Por Julián Cándido
Desde el 23 de diciembre de 2013, cuando Diego Simeone asumió como director técnico del Atlético de Madrid, el conjunto español contó con 18 argentinos en sus diferentes equipos. Hoy desde las 16 horas enfrenta a Rayo Vallecano con seis de ellos en su lista de convocados, un registro inigualable siendo el equipo con más argentinos en la actualidad.
Durante su primer semestre en el banco del Aleti, Eduardo Salvio fue una pieza clave, con 28 partidos disputados y seis goles anotados, contribuyendo al primer título del ciclo: la Europa League en 2012. Posteriormente, fue transferido al Benfica.
Otro de los primeros jugadores del ciclo fue Daniel Cata Díaz, adquirido al Getafe en 2012.Aunque no logró marcar, disputó 22 partidos y dejó huella antes de regresar a Boca. En 2013, Simeone también sumó al lateral izquierdo Emiliano Insúa quien, aunque tuvo una breve estadía, jugó en 17 encuentros.
Martín Demichelis, fue uno de los que se había sumado a mediados de 2013 cuando quedó libre del Málaga y hasta llegó a jugar amistosos. Pero lo llamó Manuel Pellegrini para ir al Manchester City y lo vendieron por cinco millones de euros sin haber jugado oficialmente.
En enero de 2014, Simeone convocó a uno de sus jugadores favoritos de Estudiantes: José Sosa. En seis meses, disputó 24 partidos y ayudó a conquistar La Liga, además de llegar a la final de la Champions.
El lado izquierdo de la defensa, meses después, se reforzó con Cristian Ansaldi, quien estuvo en 11 partidos. A su vez, el delantero Ángel Correa llegó a inicios de 2015, convirtiéndose en uno de los jugadores más queridos del club, con 421 partidos y 80 goles.
A medida que avanzaba el tiempo, Simeone continuó reforzando su equipo con jugadores argentinos. Luciano Vietto apareció como figura de Racing para sumarse al equipo español, y luego en 2016 realizó varias inversiones, incluyendo la compra del arquero Alex Werner y Nicolás Gaitán, con 49 partidos. A su vez, los dos mediocampistas de aquel momento fueron Matías Kranevitter y Augusto Fernández, este último con más participación, pero los dos con un denominador común: se fueron al poco tiempo por falta de continuidad.
Juan Cruz Agüero, extremo mendocino que hizo las inferiores en el Atlético, llegó a ir al banco de suplentes que armó Simeone en tres partidos en el 2018 pero no pudo debutar. Otro de los formados en la institución fue uno de los hijos del técnico: Giuliano Simeone. Ya jugó dos partidos y es una de las alternativas en la actualidad.
Rodrigo De Paul llegó en 2021 por 35 millones de euros, tornándose una figura trascendente, con más de 140 partidos disputados. Luego, se incorporó a Nahuén Pérez, lateral también proveniente del Udinese pero que no tuvo minutos en España.
Nahuel Molina fue otra de las compras al Udinese, a mediados de 2022 y antes de que se consagrara en Qatar, por unos 20 millones de euros. Se volvió importante como lateral/carrilero por derecha y hasta el momento tiene casi 100 encuentros jugados y seis goles convertidos.
Recientemente, el club incorporó a Julián Álvarez, procedente del Manchester City, en un traspaso de 75 millones de euros más variables, convirtiéndose en una de las figuras del equipo. Por último, se sumó el arquero Juan Musso de Atalanta hace semanas.