premio para el proceso, que fue muy bueno.
El -también- mendocino Lorenzo cayó contra el francés Alexis Lebrun, que terminó siendo bronce en la disciplina. “Es el número 15 del mundo y fue uno de los únicos que le ha ganado al número uno (Wang Chuqin)”, destacó Alto, poniendo en perspectiva el rendimiento de su excompañero. “Y Santiago empezó muy bien el partido, tácticamente. Hubo algunas fallas, había que tomar ciertos riesgos. Si salían bien y comenzábamos ganando el primer set, por ahí el resultado podía ser otro, metiendo un poquito más de presión. Una vez, con el resultado a favor, el francés se sintió con más confianza. Es un buen jugador y no había que dársela, pero Santiago estuvo a la altura totalmente. Jugó un buen partido y el otro jugó mejor. La verdad estoy orgulloso de él”.
-Fue oro sudamericano y bronce panamericano con 23 años de edad. ¿Su carrera va cuesta arriba?
-Es joven y está teniendo un gran presente. Pero bueno, esto es el deporte y todos los jugadores se preparan de la misma manera. Van teniendo momentos en los que la grandeza está en poder mantenerlo, poder aceptar una derrota y seguir adelante, en intentar progresar. Ahora, los resultados se le están dando y ojalá se le den siempre, pero es una posibilidad del deporte que tengas un mal día o una mala competencia. Poder bancar eso y seguir estando en el nivel, creo que eso, a la larga, lo va a hacer mejorar. Y por ahora, viene espectacular.
-Mirando a Los Ángeles 2028: para Lorenzo, Cifuentes o cualquier otro tenimesista, ¿ves una preparación como la de París? ¿O van a cambiar la ecuación?
-En octubre es el Panamericano, que es el comienzo del ciclo olímpico. Vamos paso a paso, año a año. La idea es seguir en Europa. Los chicos compiten en liga: Horacio juega en la primera liga de Francia, Santiago en la segunda, Betancor y Sanchi juegan en España. Italia, Portugal y en otras ligas. La idea es seguir preparándonos acá, buscando ese tercer y cuarto jugador, que va a ser entre Martín (Bentancor) y Sanchi, para hacer un equipo nuevo ya sin mi presencia. Y consolidar ese equipo. La primera prueba la tenemos el mes que viene, así que esperamos comenzar bien. Y a partir de ahí, ver cómo vamos haciendo.
-¿Por qué le ponés fichas a Francisco Sanchi y a Martín Bentancor? ¿Por qué entran en tu consideración por sobre lo demás?
-Creo que están un escalón arriba del resto. Han tenido participaciones con el equipo mayor, no de forma constante, y son jóvenes; Betancor tiene la edad de Santiago y Sanchi la de Horacio. Es un equipo muy joven, con futuro y tienen que trabajar mucho para consolidarse en el equipo. Para este Panamericano, apuesto en ellos y espero que disfruten del torneo.
-Hace unos días, el COA confirmó que se van a disputar los primeros Juegos Argentinos de Alto Rendimiento en 2025, en Rosario. ¿Va a ser importante para los jugadores? ¿O va a ser una parte más del calendario? A los que compitan ahí, ¿les va a servir como ventana para ir al Exterior?
-No sabría decirte. Que haya una competencia más en Argentina, que le dé importancia a todos los deportes, me parece una buena oportunidad para que las provincias apoyen a los deportistas. Seguramente sea positivo, esperemos que sea así.
-Vos sos mendocino, Lorenzo es mendocino, Archúa es mendocino… ¿Es casualidad o hay una movida muy fuerte?
-Tomás Saavedra, que está por Europa, también es mendocino. Buenos Aires y Mendoza son potencias, por lo menos, desde que yo tengo noción de ver tenis de mesa. Ha progresado el deporte en el país, hoy en día se juega en todas las provincias y pueden competir todas en un campeonato nacional. Mendoza siempre ha tenido jugadores en la Selección Argentina.
-Antes de París y de la renuncia de Gustavo Levisman, dijiste que ibas a intentar jugar durante el ciclo olímpico siguiente. ¿Qué es lo que te hizo cambiar de opinión?
-Me pareció una buena oportunidad. Yo quería dirigir en algún momento la selección argentina y si bien yo quería seguir jugando, me pareció un buen momento para dejar el espacio, para retirarme en un buen nivel de la selección y tratar de aportar la experiencia de mi vida. Seguir aportando, devolviéndole al deporte todo lo que me ha dado. Me pareció un buen momento y tomé la decisión.
-Ahora que llevás casi medio año, ¿adquiriste otra perspectiva del deporte como entrenador?
-Bueno, voy aprendiendo día a día. Normalmente yo he trabajado de profesor en algún club. Desde chico me apasiona el deporte y he trabajado en clubes o en mi provincia con el tenis de mesa, nunca con una Selección. Por ahí hubo alguna ventaja de haber sido jugador y de tener los conocimientos frescos en lo que es el deporte hoy en día. Eso me puede dar una ventaja, pero por el otro lado es un mundo nuevo donde tengo que ir aprendiendo cosas y ojalá el camino sea largo, pero creo que tengo que aprender todo. Soy un novato como entrenador, hoy en día.
-¿Y sentís el cariño, el respeto de los jugadores y de la gente cuando vas a los clubes? Veo mucho que visitás para darles clases y que siempre estás alrededor de los chicos.
-Sí, y el cariño es mutuo. Creo que es por la pasión al deporte, que es lo que hace mi familia: mi hermano (Matías) es entrenador, jugador, fue entrenador de la Selección, también hoy es coordinador de todos los entrenadores de la Argentina. Tengo sobrinos (Luciano, Valentino y Julián) que juegan, mi hijo (Lucas) también; estamos todos involucrados. A ellos les gusta y lo hacen por placer. Entonces yo, al apasionarme del deporte, quiero poder transmitir un poco lo vivido y devolverle lo que tanto me ha dado al deporte.
-En 2021, Lucas Bayona, que jugó en las selecciones nacionales, volvió a la Argentina para enseñar en un club. Si otros jugadores volvieran al país como lo hizo él, ¿el nivel local puede llegar a subir o cambiar?
-Con Lucas hemos sido compañeros, él también compitió en el circuito de Europa. Bueno, son dos cosas diferentes: una es el desarrollo del deporte y otra son los jugadores en la Selección, que necesitan competir y estar en el circuito. Lo más posible es estando en Europa, porque no se puede viajar a cada competencia, todos los meses desde Argentina hasta Europa. Entonces es más fácil instalarse. El presupuesto no da. Claro que Lucas, siendo entrenador, ha aportado de su conocimiento para elevar el nivel de los chicos, así como tantos entrenadores que hay en el país.
-¿Las redes sociales ayudan a que el deporte sea más conocido?
-Bueno, hoy en día sí. Yo creo que es el medio más cercano y el mejor que tiene el deportista y la Federación para hacer conocer su deporte y la selección de la Argentina de cada deporte. No las sé manejar muy bien, pero creo que lo son.
Alto cree que los clubes de fútbol que incorporaron el tenis de mesa -como San Lorenzo y River Plate- también le aportaron popularidad al deporte. Al igual que sus familiares, representó al Club Mendoza de Regatas desde chico. Su dirigido, Santiago Lorenzo, se desempeñó en Ferro Carril Oeste y fue campeón de la Superliga de equipos de FETEMBA 2022, antes de partir a Europa. Y si bien esta y otras disciplinas se ven amenazadas por la reglamentación de las Sociedades Anónimas Deportivas, el mendocino esquivó el tema: “Es un terreno donde no me quiero meter, pero la verdad no tendría idea de si serviría o no. No te sabría decir”.
Caídas las 22:30 en el país ibérico, Gastón Alto no se fue a dormir. La reunión de los martes con la FATM lo esperaba y su cabeza, como la de los tenimesistas más prolíficos de Argentina, esperaba el Panamericano ITTF de octubre en San Juan, Puerto Rico.