Por Luca Giorno
Una de las cosas que caracterizó a Diego Armando Maradona a lo largo de su carrera fue el número “10” en su espalda, más aún en la Selección Argentina. La remera azul del Mundial 1986, con la que hizo el doblete a Inglaterra o la suplente de Estados Unidos 1994, donde marcó su último gol contra Grecia, deben ser de las camisetas más recordadas por los hinchas. Uno pensaría que siempre usó la “10”, pero no, en la Copa América 1979 utilizó la “6”, algo totalmente impensado para la actualidad más teniendo en cuenta en la posición en la que jugaba, donde ese número está referenciado con los defensores.
Aquel certamen continental presentaba, en esos años, la particularidad de disputarse a lo largo del año, sin sede fija. El campeón comenzaba en semifinales, con partidos a ida y vuelta y las selecciones estaban divididas en tres grupos de tres, de los que solo pasaba el primero. En esa copa, a la Argentina le tocó compartir el grupo B junto a Brasil y Bolivia. De los cuatro partidos que disputó la selección, Maradona solo estuvo presente en dos fechas, la segunda y tercera. Para la primera no fue convocado y en la última, se encontraba con la Selección Sub-20 en Japón disputando el mundial de la categoría.
Su primer encuentro en aquel certamen fue contra Brasil de visitante y el restante contra Bolivia de local y en ambos encuentros utilizó la número 6. El primero, disputado en el mítico Estadio Maracaná, culminó con victoria de los locales por 2 a 1. Ya finalizado el partido intercambió camiseta con Zico, el “10” de los brasileños, uno de los mejores jugadores del mundo por aquellos años. Contra los bolivianos, en el Estadio de Vélez Sarsfield, marcó un gol, a falta de 20 minutos, para cerrar la goleada por 3 a 0.
¿Por qué Diego tuvo la “6” en su espalda y no la “10”? A partir del Mundial Alemania 1974, por disposición de los tres técnicos (Vladislao Cap, Victor Rodríguez y José Varacka), se determinó que, para evitar problemas a la hora de decidir quien usaba cada dorsal, se ordenaban a los jugadores alfabéticamente, al primero de la lista se le asignaba el número uno y así con todos los convocados. Esta particularidad se mantuvo hasta el Mundial Italia 1990 y a lo largo de esos torneos se pudieron ver a jugadores como Ubaldo Fillol con la “5”, Jose Luis Cuciuffo con la “9”, entre muchos otros más.
Por eso mismo, el “Pelusa” hizo uso de ese número en su espalda en aquellos dos cotejos. Pero obviamente hubo excepciones a lo largo de esos años, más con Diego, porque si hubiese sido por ese dictamen, nunca hubiese usado la “10” hasta Estados Unidos 1994. En esos dos partidos fue Juan Carlos Bujedo, lateral izquierdo de Vélez, quien utilizó la número “10”, por razones no sabidas, mientras el por entonces Pibe de Fiorito usaba la “6”. A su vez cuenta que, previo al encuentro con Brasil Diego le dijo que la diez se la prestaba por un ratito.
También esto llama la atención por el motivo de que Maradona era el jugador del futuro en esos años, tanto para el fútbol argentino como mundial. Con 19 años ya había sido dos veces consecutivas goleador del Torneo Metropolitano (1978 y 1979). Sumado a eso en las convocatorias no estaban en gran parte los recientes campeones del mundo, solo repetían Daniel Passarella, Americo Gallego y Jose Valencia. No estaba presente Mario Kempes, quien utilizó la “10” en el Mundial de la Argentina realizado un año antes. Estas singularidades, más la falta de grandes nombres en la convocatoria, terminan generando que sea algo exotico que Diego Maradona haya usado el número 6.