Por Thiago Cammarota y Brisa Ferreiro
El fenómeno Franco Colapinto volvió a encender la llama de la pasión de los argentinos por la Fórmula 1. Tanto que Daniel Scioli, secretario de deportes de La Nación, confirmó que durante el Gran Premio de Interlagos del próximo 3 de noviembre, se reunirá con las autoridades de la máxima categoría con el objetivo de volver a traer el Gran Circo al país. La última vez que se corrió una carrera en suelo argentino fue hace 28 años.
El 12 de abril de 1998 se disputó el Gran Premio de Buenos Aires en el Autódromo Juan y Oscar Gálvez ubicado en Villa Lugano. El ganador fue el alemán Michael Schumacher con Ferrari. El finlandes del equipo McLaren, Mika Hakkinen, que ese año se consagró campeón, y el compañero de equipo de Schumi, el británico Eddie Irvine, completaron el podio.
“Correr aquí es fantástico. Es increíble el apoyo que hay hacia Ferrari en este país. Desde que arribé a la Argentina sentí el aliento de la gente y en el autódromo, cuando uno mira a las tribunas, solo ve la bandera de Ferrari. Nada más, no hay otra cosa”, dijo El Kaiser después de su noveno triunfo en Ferrari, escudería con la que marcaría una era al lograr cinco coronas entre 2000 y 2004. El martes anterior a la carrera, el alemán había participado de un entrenamiento con los juveniles de Racing y hasta se asoció al club de Avellaneda. “Soy un hincha más de Racing”, confesó luego de la experiencia futbolística.
La carrera no comenzó bien para Schumacher, que luego de una mala largada cayó del segundo al tercer lugar, detrás de los Mclaren. Pero esto no lo inquietó y en tan solo cinco vueltas adelantó a Hakkinen y a Coulthard para alcanzar el liderazgo. Ni siquiera sus dos paradas en boxes (sus rivales solo hicieron una) ni la llovizna del final atentaron contra sus posibilidades. Gracias a su excepcional y magnífico manejo, el alemán se aseguró la victoria.
Esteban Tuero, a bordo de un Minardi, fue el único argentino que participó de la última función. Su performance no fue la mejor. El porteño abandonó tras un despiste en la curva 1, sobre el final de la carrera. Juan Manuel Fangio es el piloto que más veces ganó en la Argentina con un poker entre 1954 y 1957. Carlos Reuteman alcanzó la pole en 1972 pero la victoria le fue siempre esquiva en su tierra.
Más de 75 personas tuvieron el privilegio de ver el triunfo de Schumacher. Ninguno de ellos sabía que sería la última vez de la Fórmula Uno en el país. Al año siguiente, Malasia remplazaría a la Argentina en el calendario mundial. Los nuevos mercados asiáticos (Bahrein, Abu Dhabi, Singapur), la irrupción de Estados Unidos (posee 3 de las 24 fechas) y la dificultad económica que implica remodelar el Autódromo Galvez para que cumpla con las condiciones exigidas por la categoría, convierten el sueño de ver a Colapinto corriendo en suelo argentino, en una verdadera utopía.