Por Ulises Lazzari
Ferro Carril Oeste alcanzó los 800 partidos en la segunda categoría del fútbol argentino el pasado lunes, cuando igualó 2 a 2 ante Deportivo Maipú por la fecha 34 de la Primera Nacional. Problemas económicos, una quiebra, dirigencias y planteles mediocres dan como resultado su triste realidad: 24 años en el ascenso.
La institución que supo ser modelo en los años 80’ no puede retomar sus años de gloria y es el equipo que más años consecutivos lleva en la “B” (21, ya que estuvo otros 3 años en la tercera categoría). ¿Cuándo comenzó la catástrofe y a que se debió?
A partir de la década de los 90’ y tras la partida de Carlos Timoteo Griguol, DT que le dio sus mejores años al Verdolaga, comenzó el declive. Las malas campañas y rachas negativas lo condenaron: En el Clausura 99 obtuvo el vergonzoso récord de 875 minutos sin convertir un gol. En esa campaña cosechó tan solo quince puntos. Los dos siguientes años fueron aún peores: 9 unidades en el Apertura 99’ y tan solo 8 durante su último año en Primera. Tras ser goleado 7 a 0 por Lanús, Ferro descendió por quinta vez y jamás volvió.
Otra paupérrima marca fue alcanzada: “Oeste” se convirtió en el primer equipo en descender dos veces de manera consecutiva, marca que hoy en día sigue vigente. Tras un año en la B Metropolitana, pierde la final ante Deportivo Español. La campaña siguiente asciende y desde ese momento, Ferro vaga en su actual categoría.
En este contexto, debido a una crisis económica, hubo una caída de la masa societaria ya que afectó a la clase media, gran representante en la economía del club. Al licuarse esta cantidad de socios, derivó en un debacle institucional y deportiva.
Los años de gloria no eran sólo futbolísticos. Campeones en basquet, voley, handball y natación y con casi 50 mil socios, la entidad era un modelo a seguir en el país. El encargado de esto fue Santiago Leyden, presidente de Ferro entre los años 1964 y 1993. Bajo su mandato, el lema era claro: “Un club para la gente, un club con fútbol, no de fútbol”. Por eso le dio mucha importancia al resto de deportes, creó una colonia infantil y de vacaciones.
En 1996 Marcelo Corso llegó a la presidencia, hundiendo definitivamente al club con una gestión fraudulenta. En 1999 volvió Leyden, pero no era lo mismo. “No estaba ni estoy acostumbrado a dirigir miseria”. En el año 2002, el club fue declarado en quiebra por el juez Rodolfo Herrera y, debido a esto Gustavo Mascardi, empresario hincha de Ferro, comenzó un gerenciamiento. Así se mantuvo los años posteriores, hasta que el juez y los gerenciadores fueron a juicio por intentar vender terrenos del club y por fraude con los pases de los juveniles.
En una ironía del destino, Vélez, clásico rival, alcanzó su época más gloriosa con la llegada de Carlos Bianchi. De esta manera y con el cambio de década, el “Fortín” se convirtió en lo que alguna vez fue Ferro.
Pocas alegrías le siguieron. En 2007 casi desciende de nuevo, salvándose en la promoción ante Estudiantes de Bs As. En 2014 se levanta la quiebra y el club regresa a los socios. Tan solo tres veces estuvo cerca de ascender: En 2015, cuando perdió las semifinales del reducido ante Santamarina, misma instancia en la que cayó ante Quilmes gracias a un penal inventado en 2021. La última vez fue ante Almirante Brown, esta vez en cuartos el año pasado.
Actualmente, se encuentra séptimo y en reducido, buscando volver a donde pertenece. A pesar de su racha negativa, Ferro sigue siendo el 13º club con más partidos disputados en Primera.