miércoles, noviembre 6, 2024

La nueva generación del Torino y el proceso de modernización

Por Iñaki Urretavizcaya y Santiago Fleitas

El equipo de automovilismo Trotta Racing trajo a las pistas del Turismo Carretera la nueva era del Torino, el auto argentino. En 2024 presentó el modelo con el que competirán en adelante. Y, a diferencia de sus competidores, como el Chevrolet Camaro, el Dodge Challenger, el Ford Mustang y el Toyota Camry, el Torino no tiene un auto de referencia para su estructura. Entonces, la Asociación de Corredores de Turismo Carretera (ACTC) realizó un concurso para modelar al nuevo auto, en el que ganó División Creative Lab.

Trotta Racing tuvo que hacer la carrocería desde cero. Por lo que el proyecto se puso en marcha, y de la mano de Maximiliano Juárez y Gabriel Mazzei, ingenieros de Trotta Racing, trasladaron el diseño virtual a la realidad en tan solo 50 días, como declaró Esteban Trotta, dueño del equipo, a SoloTC. La conversión del modelo 3D resultó una tarea dificultosa de redibujar por completo el auto, que contempla no solo generar las superficies de las distintas autopartes, sino lograr piezas viables de fabricación, trabajo que Juárez hizo de manera impecable. A cada elemento del auto, hubo que hacerle un análisis de formas, tamaños, proporciones y ángulos, de manera tal que construir sea posible”, dice el ingeniero Mazzei a El Equipo.

El auto se terminó a dos días del debut en El Calafate, primera fecha en 2024 del TC que se disputó entre el 23 y 25 de febrero. A pesar de ello, el Torino del piloto Tobías Martínez, sin ninguna prueba de rendimiento, ganó en su presentación en la categoría. “Estamos para competir de igual a igual con todas las marcas, estoy conforme con lo hecho hasta acá y con lo que va a venir; me parece que tenemos grandes posibilidades de ser muy competitivos”, expresó Trotta acerca del rendimiento. Mazzei admite que el menor tiempo para resolver el proyecto fue una desventaja que añadió una exigencia extra a cada carrera.

Trotta justificó el cambio mediante lo aerodinámico, ya que le parece fundamental: “El chasis y estructura son iguales para todos los autos; el cambio más grande e importante es en cuanto a la carrocería, lo aerodinámico y estético”. Además agregó que le gustaría implementar mayor potencia: “Las cargas aerodinámicas son muy superiores. En cuanto se hagan pruebas, se van a mejorar los tiempos frenando, doblando, y una vez que se mejore eso tal vez se podría incorporar más potencia, pero creo que hay que ir paso por paso”. Mazzei, de igual manera, evalúa la posibilidad de implementar un motor más potente, debido a que le resulta una alternativa muy seductora, y otro gran desafío técnico para trabajar.

Mazzei asegura que faltan pulir aspectos del auto: “Aún no encontramos una superioridad respecto a la generación anterior. Pero a medida que se acomode la reglamentación, podremos tener en claro si hay una mejora. Luego, cuando se pueda consolidar un balance de funcionamiento adecuado, podremos evaluar y explorar distintos niveles de carga”. Trotta, por otra parte, espera tres Torinos más, entre ellos, el de Marcos Landa, piloto del TC, que aún compite con el modelo “viejo”. “En tres o cuatro carreras va a estar en la pista el auto de Landa”, afirmó el dueño del equipo.

La ACTC apostó por un cambio generacional dentro de la categoría, que provocó una reacción variada dentro del público: hay quienes se resisten al cambio por costumbres, y otros que lo ven con buenos ojos, ya que ayudan al TC a modernizarse. “Va a acercar público nuevo y no creo que el viejo vaya a retirarse porque lleva al TC en el corazón. Mucha gente me escribe que le gusta lo que estamos haciendo, y creo que con el correr del tiempo, todos van a estar contentos con el cambio”, aclaró Trotta. Y añadió que cree que transmite los valores del TC, ya que a lo largo de la historia hubo cambios que marcaron épocas, como pasar de cupecitas a autos más compactos en los años 1970, entre otros, que ayudaron a mejorar el nivel de la competencia.

Mazzei también elogió el cambio, ya que cree que fue en el momento adecuado: “Más allá de la resistencia a perder los modelos clásicos de cada marca, las agradables y modernas líneas que caracterizan a estos nuevos modelos, junto con la excelente presentación de los autos, hacen de un verdadero disfrute para los fanáticos”.

El origen del Torino

En 1962, la firma Kaiser Automotors, que había desembarcado en Argentina en 1955, quería asentarse en el mercado, y así surgió el Torino, totalmente fabricado en el país junto a Renault, con el objetivo de buscar la fiabilidad de un vehículo estadounidense y el diseño deportivo europeo. Sergio Pininfarina, diseñador de Turín en Italia, fue quien modeló el auto, de allí, el nombre. Juan Manuel Fangio, piloto cinco veces campeón de Fórmula 1, también fue fundamental para el desarrollo y exposición del vehículo, que se potenció en las 84 horas de Nürburgring en 1969, con un cuarto puesto histórico para el automovilismo nacional. Con los años, se ganó su lugar y se convirtió en un emblema automotriz.

El Torino debutó en el TC -la categoría más antigua del mundo que se disputa desde 1937, con la constancia del Récord Guinness- en febrero de 1967, y fue un momento bisagra, ya que en el año debut, con tres autos dentro de la grilla, el Torino logró el primer puesto en 20 de 32 carreras disputadas ese año. El título al final se lo quedó el Toro de Eduardo Copello.

Hasta 1971, Torino arrasó en casi todos los campeonatos, menos en 1968, de la mano de Gastón Perkins (1969), Luis Rubén Di Palma (1970 y 1971) y Copello (1967 y 1970). De ahí en adelante, sufrió una sequía de 51 años sin lograr ser campeón, hasta Manuel Urcera en 2022, que consiguió el sexto título para la marca con el equipo Maquin Parts.

Por eso el Torino es un auto histórico e icónico de nuestro país, una insignia nacional que marcó el paso de varias generaciones a lo largo de la historia que supo reinventarse y acomodarse para no quedarse atrás.

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