Por Gustavo Mato
La jornada de Turismo Carretera en Paraná tuvo una particularidad: Juan Gaberlino, integrante del equipo Alifraco Sport, estrenó un Torino de Nueva Generación con un diseño muy especial que recuerda la hazaña del automovilismo argentino en las 84 horas de Nürburgring de 1969, cuando tres Torinos dirigidos por Juan Manuel Fangio, quíntuple campeón mundial de la Fórmula 1, dejaron en claro la calidad humana y mecánica de la fábrica nacional. Y no hubo mejor fecha para el estreno de este nuevo Toro que hoy, ya que el 29 de septiembre de 1938 nació Oreste Berta, el encargado de preparar los autos para la epopeya argentina.
El nuevo auto fue trabajado sobre el Torino con el que Julián Santero logró dos victorias en 2017 y con el que Gaberlino debutó, este año, con el equipo Alifraco Sport en el cierre de la etapa regular en Buenos Aires, en la cual tuvo que abandonar. De este modo, el Toro del Doctor será el quinto en la Máxima junto a los del Trotta Racing manejados por Tobías Martínez y Marcos Landa y el de Kevin Candela del equipo Candela Competición. De la mano de Martínez, el vehículo cosechó una sola victoria en esta temporada, que fue en la primera fecha en El Calafate.
El Doctor finalizó en el puesto 46 en la segunda fecha de la Copa Oro, pero hace 55 años, los Torino 380W preparados por Oreste Berta y manejados por una selección de pilotos de máxima calidad lograron competir y hasta superar a las mejores escuderías del mundo (Lancia, BMW, Mazda, Porsche, Fiat, Volvo y Mercedes-Benz, por ejemplo). La Maratón de La Ruta disputada del 20 al 23 de agosto de 1969, fue un circuito desafiante a nivel físico y mental, ya que en ese momento era de 28,2 kilómetros y contaba con 176 curvas. De todos modos, el mundo se vio sorprendido por tres Torino que se llevaron todas las miradas.
Oreste Berta, por entonces de 30 años (hoy celebra su cumpleaños número 86), es un autodidacta que entre libros y pistas logró diseñar un motor que cautivó al automovilismo nacional. En IKA (Industrias Kaiser Argentina) trabajó con un motor de cuatro cilindros a los que luego le sumó seis cilindros y tres carburadores Warner, esa fue la base del Torino 380W. Berta fue reconocido a nivel mundial, un hombre con sabiduría para la invención y fundador de La Fortaleza de Alta Gracia, una especie de santuario para los fierreros. El Mago de Alta Gracia junto a Fangio fueron los padres de la Misión Argentina.
El auto número uno lo manejaron Oscar Cacho Fangio (hijo de Juan Manuel), Luis Rubén Di Palma y Carmelo Galbato. El dos estuvo al mando de Gastón Perkins, Eduardo Rodríguez Canedo y Jorge Cupeiro. Del último coche estuvieron a cargo Alberto Rodríguez Larreta, Eduardo Copello y Cacho Franco. Desde que comenzó la carrera, la sorpresa invadió el circuito alemán, dos coches blancos con una bandera argentina que recorría de punta a punta la carrocería tomaron el primer y el segundo lugar. Para la vuelta 41 el Torino número dos se despistó y abandonó la carrera, y es que las condiciones climáticas de las primeras 48 horas fueron extremas por la lluvia torrencial y la niebla. Luego el Torino de Di Palma chocó con una montaña y no pudo salir para retomar la marcha. El Toro número tres fue el encargado de cumplir la Misión Argentina. Fue Cacho Franco quien asumió la responsabilidad. Primero arregló el caño de escape, que por reglamento no podía pasar de los 86 decibeles, y después fue el elegido para finalizar la carrera. El coche fue el que más vueltas realizó (334), doce más que el ganador, pero la sanción por el arreglo del escape lo ubicó en cuarto lugar con 315 giros. De todos modos, el auto 100% nacional dejó de ser una sorpresa y la admiración se apoderó de los boxes donde en diferentes idiomas se repitió: Argentina, Torino y Fangio.