sábado, septiembre 7, 2024

Pascual Di Tella, la melodía de la esgrima

Por Nicolás Martini

El arte no tiene límites y se expresa de varias maneras. Pascual María Di Tella lo hace con un sable y su cara cubierta, pero también con una pluma en su mano para recitar versos y estrofas que marcan el ritmo de su otra pasión. Ex Reii o Di Tella, como lo llamará Gonzalo Bonadeo el 27 de julio en París, son dos caras de la misma moneda que conviven entre notas y estocadas. 

Di Tella vive en Estados Unidos, pero representa a la Argentina, la tierra donde nació. Se crió en Vicente Lopez con una familia bendecida por el deporte olímpico, que persigue al esgrimista de 28 años desde antes de su nacimiento. Su madre Astrid Steverlynck compitió en esquí alpino durante los Juegos Olímpicos de invierno de Calgary 1988 y Albertville 1992, mientras que Rafael Di Tella, padre de Pascual, disputó los de esgrima en Seúl 1988 y Barcelona 1992. La pasión por el esgrima se le transmitió por herencia tanto a Pascual como a su hermana Isabel, quien también participó en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Con el apellido Di Tella y la abreviatura ARG entre sus dorsales, Pascual tendrá que hacer lo que lleva en la sangre cuando en tierras francesas se encuentre de pie sobre la pedana frente a un adversario como lo hicieron su padre y su hermana.

A pesar de la influencia familiar, Pascual tenía un mayor fanatismo por el básquet, recién se dedicó con seriedad a la esgrima cuando entró en la adolescencia y tuvo un aumento considerable en su altura hasta alcanzar un metro y 91 centímetros que le permitieron comenzar a ganar con mayor frecuencia. “Estando tan cerca de los Juegos no hago Basquet, pero en otros momentos jugaba mucho en las canchas de Nueva York”, comentó Di Tella, quien es simpatizante de los Boston Celtics, último campeón de la NBA, equipo al que fue a ver en vivo en más de una oportunidad y que pese al éxito en la última temporada, no se mostró muy a gusto con el estilo de juego de los Celtics.


Su madre Astrid Steverlynck compitió en esquí alpino durante los Juegos Olímpicos de invierno de Calgary 1988 y Albertville 1992, mientras que Rafael Di Tella, padre de Pascual, disputó los de esgrima en Seúl 1988 y Barcelona 1992.

Durante el proceso en el que Di Tella buscaba un rumbo en lo deportivo, la música tuvo un lugar importante en su vida desde la niñez. “Empecé a tocar a los ocho años y siempre me divirtió escribir”, dijo Di Tella y afirmó que trabajó con productores de artistas destacados, pero su clasificación a los Juegos Olímpicos lo obligó a enfocarse en la preparación deportiva y tuvo que dejar de lado su otra pasión momentáneamente. El esgrimista músico tiene sus objetivos puestos en el deporte, ya que a través de la música busca “hacer algo que le gusta de la mejor manera que puede”, mientras que en la esgrima se prepara para poner su música en Francia y que los adversarios bailen al ritmo de sus sablazos para subirse al soñado podio.

Di Tella, a lo Bruce Dickinson, cantante de Iron Maiden que clasificó a los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 en esgrima, logró acceder a la cita olímpica, pero Dickinson cantaba rock y el argentino representa a un género diferente, Pop Indie, urbano y electrónico al que le pone un sello propio sin ver a través de una rejilla ni cubierto por una chaquetilla y con sonidos de tango mezclados con la melodía. Puesto en palabras de Diego Blanco, tecladista de la banda Los Pericos y productor musical en algunas canciones del esgrimista como Barra Brava: “La mejor cualidad de Pascual como músico es su sensibilidad, tiene un estilo propio, con cierta oscuridad por momentos. Se puede decir que rompe el molde con la música que hace”. Blanco no solo se relaciona con Di Tella desde lo musical, sino que también existe un vínculo de amistad, desde la infancia de Pascual, entre ambas familias que le permite destacar con facilidad las cualidades tanto de Pascual Di Tella, como Ex Reii: “Los Di Tella son grandes esgrimistas, Pascual es un gran deportista y músico, es una buena combinación. Seguramente esa condición se potencia para ambos lados, música y deporte”.

Di Tella viajará a Francia con el objetivo de igualar o superar sus logros en los juegos panamericanos de Lima 2019 donde obtuvo una medalla de plata en sable individual, pero esta vez será un desafío más complicado, ya que competirá contra los mejores esgrimistas en sable del mundo y el parte desde el puesto 47 del ranking mundial. Según el tirador argentino, su ubicación en el ranking le quita presión y le permite soñar, solo resta saber si en el Gran Palacio de Francia logrará poner su música y llegar a la victoria a través del filo de su sable.

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