Por Federico Ynsaurralde
El “Pulpo” está a horas de batir una nueva marca personal: trescientos partidos con el conjunto Millonario. El actual capitán, llegó en enero del 2018 y en seis años logró convertirse en historia viva en el arco de River Plate con 37 años. En su espalda carga diez títulos con la Banda Roja y es el tercer jugador con más partidos jugados en la historia del club; además, fue el único representante de los clubes argentinos en el Mundial de Qatar 2022 y respalda su gran nivel con veintisiete títulos en su carrera profesional.
Franco Armani nació el 16 de octubre de 1986 en la localidad santafesina de la Casilda, a la vera de la Ruta Nacional 33, a 56 km de Rosario y a 208 km de la ciudad de Santa Fe. Desde chico soñaba con ser arquero y jamás había probado otra posición (tenía ganas de ser como Ubaldo “Pato” Fillol). Franco solía salir a jugar a la canchita del Club Aprendices, la cual quedaba en frente de su casa; aunque en realidad ésta no era una cancha de fútbol, sino que era de básquetbol. El niño solía armar su propio arco con dos palos y le colocaba unas redes cosiendo los costales de cebolla; allí armaban partidos y también realizaban torneos de penaltis, donde él salía ganador muchas veces.
El casildense llegó a Buenos Aires e hizo las inferiores en Estudiantes de La Plata en el 2006, pero jamás tuvo la oportunidad de debutar en Primera, ya que los puestos ya estaban cubiertos. Luego tuvo un pequeño paso por Ferro Carril Oeste, a préstamo, en donde solamente pudo disputar un partido, el 13 de abril de 2008, en la lucha por el ascenso contra Atlético de Rafaela, en el cual perdieron por 4 a 0. Este encuentro desafortunado llevó a que el joven se convirtiera en el tercer arquero del equipo. Ese mismo año, Felipe De La Riva, entrenador de la Tercera División de Deportivo Merlo, lo llamó y le dijo que le faltaba un arquero y, aunque no le podría dar mucho dinero, sí le daría los minutos que Estudiantes y Ferro no le brindaban. Franco, sin dudarlo, emprendió viaje y firmó con los “Charros”. Al día siguiente el pibe jugó un amistoso contra Deportivo Español y “la rompió”; desde ese momento se ganó el puesto como titular, aunque no debutó en primera.
A los 24 años decidió dar un salto en su carrera y se fue a uno de los clubes más importantes de Colombia: Atlético Nacional de Medellín. Ingresando como quinto arquero y con pocas chances de ser el portero principal, “El Pulpo”, decidió tomar ese riesgo por la posibilidad de debutar en primera. Su técnico lo hacía entrenar a un costado de la cancha apartado del resto de sus compañeros. El 2010 no había sido su mejor año; solamente pudo jugar un partido, el cual finalizó con una definición por penales, en el que terminaron perdiendo porque no pudo atajar ningún remate desde los once metros. Con mucha tristeza y con dudas de seguir jugando en Medellín, regresó a su casa; pero su familia lo convenció de que no abandonara el fútbol colombiano. Sin poder mejorar mucho su situación, ante el primer intento de Deportivo Merlo de repatriarlo, no lo pensó dos veces y le pidió a su entrenador que lo liberara como agente libre. Pero acá es justamente cuando el argentino vivió uno de los momentos más duros de su carrera: una rotura de los ligamentos cruzados. Ésta lesión le hizo considerar abandonar el fútbol. Su esposa, Daniela Rendón, fue una de las piezas claves para que él no bajara los brazos e intentara cumplir su sueño. Daniela lo llevaba a la iglesia cristiana de Medellín, a pesar de que Armani no creía en nada. Pero debido al difícil momento que estaba pasando, él sabía que necesitaba aferrarse a algo y las reuniones de la iglesia empezaron a formar parte de su vida.
Con fe y terapia, Franco transitó su recuperación y en 2013 regresó a las canchas; pero no fue hasta el 2014 que el portero se lució y se adueñó del arco de Atlético Nacional. Se convirtió en uno de los jugadores más queridos por el público y logró levantar trece títulos con la institución, convirtiéndose en uno de los del plantel con más títulos en el club: seis Primera A, tres Copa Colombia, dos Superliga de Colombia, una Libertadores y una Recopa Sudamericana.
En enero de 2018, se anunció su llegada a River Plate por 3.8 millones de dólares. Obtuvo su debut oficial el 3 de febrero cuando el equipo “gallina” se impuso por 2 a 0 en el estadio Monumental. Cuenta con doscientos noventa y nueve partidos oficiales jugados, con un total de veintiséis mil novecientos veinticinco minutos, ciento treinta y cuatro vallas invictas, catorce amarillas y ninguna expulsión, cinco atajadas de las veintisiete por penales que le patearon en tiempo reglamentario, novecientos sesenta y cinco minutos invicto en Primera División (1/8/2018 – 1/9/2018), diez títulos (Copa Libertadores 2018, Liga Profesional 2021 y 2023, tres veces la Supercopa Argentina, Copa Argentina, dos Trofeos de Campeones y la Recopa Sudamericana). Y hoy, cuando salga a atajar, en su décimo octavo superclásico, Franco “El Pulpo” Armani alcanzará sus trescientos partidos como custodio del arco del Millonario contra Boca Juniors, rival argentino al que más veces enfrentó y segundo al que más veces venció (7 veces, una menos que contra Racing).