Por Laureano Vergara
Argentina contará con un total de 136 atletas que representarán al país en los Juegos Olímpicos de París 2024. Uno de ellos será José María Larocca, jinete que competirá en la prueba de salto individual. Pese a que en esta disciplina solo entren a la pista el jinete junto a su caballo, existe detrás un amplio personal: un entrenador, jefe de equipo, veterinarias, caballerizos y herreros trabajan en conjunto para brindar la máxima ayuda necesaria para ambos. “Ahora el caballo es considerado un atleta de alto rendimiento, algo que no pasaba hace 20 años. Tienen masajistas y fisioterapeutas a su disposición”, dice Kelly Collard-Bovy, amazona del equipo argentino, sobre el animal.
De las tres disciplinas ecuestres de los JJ. OO, Argentina contaba con plazas en dos de ellas: una para salto individual y otras dos para el concurso completo, pero perdió este último par debido a que ninguno de los binomios postulados cumplía con los requisitos exclusivos impuestos por la Federación Ecuestre Internacional.
Para dictaminar quién iba a ser el dueño de la plaza en salto individual, obtenida por José María Larocca en el Panamericano de Santiago 2023, el equipo argentino realizó una gira por Europa. Participó en la Copa de Naciones de Sopot, Polonia, y luego en la de Praga, República Checa, donde cosechó un quinto puesto. El conjunto nacional estuvo integrado por José María Larocca —Abril Iconthon—, Matías Larocca —Full Option Van’t Zand—, Damián Ancic —Santa Rosa Chabacón—, Mariano Ossa —Con Corrado 4— y Kelly Collard-Bovy —Lanciano SP—, quien tuvo su primera convocatoria y se sumó en la última competencia.
Raúl Ferreyra Bochatey integró la delegación como Jefe de Equipo, puesto que tiene como función facilitar todas las tareas a los distintos binomios que conforman el grupo. Estas actividades pueden ser logísticas, como organizar el traslado de los caballos y jinetes o la inscripción en las pruebas. Pero también se involucra en el área psicológica: “Hablo con ellos, tengo que saber cómo se sienten, si están pasando por un momento bueno o uno malo”, cuenta sobre su rol multifuncional en el equipo.
Quien no pudo estar presente es Vitor Alves Teixeira, entrenador nacional de origen brasilero, que según Ferreyra Bochatey es “un lujo y una eminencia mundial del deporte, que brindó toda su ayuda a la distancia”. Ferreyra Bochatey se encargó de armar un grupo donde se compartían los planos y distancias de la pista, que facilitaban la ayuda estratégica de cara a la competencia por parte de Vitor Teixeira.
“Como no pudo caminar la cancha con nosotros, pensé en grabar desde el mejor lugar posible las pasadas para que Vitor —Teixeira— nos ayude para la segunda ronda, ya que es la misma disposición de obstáculos en ambas”, contó Collard-Bovy, sobre el trabajo realizado en conjunto. “Nos podía dar tips sobre la cantidad de galopes cortos y largos, por dentro o por fuera. Después, entre nosotros también nos íbamos ayudando, aunque todo depende de cómo está personalizado el binomio y siempre la última decisión la tiene el jinete”.
Otra de las integrantes que no pudo estar presente en la reciente gira fue la veterinaria principal, Ann Rodger, que tampoco estará en París debido a la no clasificación del conjunto argentino en la prueba por equipos. En su lugar sólo se hallará un veterinario del lugar de la competencia, ya que por decisión del ENARD se resolvió solventar gastos como este.
Preparación y entrenamiento de un binomio
Rodger cuenta que no se puede improvisar nada en cuanto a los cuidados del caballo y que la logística previa debe estar hecha con el tiempo adecuado: “Existen dos posibilidades: llegar sobre la hora o con mucha antelación al evento para que el caballo se adapte. Nosotros solemos elegir la segunda opción. Vas un mes antes para acondicionar al animal y que no sufra de algunos cambios. Estos pueden ser el clima o el suelo, no de la pista —que es estandarizada para todos los concursos— sino del lugar de la competencia. También se trata de que el caballo tenga la misma alimentación que recibe normalmente. Eso tiene que estar bien estudiado y planificado porque cada uno requiere una nutrición personalizada. La cantidad de fibra, proteína o grasa suministrada varía en cada individuo”.
Además, el examen previo permite conocer si un caballo es más propenso a tener lesiones musculares o articulares. “En medicina deportiva de caballos, lo más importante es la prevención. Tratar de detectar los problemas lo antes posible. Se trabaja mucho con el fisioterapeuta. Soledad Suárez es quien me suele acompañar en el equipo; yo los reviso y actuamos si tienen alguna dolencia o inflamación. Las lesiones más comunes se dan en toda la estructura alrededor del hueso navicular, que se encuentra en el casco del animal”, dijo Rodger acerca del cuidado físico.
Aunque varía constantemente, hoy en día, en la disciplina de salto hay una inclinación a utilizar razas de origen europeo: caballos de buena contextura física pero con una tendencia a la búsqueda, en este momento, de que tengan una genética más liviana. De esta forma, son más rápidos para cuando se da el caso de que al menos dos binomios obtienen 0 faltas, donde se desempata por el tiempo empleado en completar el circuito.
En cuanto a la preparación de jinetes y amazonas, Kelly Collard-Bovy cuenta que entrena todos los días de la semana y solo descansa los domingos por la tarde cuando no tiene ninguna competencia. “Nosotros llegamos a las 7:30, damos de comer, hacemos las camas y arrancamos a montar. A veces nos bajamos del último caballo a las 20:00 o por ahí más tarde si estamos en un concurso. Es sin reloj, todo es con pasión y trabajo. No voy al gimnasio, como muchos jinetes que sí lo hacen, justamente por la vida que llevo. Por lo general solemos tener 14 caballos. Aun así, tengo un super estado físico porque hago cosas todo el tiempo: barro, pongo paja, armo pistas”.
Aunque no cuenta con un entrenador fijo, suele tomar clínicas privadas para sumar enseñanzas. La equitación es un deporte muy detallista y como ella dice, “podés aprender de cualquier persona, ya sea alguien amateur, más joven o grande. Nunca pude entrenar junto a otra amazona, pero es algo que tengo en mente y me encantaría hacer. Este deporte cambia y crece todo el tiempo, creo que todas las personas tienen algo bueno que podés adquirir”.
El bienestar emocional también resulta fundamental en un deporte como la equitación. Damián Ancic —bicampeón nacional y único integrante del equipo que vive en Argentina— ha manifestado que trabaja junto a una psicóloga, que lo ayuda a reconocer su estado mental durante la competencia para saber controlarlo de forma óptima. En cambio, Kelly Collard-Bovy prefiere apoyarse en su esposo y mejores amigos porque cree que ellos son los mejores psicólogos.
A la amazona belga-argentina le llegó la posibilidad de montar tres caballos del jinete uruguayo, Martín Rodríguez, los cuales participaron del último Panamericano en Santiago 2023. Con tan solo 6 meses de entrenamiento y participaciones en concursos, la caballista obtuvo resultados que le permitieron formar parte del equipo argentino y comenzar a dar sus primeros pasos en la élite europea.
Actualidad argentina en el deporte
La mayoría de los jinetes argentinos depende de qué sponsors apoyen con sus caballos. Tal es el caso ya mencionado de Collard-Bovy, pero a él se suman dos más en el equipo: el Haras Santa Rosa de México, que aporta dos caballos a Damián Ancic, y Mariano Ossa, que salta los de José María Larocca, quien sí tiene una gran estructura armada.
Los jinetes y amazonas del país se enfrentan a varias circunstancias que no les permiten desarrollar el deporte al máximo nivel y enfrentarse de igual a igual con las potencias europeas. En el Viejo Continente, sobre todo en países como Alemania, Países Bajos, Bélgica o Francia, es donde el deporte pica en punta. El desarrollo y la cría del caballo es muy fuerte, además de que las mejores razas y jinetes se hallan allí.
Las distancias y traslados hacen que sea casi excluyente que los jinetes y amazonas vivan en Europa para mantenerse en el alto nivel. Federaciones de otros países ayudan a sus representantes costeando todos los traslados alrededor del mundo, algo que en Argentina no ocurre.
Según Ferreyra Bochatey, el factor económico es muy influyente en esta disciplina: “En nuestro país la federación nos dice que no hay plata y si lo comparás con Emiratos Árabes, que la corona tiene 20 millones de dólares para comprar los 4 caballos del equipo, demuestra que hay una diferencia abismal”.
Para Kelly Collard-Bovy, el dominio también se justifica por la cultura con respecto al deporte en Europa, donde se educa a los niños enseñándoles a hacer todo lo necesario para el cuidado del animal y luego se aprende a montar: “La diferencia con Argentina es que allí es la cultura de la comodidad y aquí la del trabajo”.
El Panamericano de Santiago 2023 otorgó cuatro plazas para la prueba por equipos de París 2024, pero el conjunto nacional acabó en el quinto puesto. En una competición con fuertes rivales como Estados Unidos, Canadá, México y Brasil, no se considera esta no clasificación como un fracaso, a pesar de haber estado presente en las dos últimas ediciones de los JJ. OO.
A pesar de todo ello, Raúl Ferreyra Bochatey se mantiene positivo: “Creo que el jinete que nos representa —José María Larocca— no va a participar de las Olimpiadas sino que va a competir. Este deporte es muy detallista, se puede caer un palo en cualquier lugar y eso te deja fuera de todo. Lo más justo es que es igual para cada uno, así que no hay excusas. Si bien es fino porque es muy técnico, creo que Argentina está en el nivel para decir que su jinete va a competir para estar ahí arriba. Una medalla olímpica es algo que no se dio nunca en la disciplina de salto —dos jinetes obtuvieron diploma olímpico en la prueba individual: Carlos Delía en Roma 1960 y Matías Albarracín en Río 2016—, por eso te digo que es complicado pero no imposible”. Estos serán los quintos Juegos Olímpicos para José María Larocca —esta vez arriba de Finn Lente—, quien buscará superar su mejor marca obtenida en Londres 2012, cuando terminó en el 36º puesto.