viernes, octubre 11, 2024

Fabio, el otro Costas con la sangre celeste y blanca: “Mi hermano ama a Racing como yo”

Por Lucas Bagalá

Fabio Costas es un ex jugador de Racing, actualmente es coordinador del fútbol infantil en la institución, realizó allí las inferiores junto a su hermano, jugó en ascenso y también se consagró campeón de la Supercopa con el club en el año 1988. Con 58 años y el mismo corte de pelo que tiene desde que debutó en La Academia a los 20 años, sigue ligado totalmente al club. “Mi vida y la de mi familia siempre fue así, nosotros vivíamos en Avellaneda siendo hinchas y socios de Racing. Y obviamente que nos tocó vivir de todo ahí, pero yo me debo a Racing, es todo, es la manera de poder estar vinculado con mis viejos y dejarle un legado a las futuras generaciones”.

Mi hermano ama a Racing como yo, él es más pasional y sentimental. Los dos estamos totalmente locos y sentimos lo mismo, pero él me gana. Pensá que fue mascota del equipo campeón del mundo, estuvo en todas las etapas más importantes del club, es un emblema”. De esta manera describe Fabio a su hermano Gustavo, el actual entrenador del equipo, y su locura por Racing, la forma en la que vive los partidos, entrenamientos y demás.

Tanto Gustavo como Fabio fueron jugadores en Racing, compartieron casi las mismas experiencias pero también han jugado juntos en Europa donde casi se quedan a vivir pero el club de sus amores los obligó a regresar. “En el 89 nos fuimos para Suiza a jugar, ahí la verdad que vivimos bárbaro y tuvimos la fortuna de jugar en Europa donde es otra cosa distinta pero no era lo que es ahora, hoy en día es mucho más cómodo y la distancia no se nota. Cuando el hijo más grande de Gustavo nace allá, decidimos volver por la familia y porque nos vuelven a llamar de Racing, el club estaba en una situación difícil, no había plata y necesitaban gente que vaya a ayudar. Nosotros siempre estuvimos por Racing y nunca lo íbamos a dejar tirado, fue el combo perfecto para volver”.

Pero antes de su partida a Suiza, se consagraron campeones de la Supercopa de 1988 luego de haber ascendido a Primera División tras estar dos años en la segunda categoría del fútbol argentino. Este título que consiguieron es el último logro internacional que conquistó Racing hasta el momento y es una deuda pendiente que tiene el club con su gente por su extensa racha de 36 años sin campeonatos internacionales. “Fue hermoso lograr ese título, no la veníamos pasando bien y conseguir eso en el medio de tanto caos fue tremendo. Además significó salir campeón con mi familia, todo lo que soñábamos de chico junto a Gus, no me puedo olvidar más la alegría que tenía mi viejo. Es lindo recordarlo pero también es incómodo saber que fuimos los últimos en conseguirlo, es como decía Ruggeri antes de que Argentina salga campeón del mundo, querés que sean otros los últimos en lograr eso y acá nos pasa lo mismo”.

“Ahora a Racing lo veo bien, me gusta, obviamente que hablo con Gustavo todo el tiempo y mucho más ahora que es el técnico, le sugiero cosas y demás pero tampoco lo voy a molestar, es mi hermano pero no deja de ser el técnico de Racing. Fue un buen momento para que vuelva, me hubiera gustado que lo haga antes, en parte siento que los dirigentes lo llamaron como último recurso, él resignó muchas cosas para estar en el club ahora y a veces eso no se valora, se desestima. Veo que Racing tiene herramientas que antes no tenía y que puede potenciarse y crecer aún más como club tanto en la estructura como en lo deportivo, pero veo que hay ciertos intereses que se sobreponen por encima del bienestar del club y eso le cuesta caro”. Fabio Costas también trabaja en Racing, hace dos años es el coordinador de las divisiones infantiles, está todos los días en el club y conoce mucho el día a día del club no solo por su hermano y sobrinos, sino por él mismo.

No solo está vinculado al club de sus amores y trabaja ahí, sino que desde hace más de 20 años que se mudó al barrio de Caballito y en Boedo, donde antiguamente había una galería comercial abandonada, construyó un complejo de fútbol y centro de entretenimiento para gente de todas las edades que quieran participar. El “Complejo Costas” era administrado por ambos hermanos pero principalmente por Fabio ya que cuando comenzó este emprendimiento, Gustavo se encontraba dirigiendo en Guaraní de Paraguay para luego seguir con una carrera de entrenador muy extensa a lo largo de Sudamérica y parte del mundo. “Este lugar significa muchísimo para nosotros, al igual que Racing. Acá yo puedo vivir de lo que me gusta, el hecho de también poder enseñarle a los chicos un poco de fútbol, de la amistad y demás, me encanta. La idea era construir un lugar donde los chicos puedan entrenar y jugar al fútbol, de a poquito fuimos conociendo familias y chicos muy buenos con los cuales establecimos vínculos muy buenos y a algunos pudimos llevarlos a jugar a Racing, Arsenal, Almagro y Platense. En este complejo también está mi familia, es como Racing”.

El complejo es un lugar muy familiar, Fabio brinda la entrevista en ese lugar tan cálido y futbolero, el cual cuenta con bar, vestuarios, gimnasio y cancha de fútbol. En este lugar Fabio comenzó su carrera como entrenador infantil y que luego se iría a trabajar a Racing, sus sobrinos comenzaron su carrera como profes, los cuales se capacitaron y hoy en día trabajan en el plantel profesional de La Academia junto a su padre Gustavo Costas, el padre de los Costas se hacía cargo del bar hasta que falleció en 2020.

En la actualidad, Fabio está muy ocupado trabajando en Racing, sus sobrinos tienen la misma ocupación y su hijo Gastón juega en la primera división de un equipo de Mozambique, entonces el complejo queda en manos de algunos jóvenes que cuando eran más chicos comenzaron a jugar en el complejo y hoy se dedican a continuar con el legado de los Costas.

Uno de los chicos que se encarga del Complejo Costas es Agustín Campaña, jugador de Talleres de Remedios de Escalada de 27 años que jugó contra Racing por los 16avos de final de la Copa Argentina y derrotó a La Academia en un partido inolvidable para él y para los Costas también. “Me llena de orgullo que un chico que lo formamos nosotros hoy en día haya cumplido el sueño de llegar a primera y que haya conseguido este logro enorme con el club en el cuál juega, aunque obviamente no deja de darme bronca lo de Racing”. Entre risas, fútbol y un café de por medio, Fabio recibe a su gente en su lugar, un lugar que es como su casa y le hace sentir a los demás en la misma, un lugar que para él es como Racing, es su familia.

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