viernes, octubre 4, 2024

Lucas Pérez: “En San Lorenzo hay un mix lindo”

Por Pedro Lujambio

El capitán de San Lorenzo de Almagro analizó, tras el inicio de la pretemporada, los objetivos del equipo en la Liga Nacional 2024/25. Además, habló de su forma de liderar, de su relación con los juveniles, que son mayoría en el plantel, y repasó su camino con la camiseta azulgrana hasta llegar a su cuarto año en el club.

El lunes 2 de septiembre San Lorenzo comenzó la pretemporada de cara a la Liga Nacional. Lucas Pérez, capitán del “Ciclón”, reveló a qué apuntan tanto él como el equipo para esta temporada.

-Recién arrancaron la pretemporada, ¿ya se plantearon algún objetivo para lo que viene?

-Como grupo, por la filosofía que tiene el entrenador, no se habla tanto de esto de “objetivos” en cuanto a resultados, pero sí de objetivos de rendimiento. No se habla tanto de si queremos llegar a tal instancia, sino que él se preocupa más por “el proceso” —así lo llama— y por el rendimiento en cuanto a que se cumplan ciertas reglas o cosas a las que apuntamos como equipo. La filosofía pasa por “cuidar el proceso” y, si eso lo hacemos bien, el entrenador confía en que vamos a andar más por la victoria que por la derrota.

-¿En lo personal pensás lo mismo o apuntás a resultados concretos?

-En lo personal uno sí trata de ponerse objetivos, de ser un poquito mejor que la temporada anterior. En la última nos clasificamos a los play-off, pasamos la primera llave, estuvimos cerca de alcanzar una semifinal e hicimos una muy linda serie con Boca. A mí me gustaría repetir y mejorar lo del año pasado, seguro. ¿Por qué no este año soñar con una semi? Veremos. Por ahora, tan temprano, estamos más en construcción. Por ahí en enero o febrero sí tenés un poco más claro a qué resultados apuntar.

Para esta temporada, San Lorenzo contará con muchos jugadores que están dando los primeros pasos de su carrera. Sumados a otros jóvenes que ya eran parte del plantel, cinco jugadores de entre 18 y 22 años fueron subidos al primer equipo desde la Liga Desarrollo. Además, se incorporaron Diego Collomb, de 19 años, proveniente de Quimsa, y Facundo Rutenberg, quien regresó con 23 años a la institución que lo formó, tras un paso por el básquetbol español. El capitán Lucas Pérez explicó cómo es su relación con los más chicos al ser él un líder y, además, opinó acerca de los diferentes contextos para que ellos se vayan asentando.

-Es un plantel con muchos jugadores que rondan los 20 años; vos sos el capitán y uno de los más experimentados… ¿Qué relación tenés con ellos? ¿Les das consejos?

-Con algunos ya tengo relación de varias temporadas, de los chicos nuevos conozco a Rutenberg y ahí en el vestuario al compartir el día a día vas generando un vínculo. No soy tanto de aconsejar pero si alguno se acerca y pregunta o necesita algo, sí. Yo soy más de liderar principalmente con el trabajo y con el ejemplo. No soy tanto de hablar, digamos.

-Varios jugadores subieron desde la Liga Desarrollo y va a ser su primera temporada en la Liga Nacional. ¿Creés que es ideal que tengan su debut con muchos compañeros en su misma situación? ¿O es mejor que vayan asentándose en un equipo con jugadores más experimentados?

-No hay una fórmula, las dos tienen sus pros y contras. Cuando subís con un grupo en el que todos tienen la misma edad, la dinámica y la química van haciendo que todo fluya; cuando mechás con jugadores con más experiencia, tenés la ventaja de aprender cosas que te van a ayudar un montón. En este caso, San Lorenzo, además de los más chicos, tiene varios jugadores grandes como Iván Basualdo y yo, y también están Córdoba y Grun que son un poco más jóvenes pero ya jugaron varias ligas y tienen bastante experiencia para que los más chicos se apoyen en ellos. Así que hay un mix. Hay un mix lindo.

Pérez llegó a San Lorenzo con 33 años para disputar la temporada 2021/22, en la que comenzaba un período de reconstrucción del equipo, que venía de ganar su quinto campeonato consecutivo. Rápidamente se convirtió en un pilar del equipo para esa etapa en la que los “cuervos” dejaron de aspirar a ser campeones y empezaron a mirar la tabla de abajo.

-En tu segunda temporada en el club —la 2022/23, tu primera como capitán— les tocó pelear por la permanencia hasta llegar al desempate con Atenas. ¿Cómo fue ese campeonato? ¿Los más grandes, como vos o Federico Marín, sentían que se tenían que “poner el equipo al hombro” en esos momentos de presión?

-Sabíamos que iba a ser un año complicado. A mí me había tocado una situación similar con Boca, jugar por el descenso, a Fede Marín le pasó lo mismo, entonces como ya lo viviste no lo dramatizás tanto, aunque por ahí los más jóvenes sí lo sentían un poco más. Pero la verdad que te puedo decir que se disfruta igual: venir y jugar, jugar por algo. Si bien no es lindo jugar por la permanencia, lo que eso implica —que venís al Pando con la cancha llena, con tu gente— se disfruta.

-Habías llegado en 2021 y te convertiste muy rápidamente en un emblema, a tal punto de que tras solo una temporada empezaste a ser el capitán. ¿Por qué se dio esto?

-Me tocó venir en una época de reconstrucción en la que el club necesitaba empezar otro proyecto y, por esto que hablábamos de la trayectoria, la edad y la experiencia, a uno lo van contratando para ocupar ese rol. Por suerte lo pudimos hacer, creo que ambas partes están contentas y por eso ya va a ser mi cuarta temporada en el club.

 

Una propuesta inesperada

Pese a haber nacido en Viedma, Río Negro, y a haber jugado durante casi toda su carrera en Argentina, en enero de este año Lucas Pérez recibió una convocatoria que lo sorprendió. Facundo Petracci, flamante entrenador de la Selección Siria, quería contar con él. “Fue el entrenador que tuve en Gimnasia de La Plata a los 20 años y se acordaba de que yo tenía ascendencia por mi bisabuelo, que vino de allá”, explicó Pérez, cuyo segundo nombre “Naim” tiene origen en Medio Oriente.

“Fue raro, no lo esperaba a esta altura, con más de 30 años”, expresó el capitán de San Lorenzo, aunque no dudó en aceptar. A partir de ese momento, empezó a tramitar la ciudadanía siria. Viajó para la doble fecha de febrero en la que se enfrentaron a Líbano y Emiratos Árabes, pero no recibió la habilitación de FIBA para jugar. “Nunca había ido ni conocido nada parecido a Asia, así que estar ahí fue muy lindo. El grupo de jugadores y la selección me trató bárbaro. Vamos a ver si llega la habilitación para la ventana de noviembre”, concluyó, esperanzado, el base del “Ciclón”.

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