viernes, octubre 18, 2024

Los equipos de trabajo que dominaron el Challenger de Buenos Aires

Por Matías Morales

En el partido entre Francisco Comesaña y Federico Coria para ver quien se llevaba el trofeo, los entrenadores de cada uno fueron Sebastián Gutiérrez, del lado del marplatense y campeón del torneo, y Andrés Schneiter, en el banco del dos veces finalista. Estos coaches también trabajan con los semifinalistas que quedaron en el camino: Bautista Torres (Guti) y Hugo Dellien (Gringo). En la conferencia de prensa tras el título, el Tiburón habló sobre la importancia del apoyo que recibió por parte de su box y declaró: “Cuando perdí 6-1 el primero, me decía que estaba muy orgulloso de mi. Estuvo ahí empujándome siempre. Yo creo mucho en él y en todo lo que me dice”. 

En primera ronda, Coria debutó ante Álvaro Guillen Meza, un ecuatoriano de 21 años. Más allá de la gran cantidad de gente que había para ser un lunes al mediodía, lo que llamaba la atención era que la esquina del argentino estaban dos amigos de él que entrenan a Luciano Ambrogi, un compatriota de 20 años. En el turno anterior, Schneiter y Charly Berlocq habían estado acompañando a Juan “el Topo” Londero, que perdió ante Enzo Couacaud, pero se ausentaron durante el encuentro de Federico. Después de ganar en tres sets, el protagonista explicó lo que pasó: “Con Alvarito compartimos equipo de trabajo, y no me pareció ético que estén de ninguno de los dos lados. Aunque yo sea el de mejor ranking, la decisión la tomamos en conjunto y nos pusimos de acuerdo en que era lo más lógico”. Además, agregó: “Cuando entienda algunas cosas, él seguramente alcance el top 100. Con este grupo de entrenadores le va a ir muy bien”. 

Y es que “la Mojarra” tiene motivos para decirlo, ya que con ellos llegó a ser el tenista número 49 del mundo. En varias entrevistas contó que a sus 27 años empezó a asentarse, y a partir de ahí comenzó a ser algo más frecuente estar en los Grand Slam. Con este logro, aparte de competir al máximo nivel, también consiguió un equilibrio económico que le permite organizar el calendario de mejor forma, por lo que también los gastos están más controlados. 

Durante el partido definitorio contra Comesaña, en un momento en el que Coria estaba siendo superado, la indicación del Gringo fue clara: “Acá ganamos o ganamos. Si no nos alcanza con el tenis, nos lo llevamos con el físico, o con lo que sea”. Como dijo durante una conferencia de prensa, quizás no sea el más talentoso, pero tanto él como su equipo de trabajo comparten una virtud: luchar hasta el final.

El éxito de Sebastián Gutiérrez como coach se puede ver principalmente en los resultados que consiguió su tocayo y pupilo: Sebastián Báez. A mitad de año, el 24 de junio, alcanzó el mejor ranking de su carrera cuando se posicionó en el puesto 18. También tiene en su academia a Thiago Seyboth Wild, el brasileño de 24 años que está número 80 del mundo. Y aunque Torres, a sus cortos 22 años, esté más lejos en el ranking (286), el nivel tenístico indica que pronto escalará posiciones. Lo particular de este cuarteto de tenistas masculinos (contando a Comesaña) es que ninguno llega a los 25, y todos alcanzaron su mejor nivel con Guti. 

En la rama femenina también tienen una joven de 20 años que promete: Solana Sierra. En el último mes, también le dio una alegría a todos sus compañeros tras ganar el W50 de San Miguel de Tucumán y el de Pilar de forma consecutiva. Con los dos títulos en su país, llegó al puesto 141, su mejor posición en el ranking de la WTA.

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