Por Nicolás Ezequiel Soto
Durante los últimos años, la selección azteca no estuvo a la altura de lo que su historia demanda tanto en mundiales como en competiciones de su confederación pero, de la mano de Lozano, el combinado mexicano tendrá una nueva chance de poner en alto al equipo en la Copa América.
Habría que ver cuantos entrenadores hubiesen tenido la astucia que Jaime Lozano demostró al agarrar el fierro caliente de la selección de México, una de las más futboleras a nivel mundial y que en los últimos años no solo no se desempeñó como sus hinchas hubiesen querido, sino que su rival más directo, Estados Unidos, empezó a ganar títulos y a opacar, al menos un poco, la imponente figura que representa El Tri entre los principales países de Centro y Norte América.
Tanto que ahora son solo cinco las Copa Oro que los distancian de los yankees, quienes se hicieron con este galardón por última vez en 2021 por 1a 0 justamente frente al seleccionado azteca, en ese momento dirigido por el argentino Gerardo Martino, quien además lo condujo técnicamente en el Mundial de Qatar 2022 en el que quedó afuera en fase de grupos y pospuso (una vez más) el sueño mexicano de alcanzar el sexto partido en una Copa del Mundo por primera vez en su historia. Pero por si fuera poco, el 15 de junio de 2023 fue eliminado nuevamente a mano de los estadounidenses por 3 a 0 en semifinales de la Liga de Naciones de la Concacaf.
Dichos resultados generaron un malestar general bastante lógico y notorio entre los hinchas mexicanos, quienes no dudaron en manifestar mediante las redes sociales su descontento con el Tata y a pedir su dimisión lo más rápido posible para empezar desde cero un nuevo ciclo de cara a la Copa América 2024. Es por eso que, tan solo dos días después de la eliminación ante Estados Unidos y tras un año de experiencia como entrenador del Necaxa, Lozano decidió aceptar la propuesta del cargo de director técnico del seleccionado nacional, ofrecido por el presidente ejecutivo de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), Ivan Sisniega, a falta de dos semanas para una nueva edición de la Copa Oro de la Concacaf.
Si bien el elegido de Sisniega fue cuestionado en un principio por gran parte de la afición debido a la inexperiencia de la que se lo acusaba, lo cierto es que el primer torneo de Jimmy al mando de la selección dio vuelta su imagen rápidamente: en su debut como entrenador nacional, goleó 4 a 0 a Honduras en Houston por el primer partido de la fase de grupos de la Copa Oro 2023. Más adelante, derrotó a Haití por 3 a 1 y, posteriormente, cayó 1a 0 con Catar, el único país del Medio Oriente que en aquella edición fue invitado por el ente organizador del torneo.
Pero lejos de sentirse golpeado por aquella derrota, Lozano y sus dirigidos, con el arquero Guillermo Ochoa como capitán y máximo referente, dieron su primer muestra de carácter en fases eliminatorias. Tras la derrota ante los cataríes, vencieron en una seguidilla a Costa Rica por 2 a 0 en cuartos de final, a Jamaica por 3 a 0 en semis y a Panamá por 1 a 0 en una final que significó entonces la primera consagración de México desde la misma Copa Oro del 2019.
Es por eso que, gracias a la obtención de este nuevo título, nada le quitaba al pueblo mexicano (en este entonces) la ilusión de alcanzar por tercera vez la final de la Copa América desde aquella edición del 2001 en la que cayó por 1-0 frente a Colombia en tierras cafeteras y, anteriormente, en 1993, en la que también alcanzaron el partido definitivo, pero también fueron derrotados por 2-1 ante la Argentina de Alfio Basile con un doblete del delantero Gabriel Omar Batistuta.
Sin embargo, y para desgracia del también ex entrenador del sub-23 entre 2018 y 2021, estas ilusiones volvieron a derrumbarse por completo a principio de año, ya que luego de vencer a Honduras y a Panamá por los cuartos y las semis de la Liga de Naciones, México volvió a caer ante Estados Unidos y, para colmo, en el partido por el título. En este caso, los dirigidos por Gregg Berhalter se impusieron por 2 a 0 ante los de Lozano y prolongaron a siete su racha invicta frente a sus vecinos del sur, la cual incluye cinco victorias y dos empates.
A esto se debe que la continuidad del nacido en la capital mexicana esté nuevamente bajo la lupa del periodismo de aquel país como también de los hinchas, pero no de la FMF, quien mediante sus redes sociales respaldó al entrenador luego de la caída. “Es y será nuestro líder en la Copa América. ¡Equipo unido en este proceso rumbo al Mundial 2026!”, escribió la federación en su cuenta de Twitter en respuesta a los numerosos fanáticos que mediante esa misma red social pidieron por la destitución de Lozano.
Las dos duras derrotas que los mexicanos sufrieron en sus últimos amistosos internacionales frente a potenciales rivales en fases eliminatorias y candidatos al torneo como lo son Uruguay y Brasil, son un componente más. La primera, el 5 de junio ante los Charrúas por 4 a 0 en el Empower Field de Colorado y, la segunda, tres días después, frente a la Verdeamarela por 3 a 2 en el Kyle Field, mismo estadio en el que el 22 de junio deberá dar una nueva muestra de carácter en su debut en la Copa América frente a Jamaica, esta vez sin la presencia de Ochoa, pero sí con la de la nueva camada de estrellas mexicanas, integrada entre otros por Santiago Giménez y Édson Álvarez, quienes junto a Lozano tendrán la misión de guiar nuevamente a su selección al lugar donde en algún momento supo estar.