Por Vicente Moreyra
Luego de la derrota frente a River, Diego Martínez dejaría de ser el técnico de Boca. Los malos resultados frente a Racing y al Millonario sumado a la eliminación en octavos de final de la Sudamericana provocaron la salida del entrenador, que volvió a poner en duda la gestión de Juan Román Riquelme en el club.
Desde la llegada de Riquelme en diciembre de 2019, en un principio como vicepresidente de Jorge Ameal, el club ya tuvo cinco entrenadores. El primero fue Miguel Ángel Russo, quien estuvo 20 meses al mando del equipo (con 227 días de inactividad por pandemia de por medio) y obtuvo la Superliga 2019/20 en la última fecha. Pero tras una seguidilla de malos resultados, el club decidió echarlo para darle lugar a Sebastián Battaglia, técnico de la Reserva en ese entonces.
El nacido en Santa Fe estuvo un año dirigiendo a la Primera División en los que consiguió la Copa Argentina 2021 y la Copa de la Liga 2022. Pero tras la derrota 3-0 con Banfield en la Bombonera y la eliminación de la Libertadores frente a Corinthians por penales, el Consejo de Fútbol al jugador con más títulos de la institución, a través de una llamada telefónica desde una estación de servicio.
Tras la salida de Battaglia, Hugo Ibarra asumió como entrenador del primer equipo. El ex lateral derecho también llegó al puesto luego de dirigir a la Reserva del club y obtuvo la Liga Profesional 2022 y la Supercopa 2022. A pesar de estos dos éxitos, el Negro fue despedido a tan solo 8 meses de haber asumido debido a los malos rendimientos del equipo.
Boca buscó un perfil distinto de entrenador, y luego de que sonaran nombres como los de Gerardo Martino o José Pekerman, el que finalmente tomó el cargo fue Jorge Almirón. Con el actual técnico de Colo Colo al mando, el equipo logró llegar a la final de la Libertadores, que perdió 2-1 frente a Fluminense en el Maracaná. Luego, Almirón renunció a su cargo tras nueve meses en el club.
Mariano Herrón, actual técnico de la Reserva, se hizo cargo del equipo los partidos restantes de la temporada y en enero del 2024 asumió Diego Martínez. El rendimiento del equipo fue de menos a más en los primeros meses, eliminando a River de la Copa de la Liga y accediendo a la siguiente ronda en la Sudamericana, pero dejó de tener esos buenos resultados, además de un evidente falta de funcionamiento, quedó fuera de la Copa y perdió los partidos más importantes del semestre. Tras el 1-0 en la Bombonera, este domingo se confirmó que no seguirá en su cargo aunque aún no se sabe cuándo se hará efectiva la salida.
Martínez dirigió 44 encuentros al Xeneize de los cuales ganó 20, empató 15 y perdió 9 (57% de eficacia). En sus nueve meses como técnico no consiguió ningún título.
Uno de los apuntados a reemplazarlo es Cristian “Kily” González, actualmente en Unión, en una nueva muestra de que el criterio en la elección de los entrenadores no se basa en un estilo de juego y tampoco en el perfil de los mismos. Además, ningún entrenador completó su contrato, ya que Ibarra y Battaglia fueron despedidos, la salida de Russo fue de común acuerdo y Jorge Almirón renunció.
La gestión Riquelme tiene sus puntos positivos, cómo llegar a la final de la Libertadores en 2023, la semifinal en 2020 y lograr eliminar a River en tres ocasiones, y sus negativos, no disputar la Libertadores en 2024, los constantes cambios de técnicos por malos resultados o los 18 meses sin conseguir un título, pero lo que queda en evidencia es que no hay una idea de un proyecto a largo plazo que respalde al técnico en busca de construir una identidad futbolística. Los resultados siguen mandando en el mundo Boca.